Pregón de Semana Santa de Badía
del Vallés (Barcelona)
Doña Rosario Calle Serrano
Iglesia Parroquial Mare de Déu de la Mercé
2 de abril de 2022
Acompaña y complementan:
A a la Guitarra: Don Ángel Alonso Álvares
Canta: Doña María Sillero Delgado
Recita: Doña Anabel Muros Antolín Música: AM Cabrera d'Anoia
Dirije: Don Francisco Mesa Jacobo
AGRADECIMIENTOS
Reverendo
Párroco Mossèn Ivan, Consiliario de la “Cofradía
Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de
los Dolores” de Badía del Vallés;
Excelentísima Señora Alcaldesa Dña.
Eva María Menor y Consistorio; Ilustrísimas
Autoridades; Hermanos y Hermanas Mayores; Dignísimos
Miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad; Distinguidos
Representantes de las Hermandades que hoy nos honran con
su presencia; Cofrades; Señoras; Señores…
No puedo comenzar mi exposición,
sin antes expresar públicamente mi agradecimiento
a quien ha esbozado una semblanza de mi persona: Don Eduardo
Carrillo Luque, Secretario de la F.A.C. y último
pregonero.
Voy a empezar con un entrañable y emocionado saludo
a todos vosotros, alma y ser de vuestra Semana Santa.
Envío un abrazo desde aquí,
a todas las hermanas y hermanos de las Hermandades, reconociendo
el esfuerzo que hacen, como escultores de la más
dulce y bella imagen de devoción que ofrece cada
año la comunidad Cristiana.
A los hermanos fundadores de las Hermandades
que con su valentía y fortaleza lograron salir
adelante en su empeño.
Deseo mencionar, especialmente, a vuestros
costaleros, mujeres y hombres que, con su fe y su trabajo
bajo el varal, son los esforzados tenedores del más
airoso encaje de veneración a Jesús y a
su Madre que puede ofrecer vuestro pueblo.
Doy las gracias a Don Manuel Zamora,
Delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías de
Barcelona, que amablemente me ha invitado a presentar
esta tarde el Pregón de Semana Santa 2022, aquí
en esta Iglesia Parroquial Mare de Déu de la Mercé
en Badía del Vallés.
Agradezco a vuestro párroco, sostén
y base de esta Hermandad, animándole a continuar
la excelente labor que, como pastor y como hombre, está
realizando.
Quiero expresar mi reconocimiento a los
componentes de la banda de música Agrupación
Musical Cabrera d’Anoia, guiados por las manos maestras
de su Director Don Francisco Mesa Jacobo.
Un cariñoso saludo para la veterana
Camarista de la Virgen Dña. Mari Ángeles
Marín. Y un recuerdo muy especial para vuestros
Capataces Don Curro García y Don Diego Jiménez,
recientemente fallecido.
Me encuentro hoy en esta tierra, donde
tantas familias y amigos llegaron hasta aquí buscando
trabajo. Gente valiente, muy valiente, que dejaron atrás
tantas y tantas vivencias en pos de una vida más
plena; dejando su hogar, su familia, amigos, costumbres.
A todos vosotros quiero deciros que jamás se os
ha olvidado. Seguís vivos en las nuevas generaciones
de los que dejasteis atrás en vuestros pueblos.
Yo nací en Huétor Tájar,
Granada, y me siento “golondrina”
porque también emigré de mi tierra muy joven.
Este pregón os lo dedico a todos vosotros y a todas
esas personas queridas que tenemos en nuestro corazón
y que hoy no están aquí: a quienes se marcharon
de esta vida y viven en nuestro ayer porque su tiempo
acabó.
Por ello, quiero que cada uno de nosotros,
con la fuerza arrolladora del recuerdo, dediquemos este
momento entrañable a esas personas.
Esta noche deseo unir mi corazón
al vuestro para que, pidamos por ellos a Jesús
Nazareno y a Nuestra Señora de los Dolores.
“NO ESTÁS”
Poema: Manuel Gámiz Gordo
Recita: Charo Calle
Desde que te has ido,
desde que no estás…
¡Qué larguito que se me hace el camino,
…qué lento el caminar!
BANDA DE MÚSICA: “PESCADOR DE HOMBRES”
Cesáreo Gabaráin Azurmendi
Quiero dar las gracias a quienes han colaborado a tejer,
en el aire de la ilusión, las telas de este Pregón:
A Don Francisco Molina Muñoz, Don
Francisco de Paula Muñoz, y muy especialmente al
Doctor y Poeta Don Manuel Gámiz Gordo, que me ha
facilitado y permitido usar sus poemas.
