No
existen referencias escritas por las que se pueda constatar
fehacientemente el origen de nuestra Semana Santa. No obstante
se cree que el Viernes Santo Paduleño comenzó a
tomar forma durante el primer cuarto del siglo XVIII, posiblemente
entre 1715 y 1720.
La Hermandad del Señor posee los estatutos más
antiguos que se conservan, estando fechados el año
1579.
No fue hasta la primera mitad del siglo
XX que, bajo el impulso de Don Adrián López
Iriarte párroco
de El Padul por aquel entonces, comenzó a salir
adelante la Semana Santa Paduleña, tal y como hoy
la conocemos, aunque en un principio mucho más modesta
que la de hoy día. La Cruz Parroquial y dos ciriales
encabezaban la procesión, seguidos por el Nazareno,
precedido por el paso viviente de la "Verónica",
que como en la actualidad iba ataviada con un vestido largo,
similar al de las hebreas, de color blanco, llevando el
pelo suelto y largo según la costumbre de la época,
mostrando en sus manos un paño en el que se ve la
faz de Cristo. Tras el nazareno procesionaban el Crucificado,
el Santo Sepulcro y San Juan Evangelista. La comitiva era
seguida por una multitud de fervorosas mujeres vestidas
de negro y tocadas con velos o "mantillas" precediendo
a la Virgen de los Dolores, tras la cual cerraba la comitiva
la Vera Cruz.
El Jueves Santo, hace algún tiempo, aproximadamente
a las cinco de la tarde, salía por las calles del
centro del pueblo la Procesión del Silencio. En
esta procesionaban las imágenes del Nazareno, San
Juan Evangelista y la Virgen de los Dolores. Un respetuoso
silencio se cernía sobre Padul al paso de esta
procesión.
El Domingo de Pascua se viene celebrando
desde tiempos inmemoriales la procesión que aquí llamamos
de los "Juas" en la procesionan el Resucitado,
San Juan Evangelista y la Virgen. Los jóvenes recorren
las calles a la carrera para derribar y destrozar los peleles
hechos con ropa vieja y rellenos de paja o hierva que representan
a Judas Iscariote y que han sido colgados por algunos vecinos
en el recorrido de la procesión.
Derroche de plasticidad y catequesis en movimiento son
solo dos de los muchos adjetivos que se pueden aplicar
a la Semana Santa Paduleña. No son pocos los que
se quedan con la boca abierta cuando empiezan a ver y conocer
de primera mano a que nos referimos.
La Semana Santa Paduleña por su especial idiosincrasia
gira en torno al Viernes Santo. Todas las cofradías
procesionan unas detrás de otras, según el
orden preestablecido, siguiendo un único itinerario
que, partiendo de las inmediaciones del Castillo Palacio
de los Condes de El Padul, popularmente conocido como "La
Casa Grande", vuelve a este mismo lugar tras haber
recorrido durante aproximadamente seis horas las calles
más emblemáticas de esta Villa.
El orden de procesión, en el que
se mezclan los pasos normales con los vivientes, es el
que sigue: Oración
del Huerto, la Flagelación, la Verónica (paso
viviente), el Nazareno, las Tres Caídas, el Crucificado,
Virgen de las Angustias, Cristo Yacente (Los Nicodemus,
paso viviente), la Virgen María y las Tres Marías
(pasos vivientes), los Soldados Romanos, el Santo Sepulcro
(Hermandad del Señor), San Juan Evangelista, Virgen
de los Dolores y el Santo Sudario.
Cualquiera que nos visite podrá, sin necesidad
de cambiar de lugar, contemplar la procesión que
por aquí es conocida como "Entierro de Cristo",
en su totalidad.
El valor histórico-cultural de nuestra semana
santa queda avalado por la trayectoria seguida y el valor
intrínseco de buena parte de las imágenes
y pasos que procesionan.
Hay muestras de tallas del imaginero José Navas
Parejo como son los grupos escultóricos de la Oración
del Huerto y la Flagelación. También se puede
admirar la imagen del Cristo Crucificado, atribuido a la
escuela de Pablo de Rojas, aunque no se descarta que hubiese
sido tallado por el propio maestro. Incluso se sospecha
del elevado valor histórico-artístico de
una imagen, hasta hace poco bastante abandonada y que puede
ser una obra única, nos referimos al Cristo Yacente
o "Cristo de la Sábana" , el cual según
todos los indicios procede de México.
Procesionan a hombros de costaleros y costaleras pasos
de innegable valor artístico en multitud de estilos:
barroco como el del Crucificado, de taracea como el del
Nazareno o repujado en plata como el de la flagelación.
También existe diversidad en la forma de llevar
los pasos: al estilo malagueño como la Oración
del Huerto, con trabajaderas a los hombros como el del
Crucificado o al más puro estilo de la Virgen de
la Alhambra como es el caso de la Virgen de las Angustias.
Para no ser menos, hasta 2010 existió un
paso que tenía la peculiaridad de llevar sus costaleras
distribuidas en tres filas (dos costeros y una corriente),
nos estamos refiriendo al Señor de las Tres Caídas.
A partir de 2010 ha sido modificado y normalizado con cuatro
trabajaderas.
En 2007 se sumó la Hermandad de
Nuestro Padre Jesús de la Victoria y Nuestra Señora
del Valle (La Borriquilla), al número de hermandades
y cofradías de esta Villa, aunque su fundación
data del 29 de mayo de 2001. Se trata de la única Hermandad
de Padul que procesiona con sus dos titulares.
Esta hermandad procesionó por
primera vez, únicamente con su titular cristífero, en la
noche del Viernes Santo de 2007, haciéndolo
en primer lugar, precediendo, por primera y única vez,
a la que tradicionalmente
ocupaba
dicho
lugar, la Oración del Huerto.
Desde 2008 procesiona en la Tarde del
Domingo de Ramos, aunque hasta la adquisición de
un paso para la titular mariana de la hermandad, solo procesiona
Nuestro Padre
Jesús de la Victoria. Este paso es el primero en
Padul que va a costal.
En total son once las cofradías que hacen su estación
de penitencia la noche del Viernes Santo Paduleño.
La práctica totalidad de los vecinos de El Padul
está integrada en la procesión o se sitúa
en sus rincones favoritos para ver el paso de la procesión
o incluso algunos, los más avezados, para cantar
una saeta a la imagen de su devoción.
Cada año son más los que visitan esta Villa
durante la Semana Santa atraídos por nuestra procesión,
la calidad de sus gentes y el ambiente de hermandad que
se respira durante tan señaladas fechas.