DESARROLLO DEL ROSARIO
DE LA AURORA DE MARÍA SANTÍSIMA DE LA PALMA
DE VALDEPEÑAS
José Ramón
Yébenes Canuto
Hermano Mayor
Valdepeñas, mayo 2013
A las 08:30
h., del pasado 26 de mayo, partía el cortejo de
la Hermandad desde la Iglesia Parroquial del Stmo. Cristo
que tenía que recorrer la distancia que separa la
sede canónica de la Hermandad del Asilo de las Hermanitas
de los Ancianos Desamparados, destino de este piadoso acto
en esta ocasión, pues recordamos que cada año
la Stma. Virgen visita un Templo de nuestra ciudad en la
celebración de su Rosario de la Aurora.
Abría el cortejo la Cruz Parroquial
escoltada por dos ciriales de acompañamiento,
tras ella el Estandarte Corporativo de la Hermandad y
todos los hermanos y fieles que acompañaron el
rezo del Santo Rosario. Precedía a la Stma. Virgen
el cuerpo de acólitos ceroferarios y turiferarios
de la Hermandad, revestidos con alba blanca y dalmática
en terciopelo y brocado color burdeos. Finalmente las
andas de la Stma. Virgen cerraban el cortejo. Para la
ocasión, María Santísima de la Palma
vestía manto burdeos y su nueva saya de tisú en
hilo de oro con bordados en aplicación cosido
a mano, bendecida y estrenada la pasada Cuaresma, durante
la celebración de su Función Solemne y
Besamanos. Completaban el conjunto dos faroles en metal
plateados, cedidos para la ocasión por la Hdad.
de Ntra. Señora de la Soledad de Ciudad Real,
y un pequeño exorno floral de rosas blancas.
Las andas fueron portadas por 12 hermanos.
A
las 09:35 h. llegó el cortejo a las instalaciones
del Asilo donde se realizó el rezo de las letanías
del Rosario por los jardines interiores del complejo, siendo
acompañados por los residentes, voluntarios y hermanas
de la congregación de las Hermanitas de los Ancianos
Desamparados, que recibieron a la Stma. Virgen de la Palma
en la entrada.
Tras
la finalización del Rosario,
la imagen de María Santísima de la Palma
fue dispuesta en el Altar de la celebración eucarística
donde presidió la Santa Misa que se realizó en
los jardines centrales del recinto. Para la ocasión
se había realizado, por parte del Asilo de Ancianos,
un hermoso Altar exornado con rosas y guirnaldas.
En la celebración eucarística, el Consiliario
de la Hermandad, D. Emilio J. Montes Romero, ocupó la
Sagrada Cátedra, concelebrando D. Vicente Elola,
Capellán del Asilo de Ancianos. Participó en
la Eucaristía el Coro del Asilo de Ancianos, además
de los hermanos y fieles que acompañaron el Rosario
de la Aurora y los trabajadores, voluntarios, residentes
y familiares del Asilo de Ancianos. Siendo un total de
250 personas las que celebraron esta Misa de Campaña.
Al
finalizar la Eucaristía se vivieron los momentos más
intensos y emotivos de la jornada, cuando la Santísima
Virgen, antes de comenzar su traslado de regreso a su sede
canónica, subió la rampa de acceso al edificio
central del Asilo, donde fue recibida por una “petalada” lanzada
desde los balcones del edificio por parte de las hermanas
de la congregación y los residentes que, visiblemente
emocionados, despidieron a María Santísima
de la Palma entre expresiones de afecto y cariño a
esta dolorosa, la más antigua de nuestra ciudad, obra
anónima del s. XVIII, y que recoge la devoción
centenaria de la ciudad cada noche de Jueves Santo durante
la Estación de Penitencia de la Hermandad, junto al
Santísimo Cristo de la Misericordia.
La Hermandad quiso
mostrar su afecto, por el extraordinario recibimiento, entregando
diversas estampas de los Sagrados Titulares de la Hermandad
entre los asistentes a la Eucaristía.
A las 11:00 h. salió el cortejo del traslado de
regreso con María Santísima de la Palma,
acompañada por todos aquellos que la quisieron
acompañar hasta su Oratorio de la Antigua Iglesia
del Stmo. Cristo, donde a las 11:40 h. hacía entrada
la Cruz Parroquial que abría el cortejo dándose
por finalizado este Culto de Reglas de la Hermandad.
Desde la Hermandad se quiere agradecer la colaboración
del Excmo. Ayuntamiento de Valdepeñas,
así como al CEIP Luis Palacios, por
la instalación de la plataforma y sillas
para la Misa de Campaña respectivamente.
Del mismo modo, agradecer las muestras de afecto
y cariño recibidas por parte de las
hermanas de la congregación de Hermanitas
de los Ancianos Desamparados, de los trabajadores
y voluntarios del centro, así como de
todos los residentes, verdadero motivo por
el que la Hermandad realizó este largo
trayecto, que con su ilusión y alegría
iluminaron este sencillo acto de amor a María,
la Madre de nuestro Señor Jesucristo.