Deseo que mi pregón nos pueda abrir el camino a
la reflexión y que mi voz ayude, aunque sólo
sea un poco, a que cada uno de nosotros manifestemos nuestra
fe e intentemos vivir esta Semana Santa en hermandad cristiana.
VIERNES DE DOLORES
Tras un largo invierno, con el Viernes
de Dolores, se abre el telón que da paso al preámbulo
de la tradición viva de estos días.
Si los pueblos tienen alma, parte del
alma de nuestro pueblo es la Semana Santa.
En ella nos asomamos a un acontecimiento
que consiste en rememorar algo que sucedió hace
más de dos mil años: La muerte de un hombre,
el sufrimiento de una mujer y el triunfo de la esperanza.
En otras palabras: La Pasión,
La muerte en la Cruz y la Resurrección de Jesucristo,
que recordaremos dentro de unos días y que es uno
de los más grandes acontecimientos de la Historia
desde el punto de vista humano, y el acontecimiento máximo
de la Cristiandad.
Con la Fe del que cree y quiere ser vehículo
que traspase lo que hay de humano y divino en este acontecimiento,
voy a tratar de acercaros a él con mis palabras.
Cuando el Viernes de Dolores, vemos procesionar
a la Virgen, podemos sentir como su cara de azucena se
hace rayo de luz que nos entra por los ojos para transmitirnos
el mensaje de Dios.
Su rostro, demasiado hermoso para ser
descrito, es flor que parece llevar dibujada en el gesto
la palabra “Madre”.
(Comienza Ángel
con Trémolos - Suspiros…)
“POR SENDEROS DEL MILAGRO”
(A la Virgen de los Dolores)
Poema de Manuel Gámiz
Gordo
Recita: Charo Calle
Guitarra: Ángel Alonso (TRÉMOLOS –
SUSPIROS)
Perdí el horizonte
un día
en un mundo despiadado;
seguía Señora el camino,
confuso y desorientado.
En el huerto de mi vida
nacían espinos y cardos;
y caminaba entre zarzas
por el zarzal de lo amargo.
En mi vagar encontré
lo inútilmente buscado;
supe que estaba perdido,
y me sentí fracasado.
Y pensé en mirarte
así,
iba inseguro y dudando;
mi pecho estaba Señora,
a lo mundano aferrado.
Y al levantar la mirada,
triste y desesperanzado,
me encontré solo ante Ti,
ante tus plantas postrado.
Y quise mirar tus ojos
y mis ojos rebosaron
y mi interior se inundó
de lo que estaba esperando.
La luz de tu cara fue
espejo de mi entusiasmo:
Vi en tu rostro el de mi madre,
dulcemente reflejado.
Y soñé ofrecerte
flores,
ponerte el alma en un ramo
de oraciones recogidas
por senderos del milagro.
Soñé flores
escogidas
de un jardín imaginario:
en las riberas del río,
en el agua y los sembrados,
en las estrellas del cielo,
en el aire y en los campos.
Y el jazmín me
dio el aroma
del vergel de lo soñado;
se me hizo adelfa la vista
y yerbagüena el olfato
y campanilla el oído
y se hizo amapola el tacto
y margaritas los sueños,
se hicieron rosas mis manos
y azucena la ilusión
y el pensamiento amaranto
y madreselva el recuerdo
y los anhelos, ...geranios.
De mis rincones del pecho
nacieron rosales blancos
y ante tu rostro, Señora,
mi corazón se hizo nardo.
Soñando en tu cara supe,
ante tu imagen rezando,
que nunca se puede estar
del Amor... abandonado.
Y así te ofrecí
Señora,
lunas del alma en un ramo;
con estrellas recogidas...
por senderos del milagro.
(Sigue Ángel un
poco con la guitarra…)
DOMINGO DE
RAMOS
El Domingo de Ramos, fue cuando…
Jesús envió a dos discípulos, diciéndoles:
“Id al pueblo que está
enfrente de vosotros, y no bien entréis en él,
encontraréis una borriquilla atada. Desatadla y
traedla”.
”Y si alguien os dice: ¿Por
qué hacéis eso?, decid que el Señor
la necesita, y la devolverá en seguida".
