El Viernes Santo tuve el privilegio de poder fotografiar a mi sobrina y ahijada Araceli representando a la Virgen y su dolor por la muerte de su hijo. Desde que nació está apuntada en esta cofradía del Cristo Yacente y Pasos vivientes para que llegado el momento pudiese Procesionar junto a nuestro Señor Jesucristo fallecido, portado por Nicodemus y acompañado por las Tres Marías y la legión de soldados romanos.

Tras 2 años de pandemia jamás hubiésemos imaginado que este sería el año y muchísimo menos que lo hicieras en honor a tu querido primo Jorge, nuestro Jorge que con tanta ilusión esperaba este día para ser los pies de su amado Nazareno y es que no ha sido solo sus pies, ha sido una intensa fragancia de Amor e incienso de fe y esperanza por las calles y en los corazones de su pueblo.

Y tú mi querida sobrina que has sentido el dolor y la pena en cada paso, en cada suspiro dedicado y en cada pensamiento inevitable de a quien dedicamos cada latido de nuestro corazón herido. Gracias Jorge por ser un amor en la tierra y un ángel en el cielo. Gracias a todas las personas por vuestro gran corazón, por acompañarnos en nuestro dolor y demostrarnos tanto cariño y respeto.