Cuando paseas por la Tacita de Plata encuentras “joyas” por sus rincones. Una de estas joyas es un azulejo cerámico centrado en la advocación mariana de la Virgen del Pilar de Zaragoza.

En las cercanía de la calle Mina encuentras el azulejo, en la pared ostionera, tal y como aparece en la precedente imagen. Mide 10x10 cm y muestra cómo el paso del tiempo ha ido haciendo mella en tan bella obra.

En la actual iglesia de San Lorenzo encontramos la archicofradía que tiene como imagen titular a esta sagrada imagen mariana.

El origen de la llegada de esta advocación a Cádiz fue por los trabajadores y comerciantes que vinieron del corazón de España a participar en el comercio americano y su trajín portuense.

José María Collantes1 ha realizado una aproximación histórica a la Archicofradía del Pilar y dice que en 1730 se instala en tierras gaditanas, teniendo como especial medio de difusión cultual la práctica diaria del rosario público por sus calles.

ICONOGRAFÍA

Observamos que ofrece una imagen diferente de la que estamos muy acostumbrados a ver en el Pilar de Zaragoza.

Es una imagen del pilar donde la Virgen se encuentra rodeada del sol y las nubes y subida sobre el pilar con la cruz de Santiago.

Las facciones dulces y poco acentuadas que presenta la Virgen se corresponden con las que encontramos en el azulejo de Vinarós2 o en el de l´Alcora3.

En los tres casos la Virgen posee una túnica rojiza y un manto azulado, color cielo, corona dorada y una dulzura maternal.