Con estas breves palabras, pronunciadas
por Jesús, da comienzo la semana que redimió
a la cristiandad: ¡La Semana Santa…!
Jesús, es recibido al grito de
¡Hosanna! ¡Hosanna! Y aunque entra en Jerusalén
sin títulos ni oropeles, es vitoreado con gran
algarabía por los niños y jóvenes,
entre palmas y olivos. La borriquilla que monta avanza
pisando sobre los mantos que la multitud va tendiendo
en el suelo a su paso.
Comienza la Semana Santa y lo hace con
la alegría de un pueblo que vitorea, incondicional,
a un hombre sencillo subido en una borriquilla.
(Comienza Ángel
con acordes de Milonga…)
“CRISTO DE LA
BORRIQUILLA”
Poema de Manuel Gámiz Gordo
Recita: Anabel Muros
Canta: María Sillero
Guitarra: Ángel Alonso (MILONGA)
Aclamado en su camino,
bendice a la multitud;
se abre entre palmas y olivos
el sendero de la Cruz.
En la borriquilla va,
nos trae perdón y salud;
Su cuerpo es torre de paz,
su sangre río de luz.
(María canta por
Milonga)
Aclamado en su camino,
bendice a la multitud;
se abre entre palmas y olivos
el sendero de la Cruz.
En la borriquilla va,
nos trae perdón y salud;
Su cuerpo es torre de paz,
su sangre río de luz.
(Finaliza Ángel
con acordes la Milonga…)
Las palmas bailan al aire y los brazos,
vestidos de olivo, se mueven para dar la bienvenida y
homenajear a quien ha hecho milagros: “Dicen
que ha dado de comer a una muchedumbre, que anduvo sobre
las aguas, que cura a los enfermos, que reparte paz y
salud”.
El ambiente huele a júbilo y homenaje:
“Hemos encontrado al Mesías anunciado”.
Pero la Semana Santa es como la vida
misma: ¡Qué fugaz es la victoria, el éxito,
el triunfo…! ¡Qué cambiantes son la
mente, los sentimientos y las opiniones humanas!
Hoy creemos firmemente, mañana
dudamos.
Hoy amamos, mañana odiamos.
Hoy decimos ¡Alabado seas!
Mañana podemos decir ¡¡Crucifícalo!!.
(Charo hace una ligera PAUSA antes de
seguir…)
MIERCOLES SANTO
Llega el Miércoles Santo y desde
el umbral del tiempo vuelve una realidad, cercana y lejana
a la vez; empapada de sensaciones, de luces y sonidos,
de emociones perfumadas de incienso,… de tristezas
y alegrías que renacen otra vez.
Surgen preguntas sin respuestas y a veces
respuestas a lo que no nos habíamos querido preguntar,
o quizás, a aquello que no nos pudimos contestar.
Comienzan los días en los que se
levantarán de nuevo, en solemne armonía,
los velos del dolor.
Por una parte, Jesús se reúne
en el Cenáculo con sus discípulos para celebrar
con ellos la que sería su última Pascua.
Allí con el Pan y el Vino que
habían sido materia de sus milagros y metáfora
de sus discursos, tomó para la Cena el pan más
humilde, el pan “ázimo”, sin
levadura ni fermento, el “Pan de la Pascua”,
y partiéndolo en pedazos y alzando los ojos al
cielo, dijo:
“Tomad
y comed. Este es mi cuerpo,
que es dado para vosotros”
Una vez instituida la Eucaristía,
acompañado de sus discípulos, cruzó
el Cedrón, los llevo a un pequeño huerto
lleno de olivos y una vez allí, les dijo:
“Sentaos aquí,
mientras yo hago oración”
“Mi alma está triste hasta el punto de morir;
quedaos aquí y velad”
(Comienza Ángel
con Soneto en La menor…)
“ORACIÓN DEL HUERTO”
Poema de Gerardo Diego
Recita: Charo Calle
Guitarra: Ángel Alonso (SONETO LA MENOR)
Y ya no pueden más...
Mudos, rendidos,
al entrar en el huerto, que destempla
un soplo asolador, Jesús contempla
con pena a sus discípulos dormidos.
Y sólo Él,
en la terrible hora
(la deleznable carne estremecida
al borde misterioso de la vida)
sobre la humilde tierra llora y ora.
En un sollozo trágico
y sublime
(como candente flor que abre su broche)
el Hijo al Padre el corazón entrega.
