Murcia, esa ciudad del sureste de España,
se encuentra a orillas del río Segura. Río
que con sus aguas la baña de luz, calma y
tranquilidad.
Se la conoce en todo el mundo por ser la cuna del
escultor Francisco Salzillo, hoy por hoy su museo
es gran foco de irradiación imaginería.
En Murcia se vive de forma especial la Semana Santa,
tanto que la elevan desde el ámbito más
pequeño, los caramelos. Ese manjar azucarado
posee una amplia tradición moderna, pues
se elaboran con base de azúcar y sabor a
anís.
Estos pequeños manjares poseen además
frases ingeniosas para deleite de quien se los come,
o reflexión, dependiendo de cómo se
las tome el lector y la lectora.
Alguna de esas frases es: “Semana Santa murciana,
vienen muchos forasteros para ver las procesiones y que
les den los caramelos”. Generalmente cada caramelo,
que puede ser de un color diferente, amarillo, rojos, verde,
etc. En la envoltura aparecen torsos con las representaciones
de su imaginería de Semana Santa.
En
Murcia no se pude dejar pasar la oportunidad de
ver la Catedral barroca
de espectaculares dimensiones,
ni la Casa del Obispo, la iglesia de San Francisco
o su centro y sus aledaños. Tampoco se puede
dejar de visitar el castizo Barrio del Carmen. El visitante
contemplará el templete con la imagen de la
preciosa Virgen de penetrantes ojos que es la puerta
de entrada hacia otra zona, una de las muchas que se
deben descubrir andando tranquilamente y sin prisa.
Y cuando llegue la hora del almuerzo busca algún
restaurante o zona de tapas y te sorprenderá su
gastronomía.