Sigamos descubriendo las particularidades de la ciudad de San Fernando. En este caso nos centraremos en el Corpus Cristi, fiesta establecida para conmemorar entrega de Jesucristo en la cruz por los pecados del mundo.

Desde la noche de los tiempos se celebró como recuerdo a los cristianos de aquella época que Jesús murió en la Cruz, se entregó voluntariamente como víctima perfecta para abrir las puertas de la salvación al género humano.

Los diversos doctores de la Iglesia y los Papas fueron cargando de significado teológico una celebración algo olvidada. Recordemos que no se celebró hasta el siglo V.

Es una fiesta recordativa de la Pasión, Muerte y Resurrección, es decir, en la actualidad tenemos la Semana Santa pero para la gente de épocas pasadas no existía, por ello se instituyó en recuerdo de los méritos de Cristo para con la humanidad.

Es el campo del arte quien más constancia ha transmitido al resto de la humanidad recordando, bajo su particular modo de expresión, los méritos, el mensaje, los pasajes bíblicos, etc. el arte ha sigo el testigo más fiel de la fe cristológica.

LOS ALTARES:

Existe un recorrido procesional donde se lleva la custodia que porta a Dios en su viril para que todo el mundo lo observe.

Generalmente Dios siempre está en el sagrario y únicamente sale cuando se da a los fieles en el oficio de la misa y cuando se expone, pero no sale del recinto templario. Y si sale, en caso del viatico, va oculto, por ello, ver directamente a Dios es algo extraordinario, tanto que se realiza con una solemnidad necesaria al magno acontecimiento. Dios visita personalmente a su pueblo.

Ante tamaña visita se realizan “paradas”, altares, como forma de sacralizar el espacio por el que pasará Dios, es necesario convertir el espacio civil en sagrado pues no se asiste a una conversación de amigos sino al encuentro directo con el Creador. La calle toma el matiz sagrado y los altares reivindican este hecho.