Mientras el viento en
los olivos gime,
callada y negra, al fin, llega la noche.
...Y no es la noche sola la que llega.
(Finaliza Ángel
suavemente con la guitarra…)
Al volver Jesús los encontró
dormidos… Por otra parte, los fariseos se preguntan:
“¿Qué hacemos? Porque éste
Hombre hace muchos portentos. Si le dejamos obrar, todos
creerán en ÉL”.
Bajo estas premisas transcurre la Asamblea en Jerusalén,
donde secretamente se decide la muerte de Jesús.
Los miembros del Sanedrín se mueven con rapidez,
buscando quien los lleve hasta Jesús. Pronto encuentran
al traidor y pronto pactan el precio de la traición…
“¿Por treinta monedas
entregas al hijo del hombre?”
Todo comenzó tras ese beso engañoso
con el que los hombres traicionamos al Maestro.
Aunque ese beso traidor saliera de Judas,
no debemos olvidar que todos los hombres somos del mismo
mármol con parecidas vetas.
Después de nuestro infame beso
y del prendimiento, Jesús es azotado y coronado
de espinas.
(Comienza Ángel
con acordes de SEGUIRIYA…)
“JESÚS,
ES CORONADO DE ESPINAS”
Poema: Luis García Ares
Recita: Charo Calle
Guitarra: Ángel Alonso (SEGUIRIYA)
Un casquete de espinas,
por corona;
por vestido, una clámide rojiza;
y un cetro -vulgar caña- simboliza
la realeza que atañe a tu persona.
La soldadesca vil se envalentona,
y el rostro a salivazos te tapiza;
¡Y pensar que al que así te martiriza
tu divina piedad luego perdona…!
“Ecce homo”,
decía ante la gente
aquel Procurador, Poncio Pilato,
al que Roma tu suerte encomendaba.
Y a tu dolor después
indiferente,
de la debilidad vivo retrato,
ante el pueblo las manos se lavaba.
(Finaliza Ángel
con la guitarra…)
Azotado, nos hace ver que en el mundo hay lugares donde
la vida sigue dando latigazos; donde más que vivir,
se sobrevive, …y no hay peor injusticia que lavarse
las manos.
Después de este
trato vejatorio, van conduciendo a Jesús hasta
el Gólgota. No va solo: le acompañan dos
ladrones, que también serán crucificados.
Vemos por las calles a
Jesús Nazareno, preso de nuestros odios, amarrado
por nuestra envidia, flagelado por los disparos de las
guerras y los estallidos de las bombas, maltratado por
el hambre de los niños que mueren cada día,
mientras nosotros tiramos alimentos…
Vemos a Jesús sufriendo
la más injusta condena de la historia a causa de
una sentencia que los humanos pronunciamos, y con los
hechos, seguimos pronunciando cada día, contra
aquel que sólo predicó el Amor como justicia
suprema.
(Comienza Ángel con acordes de
PETENERA…)
“CON LA CRUZ DE NUESTAS FALTAS”
Poema:Manuel Gámiz
Gordo
Recita: Charo Calle
Canta: María Sillero (PETENERA))
Guitarra: Ángel Alonso (PETENERA)
El río pasa llorando
sobre la vega enlutada,
los chopos de las riberas
mueven los brazos con calma
y enlazados con el aire
dejan crujir sus entrañas.
Abre las puertas la Iglesia,
toda la gente… se calla;
las luces de penitencia
forman dos hileras largas
y solloza el campanario
con su doblar de campanas.
“La Virgen de los
Dolores”,
con manto de luna amarga,
en el blanco del pañuelo
lleva la pena bordada
y su cara de azucena
sale a derramar el alma.
(María canta por
Petenera el mismo párrafo)
“La Virgen de
los Dolores”,
con manto de luna amarga,
en el blanco del pañuelo
lleva la pena bordada
y su cara de azucena
sale a derramar el alma.
Con su rumor, bajo el
puente,
de negro se viste el agua;
dos largas filas de sombras
por las orillas avanzan,
rasgan las hojas del suelo
con las quimeras que arrastran.
La noche se va inundando
de evocación y plegaria;
de abatimiento y de duelo
gimen, dolientes, las casas;
por las calles de Badía
la brisa corre callada.
Ya se mece El Nazareno,
vuela el silencio en la plaza;
coronada de dolor,
serena, su frente sangra.
