DOS VISIONES LITERARIAS
SOBRE LA PASIÓN DE JESUCRISTO: SIGLOS XVI Y XVII
Manuel Romero
Castillo
Profesor del IES Astaroth en Rota (Cádiz)
Rota, 30 de octubre de 2016
La
Pasión, Muerte y Resurrección de
Jesús de Nazaret sigue estando “viva”,
no es un tema que pase desapercibido, sobre
todo porque continuamente lo encontramos en
la sociedad,
y no solamente
durante la Semana Santa, sino por medio del
cine o de elementos vinculados al fundador
del cristianismo.
La película “la Pasión” de
Mell Gibson fue un revulsivo que “revolucionó” el
año de su estreno, es una de las más
vistas; en la actualidad el cáliz utilizado
por Jesús durante la santa cena en Jerusalén1,
la corona de espinas, los fragmentos de su
cruz, lanza con que fue atravesado, sábana
y mortaja donde fue envuelto, columna donde
fue ajusticiado,
vestiduras o sus clavos son visitados por los
fieles, en las diferentes exposiciones2 que
actualmente se
pueden visitar.
Sin embargo, antaño cuando no disponíamos
de medios de comunicación ¿Cómo
se conocía el relato de la muerte de
Jesucristo?, la repuesta la encontramos en
dos documentos muy
diferentes.
El primero, un libelo del siglo XVII, del que
Diego Mallen ha realizado un exhaustivo estudio.
Estudio interesante y bastante esclarecedor, centrado
en conocer el origen del libelo que encontró.
El libelo tiene por título: “Passo
hecho a la Sancta Pasión de Nuestro Señor
Iesu Christo. Compuesto por Diego Vázquez
de Murcia, ciego”.
El segundo, es una obra piadosa impresa en el siglo
XVI. Tiene por título: “Meditación
de la Passión de Nuestro señor Jesuchristo
según las siete horas canonícas compilada
por un religioso de la orden del bienaventurado
sant Agustín”.
EL LIBELO
Diego Mallen ha realizado
un concienzudo trabajo en torno al libelo. Sabemos que
se imprimió en una imprenta,
autorizada, en Alcalá de Henares en 1608. Según
relata el autor de la oración piadosa es Diego
Vázquez, oriundo de Murcia y que era ciego. Diego
señala que no ha encontrado nada sobre el ciego
murciano, ha buscado en varias bibliotecas sin tener
suerte en obtener ninguna referencia.
Esta obra de estructura poética de fácil
memorización y más fácil de recitar
tuvo una amplia difusión durante los siglos XVII
y XVIII, pues fue reimpreso en Barcelona hacia 1780. La
nueva reimpresión fue glosado por Francisco Ledesma
y recopilado por el doctor Juan de Monroy. Como advierte
el autor ha conservado la oración pero ha desaparecido
el autor intelectual, sin embargo, han mantenido el título
original de la obra, seguramente en honor al autor. Otra
innovación con respecto a la primigenia obra son
los grabados, nuevos.
LA OBRA PIADOSA
La Biblioteca Nacional de Portugal3 pone a disposición
de los curiosos y estudiosos la obra original e impresa
en la Muy Noble y muy leal ciudad de Sevilla por Dominico
D´Robertis el día 5 de noviembre de 1535.
La obra fue realizada por un monje de la Orden de San Agustín
del que no tenemos muchos datos. También sabemos
que otro monje, esta vez un dominico, realizó una
ordenación, corrección y añadido de
muchas cosas, como recoge la parrafada escrita en su portada
por el propio segundo autor, fray Domingo Valtanas4.
Fray Domingo Valtanas nació en 1488 en el jienense
pueblo de Villanueva del Arzobispo y murió en 1560
en la población gaditana de Alcalá de los
Gazules. No conocemos el año de ingreso en la comunidad
dominica, pero tuvo un destacado papel dentro de esta pues,
fue Prior del Convento de Granada, Provincial de Andalucía
y maestro de Teología en el Colegio de Santo Tomás
de Sevilla y en el Convento de San Pablo de la misma ciudad.
También fue rector de la Universidad de Sevilla.
Y realizó numerosas obras místicas siendo
su obra maestra “Doctrina Cristiana” en 1555.
También debemos hablar del impresor de la obra de
1535, otro dominico. Sabemos que en su casa instaló una
imprenta en la que copiaba los libros de la época.
Uno de tantas obras fue: “Libro de grandezas y cosas
memorables de España”, fue impreso en varios
años, Pedro de Medina entre 1493-1567; Dominico
de Robertis entre 1533-1549. Otra obra es “Baldo” o
la “Crónica del Santo Rey D. Fernando Tercero” el
día 2 de noviembre de 1551.
¿QUÉ SIGNIFICADO
POSEEN?
Las dos obras tienen en común el tema, centrado
en la Pasión de Jesús de Nazaret, el relatar
los sufrimientos que padeció. La diferencia es el
formato.
El libelo es un relato realizado para ser narrado en viva
voz y que causase impacto en la persona que lo escuchaba,
este impacto se traducía en dar una limosna monetaria
al ciego murciano Diego Vázquez.
El libro piadoso que repasa las escenas de la Pasión
y Muerte de Jesús se desarrolla durante las siete
horas que las personas de vida consagrada van a realizar.
Es además, una meditación que ayude a purificar
al alma consagrada y a que reflexione sobre los ultrajes
que sufrió el Redentor.
En el reloj
encontramos las horas. Cada hora poseía un tema de reflexión:
Las
Completas: recordar los muchos trabajos y penas
de Jesús.
Los
maitines: Jesús
es llevado a la casa de Anás.
A
la prima: el viernes de pasión
A
la tercia: relata como Jesús estaba
ante el presidente
A
la hora sexta: las afrentas que sufrió en
el Monte Calvario
A
la nona: contempla la caridad del cordero
Jesús
que entre muchos tormentos
que padece
A
las vísperas:
contempla a la Virgen
apenada y afligida
Grabado que aparece en la obra de Meditación
de la Pasión de
Ntro. Sr. Jesucristo
Añade un capítulo, centrado
en la Resurrección del Señor a su bendita
Madre. Cierra la obra la doctrina que un religioso
debe saber sobre la muerte de Jesús y cómo
actuar en la vida contemplativa:
Cada
día
en levantado comienza a loar
a Dios.
Al estar
escrito no faltaran
males y dolores a quien mucho jura.
Nunca
digáis cosa que
perjudique a la
honra y fama de otro.
Cada noche realice un examen de conciencia.
Confesarse ante los pecados graves.
Pensar en
algo de la otra vida.
Dar limosna es agradable
a Dios.
Realizar una penitencia.
NOTAS
Se recomienda leer la obra de Antonio
Beltrán,
El Santo Cáliz de la Catedral de Valencia, Imp.
Nacher, Valencia, 1984.