Sale, …al calvario del mundo,
con La Cruz de nuestras faltas.
(María canta por
Petenera el mismo párrafo)
Ya se mece El Nazareno,
vuela el silencio en la plaza;
coronada de dolor,
serena, su frente sangra.
Sale, …al calvario del mundo,
con La Cruz de nuestras faltas.
(Finaliza Ángel el cante con la guitarra…)
Esta noche triste, al ver moverse acompasadamente
al Nazareno, tenemos delante la imagen de la bondad atada,
humillada por la violencia y el odio, por nuestro no querer
hacer nada.
Cuando pasa, sobre los hombros de vuestros
costaleros, su paso se convierte en un mensaje sin palabras,
dirigido al alma.
De este modo, a pesar de lo que hicimos
y de lo que hacemos cada día, con los ojos queriendo
rebosar pero con esperanza en el corazón, nos atrevemos
a pedirle que nos ayude y que nos guíe.
Esto me hace creer en ese Dios que es
principio y fin de todas las cosas, la causa de todas
las causas; en el Dios que premia y que no castiga, que
está por encima de la fealdad de los hombres, y
que como Padre siempre acoge a sus hijos en el seno del
amor.
Es imposible describir lo que padeció
físicamente el cuerpo de Cristo, al ser colgado
en la Cruz, y lo que sufrió moralmente, al verse
allí, desnudo, entre dos malhechores y abandonado
de los suyos.
(Comienza Ángel
con acordes de SOLEÁ TRISTE…)
“MEDITACIÓN ANTE LA IMAGEN DEL
STMO. CRISTO DEL CONSUELO”
Esta imagen del Stmo. Cristo
del Consuelo es Titular de la
Cofradía del Sacromonte de Granada, vulgo «Los
Gitanos».
Poema: Manuel Benítez Carrasco
Recita: Charo Calle
Guitarra: Ángel Alonso (SOLEÁ TRISTE)
Al verte, mástil
sin vela
y abandonado del cielo,
intento darte consuelo.
Y eres Tú quien me consuela.
Por mis pecados expiras,
dando con ello razones,
que más que para las iras
estás para los perdones.
Y dejando entre tus dedos
todo tu poder, clavado,
aún me ofreces el costado
para quitarme los miedos.
Árbol, torreón,
escudo,
pararrayos mío fuiste;
y cómo tal viento pudo
dejarte así en un tan triste
árbol tan desarbolado
pararrayos tan herido,
torreón tan derribado
escudo tan destruido...
Dejar quiero, como rosas
sinceras y arrepentidas,
unas lágrimas piadosas
que consuelen tus heridas.
Pero Tú arreglas
las cosas
a tus maneras divinas;
y, al devolverme las rosas,
te quedas con las espinas.
De más dolores
te llenas,
en más dolores porfías,
y así te colmas de penas
al hacer tuyas las mías.
Con tan generoso juego
con que juegas al amor,
vas a conseguir, Señor,
-y no te lamentes luego-,
que, en convenio tan injusto,
yo sume malas acciones
para que te des el gusto
de multiplicar perdones.
Cuando comprender persigo
tan descompasado amor,
sólo comprendo, Señor,
que no se puede contigo.
Pues ¡quién
le puede a un amigo
que, sobre tanto tormento,
aún se hace vid, se hace trigo,
para ser nuestro alimento...!
Me rindo, pues, a tu celo,
celo tan empecinado;
sigue, gran desconsolado,
siendo todo mi Consuelo.
(Finaliza Ángel
con la guitarra…)
JUEVES SANTO
Mientras en la tarde del Jueves Santo
el aire de la plaza se va haciendo caricia, la luna observa
cómo un goteo constante de gente entra en la Iglesia,
que poco a poco, se va llenando con las aguas de la oración.
Este flujo humano acude buscando evocar
algo que determinó el rumbo de la humanidad, ya
que Jesús marcó la historia de nuestro planeta.
Recordamos en el templo, una vez más, lo sucedido
en los primeros años de nuestra era.
Fuera…va naciendo la noche. No
es fácil encontrar belleza comparable a la noche
de la primera luna llena de primavera, luna Nissan, cuya
luz cansada y triste viene a dejarnos el tacto de la cera
entre los dedos.
Cuando comienzan a salir las imágenes,
los costaleros, bajo el manto de la noche, se convierten
en artífices que nos harán sentir cómo
los pasos cobran vida caminando por nuestras calles.
(Comienza Ángel con acordes suaves
de CLASICO…)
“AL CRISTO DEL
CALVARIO”
Poema: Gabriela Mistral
Recita: Charo Calle
Guitarra: Ángel Alonso (CLÁSICO - Muy suave)
En esta tarde, Cristo
del Calvario,
vine a rogarte por mi carne enferma;
pero al verte, mis ojos van y vienen
de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.
¿Cómo quejarme
de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?
¿Cómo explicarte
a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y sólo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?
Ahora ya no me acuerdo
de nada,
huyeron de mí todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.
Y sólo pido no
pedirte nada,
estar aquí, junto a tu imagen muerta,
ir aprendiendo que el dolor es sólo
la Llave Santa de tu Santa Puerta.
(Finaliza Ángel
con la guitarra…)
La noche del Jueves Santo, Jesús sale con la Cruz
del mundo sobre sus hombros… Las calles y las plazas,
como el río y la vega, se hacen camino, borde y
ribera.
Al caer exhausto, sobre el mármol
de la noche, tiene que ser ayudado por el Cirineo…
¡Quizás, los demás, seamos demasiado
cómodos para compartir el peso de su cruz!
Nos equivocamos si pensamos que la Pasión
y Muerte de Jesús sucedieron hace mucho tiempo.
Están sucediendo, cada día alrededor nuestro.
Cristo padece con cada uno de nosotros,
está sufriendo en cada hospital, en cada enfermo,
en cada familia afectada por el paro, en cada persona
que está sola, en cada drogadicto prisionero de
sus cadenas, en cada emigrante que deja su tierra para
buscar su vida, y la arriesga pensando en un mundo mejor.
Dios sufre con quienes viven la miseria,
la enfermedad, la tristeza, la injusticia, la soledad,
la guerra, la marginación o la violencia…Y
las lágrimas de María son las que todas
las madres derraman al ver sufrir a sus hijos.
Cuando sale Nuestra Señora de
los Dolores, hace que las puertas de la Iglesia parezcan
las puertas del cielo abiertas de par en par.
Con ella en la plaza el color se torna
en perfume y el aire se hace música que viene a
recibirla.
BANDA DE MÚSICA:
“CARIDAD DEL GUADALQUIVIR”
VIERNES SANTO
En el devenir de los tiempos, la noche
del Viernes Santo, la más triste de la historia
de la humanidad, corre callada, con un negro aroma que
se mezcla con el del incienso.
La Iglesia abre las puertas del dolor
para que salgan los pasos, como versos de arte mayor de
esa gran poesía de Amor que es la procesión
del Viernes Santo.
El Apóstol Juan nos da esta noche
una gran lección de firmeza: Mientras otros sienten
miedo al ver que la barca volcaba, cuando el rebaño
se dispersa al ver al Pastor herido, él se mantiene
constante, junto a Jesús y a su Madre.
El Maestro predijo con amargura en la cena que hasta los
más cercanos lo negarían. Sólo dos,
los más débiles, María y Juan serán
los más seguros. Lo acompañaran sin miedo
y se mantendrán firmes hasta el final.
Al ver a Jesús, abatido en la Cruz,
oigo preguntar a un niño: ¿Qué le
han hecho? ¿Por qué tiene sangre? ¿Quién
ha sido? Y me pregunto: ¿Qué respondería
yo?
Veo cómo un padre intenta explicar
lo que sucedió.
Y me viene al pensamiento mi niñez…
No hace tanto, era yo quien iba de la mano. Hacía
esas mismas preguntas y me daban parecidas respuestas.
Ante Jesús postrado en la Cruz, podemos ver también
nuestras propias cruces, nuestra peor cara, la cara oculta
del hombre, ese lado que quisiéramos olvidar pero
que está dentro de nosotros, como los espinos y
las malas hierbas.
Mientras corre el tiempo, la soledad se
nos hace eterna en el interior, a la par, que el alma
se transforma en grito cuando las campanas del pecho,
con un silencioso toque de cristal y bronce, nos recuerdan
que ésta es la noche más oscura de la humanidad…
“SABED QUE JESÚS
HA MUERTO”
Letra: Manuel Gámiz
Gordo
Recita: Charo Calle
Guitarra: Ángel Alonso (GOLPES DE SOLEÁ)
(Guitarra…) Tocad,
campanas del mundo,
tocad un solo concierto,
con vuestro toque más triste,
con el volteo más lento,
con vuestras lenguas de bronce
en vuestro idioma de hierro;
gemid tocando de pena,
tocad, …porque Cristo ha muerto.
(Guitarra…) Girad,
campanas, despacio,
girad en triste lamento;
que al giro de vuestros sones
el alma piense en lo eterno
y que al discurrir el río,
por las orillas del tiempo,
las aguas lloren calladas
porque Jesucristo ha muerto.
(Guitarra…) Sonad, campanas, a cera;
sonad con olor a incienso,
que vuestro sonar de lunas
resuene en el universo
para que el campo se vista
con sus vestidos más negros
y que en la vega, enlutada,
suene que el Señor ha muerto.
(Guitarra…) Doblad,
campanas, llorando,
lanzad el mensaje al cielo;
que redoblen las estrellas
del campanario del pecho,
que el hombre pueda entender
que la vida es un momento
y que la noche pregone,
doblando, que Dios ha muerto.
(Guitarra…) Volad,
campanas, clamando,
volad en vuelo perfecto;
que escuche la melodía
el horizonte a lo lejos
y vuestro canto se rompa
en el cristal del silencio,
con el volar del suspiro,
porque el Nazareno ha muerto.
(Guitarra…) Gritad,
campanas, gritad;
gritad a los cuatro vientos
y difundid la noticia
con los badajos blandiendo;
gritad lo que sucedió,
decid lo que está ocurriendo
y que lo sepa la gente,
que se entere todo el pueblo:
¡Quiso morir por nosotros!
¡Sabed …que Jesús ha muerto!
(Dobles acordes finales
de Ángel con la guitarra…)
Cuando creemos que todo está perdido,
pasa ante nosotros, inconsolable, Nuestra Señora
de los Dolores, compendio de perfección y perfección
de perfecciones.
Ahora que su Hijo ha muerto, es nuestro
único refugio; buscándola encontraremos
al Jesús que creemos lejos.
Cuando vemos que las lágrimas atraviesan,
como puñales de plata, la faz de “Nuestra
Virgen Dolorosa”, tenemos delante, con las
manos juntas y el alma en el pañuelo, la mayor
muestra de dolor conocida.
Las estrellas de la noche, que son sus
mejores alhajas, iluminan las perlas que caen rodando
por su cara.
Su rostro de cristal y seda, rosa de amargura
esculpida de lirios y azucenas, sale a perfumar las calles
de Badía, con el aroma de su gracia.
Al mirarla, establecemos con “Ella”
un mudo diálogo pidiéndole que cuando la
vida se ponga difícil, cuando creamos que no hay
salida, cuando nos toque vivir el dolor y el sufrimiento,
haga que el cáliz del que tengamos que beber sea
menos amargo.
Al ver a MARÍA, ramo del dolor
y orilla de la esperanza, podemos comprender por qué
detrás de esa sangre derramada, detrás de
esas lágrimas de Madre, está la más
bella historia de Amor jamás contada.
SÁBADO SANTO
El Sábado Santo la luna, que está
de guardia, nos anuncia que al otro lado hay sol, que
Dios hará que la noche del mundo abra camino a
un nuevo amanecer.
(Comienza Ángel
con música Clásica suave…)
“RESURRECCION”
Poema: José García Nieto
Recita: Charo Calle
Guitarra: Ángel Alonso (CLASICA)
En la sombra, las armas
del soldado
brillan con las estrellas. Cuidadosa,
se ha montado la guardia de la rosa,
la vigilancia del ajusticiado.
Aquí está
Dios, vencido y enterrado,
bajo la pesadumbre silenciosa
del pecho sin amor y de la losa
que oculta al Creador de lo creado.
Pero se acerca el alba
al tercer día,
y un ángel, que del cielo descendía,
hace girar la piedra inamovible.
¡Cristo ha resucitado!
Se han cumplido
todas las profecías. Y he tenido
de nuevo ante mis ojos lo imposible.
(Continúa Ángel
con la guitarra…)
Después de la madrugada más oscura, entre
la tristeza, se abre el velo blanco de la brisa, adivinando
la aurora del nuevo día.
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Llega, así, la mañana blanca
del Domingo de Resurrección cuando, en la recién
estrenada primavera, la naturaleza es un trajín
de vida que resucita.
Entre un cúmulo de esperanza,
la Madre aún afligida y el Apóstol joven,
se dirigen muy tristes, a visitar el Sepulcro. Encontraron
que la piedra había sido retirada y entraron; pero
no hallaron el cuerpo de Jesús.
No sabían que pensar de esto,
cuando se presentaron ante ellos dos figuras con vestidos
resplandecientes:
“¿ Por qué buscáis
entre los muertos al que está vivo?”
“No está aquí,
ha resucitado. Recordad cómo os habló cuando
estaba todavía en Galilea, diciendo: Es necesario
que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores
y sea crucificado, y al tercer día resucite ".
¡¡Jesús ha resucitado
de entre los muertos y está entre nosotros!!
¡Jesús ha resucitado…!
Su Madre, antes Dolorosa, ha recobrado la alegría,
ahora es nuestra Virgen Gloriosa.
Su manto, ayer enlutado, se ha tornado hoy en puro encaje
blanco bordado por el sol primaveral.
La primavera se enseñorea un poco más para
celebrar la buena nueva y el sol, nos muestra que se ha
vencido a las tinieblas, que la esperanza es más
fuerte que la tumba.
Las campanas, al volar, nos dicen que
volando pasan los años y hacen que adivinemos,
otra vez, la fugacidad de la vida, que veamos cómo
el río de nuestra existencia sigue pasando, ininterrumpidamente,
bajo el viejo puente del tiempo.
Así llegamos a comprender que el
oro de la Semana Santa radica en que hace renacer dentro
de nosotros la esperanza.
(Solo de Ángel tocando
una GRANAINA)
CONSIDERACIONES
FINALES
Para terminar, quisiera deciros que,
tal y como me habéis pedido, he venido aquí
a pregonar. Por ello:
Pregono que Cristo va a salir a vuestras
calles, un año más, a contarnos su pasión
y su triunfo: lo veremos triunfante en la borriquilla,
cautivo, llevando la Cruz, muriendo en ella, …mostrándonos
lo que hicimos y lo que hacemos cada día. Pero
también lo veremos Resucitado.
Manifiesto que Jesús desea que
nos perdonemos unos a otros, por ello pasará perdonando
a sus enemigos y perdonándonos a nosotros, …
escuchando nuestras oraciones y nuestras súplicas.
Declaro que debemos abrirle nuestro pecho
al Nazareno y acompañarle en el dolor de su pasión,
para que en la gloriosa mañana del Domingo nos
sintamos resucitados con Él.
Anuncio que, cuando pensemos que no hay
horizonte, saldrá Resucitado para decirnos que
nunca debemos decir nunca, para que enterremos nuestras
dudas en el sepulcro vacío y con el paso ligero
corramos por el camino de la fe.
Afirmo que la Semana Santa y las procesiones
no son cosa de unos días, sino de todo el año;
no deben ser un ruido de tambores que se escucha y se
olvida, porque “El Nazareno” pasa delante
de nosotros todo el año.
Proclamo que todos somos iguales ante
los ojos de Dios: Él quiere que intentemos poner
nuestro granito de arena y que cada día demos un
paso más para hacer posible que, poco a poco, nazca
la Paz y desaparezcan los odios, las guerras y las desigualdades.
Promulgo que todos los hombres tienen
su dignidad, la dignidad humana, y que debemos dejar que
se abran la puertas secretas de nuestros corazones, para
intentar respetarnos, ayudarnos y amarnos los unos a los
otros.
Digo, que todos tenemos algo que dar y
algo que recibir; que sólo es imposible lo que
no se intenta; que nuestro tiempo debe estar siempre abierto
para los demás; que debemos quemar la madera del
odio en las llamas de la armonía; que debemos asaltar
las fronteras de la envidia. En definitiva, que debemos
intentar que vivir sólo sea Amar…
Me habéis subido aquí a
pregonar,
…para que grite a la rosa de los vientos:
¡Jesús vive! …y vayamos
donde vayamos viene con nosotros:
¡…Hagámosle un sitio en nuestro corazón!
¡Haced que la Semana Santa dure
doce meses,
…que tenga trece lunas!
Siempre, siempre, siempre… amanece,
…nunca triunfa la noche.
Me pedisteis que viniera a pregonar y,
con la ayuda de Jesús Nazareno y de Nuestra Señora
de los Dolores,
…he pregonado.
Muchas Gracias.
BANDA DE MÚSICA: “COSTALERO”
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