EL SECRETO DE LA SALETTE.
APARICIÓN RECONOCIDA Y APROBADA OFICIALMENTE POR
LA IGLESIA
Francisco Molina
Muñoz
Padul, 5 de enero de 2015
Cuando en la audiencia privada del 20
de Enero de 1982 le presentaron a Juan Pablo II una documentación
sobre el mensaje de La Salette, Su Santidad comentó: "Estamos
en el corazón de las profecías." (L´IMPARTIAL,
N. 2, 1982.)
Y en su discurso a los Misioneros de La Salette,
nos dice: "A
la luz del mensaje de Nuestra Señora de La Salette,
atribuís un lugar importante al ministerio de la reconciliación." Y: "La
Salette es un mensaje de esperanza, puesto que nuestra esperanza
se apoya en la intercesión de la Madre de los hombres." (Lean
Discurso del Santo Padre Juan Pablo II.) Su Santidad
Juan Pablo II reconoce y acepta la validez del mensaje
de La
Salette.
APARICION DE LA SANTISIMA VIRGEN EN LA SALETTE
El 19 de septiembre de 1846 se apareció la Santísima
Virgen en La Salette (Francia), a dos pastorcitos naturales
de Corps: Melanie Calvat de quince años, y Maximin
Giraud de once. La Santísima Virgen les confió un
secreto, unas advertencias para los tiempos venideros: "el
secreto de La Salette."
MELANIE CALVAT probó en varios conventos, no fue admitida
a los votos perpetuos. Melanie, estigmatizada y bajo constante
dirección espiritual del obispo de Lecce, un virtuoso
varón, murió en Italia, el 14 de diciembre
de 1904, a los 73 años de edad. MAXIMIN GIRAUD quiso
estudiar teología, después medicina. Fue siervo
papal; murió en su patria a los 38 años
de edad.
La Aparición de La Salette fue aprobada oficialmente
por el obispo de la Diócesis, y reconocida por S.
S. Pío IX. El 19 de septiembre de 1851, (quinto aniversario
de la aparición), Monseñor Filiberto de Bruillard,
Obispo ordinario de la diócesis de Grenoble (Francia),
a la que pertenece la aldea de La Salette, publicó un
decreto en el que entre otras cosas, dice: «Juzgamos
que la aparición de la Stma. Virgen a dos pastores
el 19 de septiembre de 1846, en la parroquia de La Salette,
arciprestazgo de Corps, (Grenoble, Francia), presenta todas
las características de verdadera y los fieles tienen
fundamento para creerla como indudable y cierta. Aumenta
la certeza el concurso inmenso y espontáneo (de gentes)
al lugar de la aparición, así como multitud
de prodigios, de los cuales es imposible dudar sin ir contra
las reglas del testimonio humano. (...) Por tanto prohibimos
a los fieles y sacerdotes de nuestra Diócesis hablar
públicamente o escribir en contra del hecho que
hoy proclamamos.»
El 24 de agosto de 1852, Su Santidad Pío IX, concedió que
fuera privilegiado el Altar Mayor del templo de La Salette;
el 7 de septiembre fundó la Asociación de Nuestra
Señora Reconciliadora de La Salette. La Hermandad
Misionera de La Salette, los SALETINOS, cuyos frutos fueron
y son muy provechosos para la Iglesia y para las Misiones.
León XIII elevó el santuario al rango de Basílica
y decretó la coronación canónica de "Nuestra
Señora de La Salette", efectuada por el Cardenal
de París, el día 21 de Agosto de 1879. Nuestra
Señora reveló en La Salette dos secretos, uno
a Melanie y otro a Maximin. El secreto dado a Melanie constituye
lo que comúnmente se conoce como "el Secreto
de La Salette." Un extracto del mismo fue publicado
en 1879 por Melanie, con imprimatur del Obispo de Lecce,
- Italia.- En 1922 se dio a conocer el texto completo, con
Licencia del Rvdo. Padre Lepidi O.P., Maestro del Sagrado
Palacio y Asistente Perpetuo de la Congregación del
Santo Oficio, (la Congregación de la Fe.)
EL SECRETO
«Melanie, esto que yo te voy a decir ahora no será siempre
secreto; puedes publicarlo en 1858: Los Sacerdotes, Ministros
de mi Hijo, los Sacerdotes..., por su mala vida, por sus
irreverencias e impiedad al celebrar los santos misterios,
por su amor al dinero, a los honores y a los placeres, se
han convertido en cloacas de impureza. ¡Sí!,
los Sacerdotes piden venganza y la venganza pende de sus
cabezas. ¡Ay de los sacerdotes y personas consagradas
a Dios que por sus infidelidades y mala vida crucifican de
nuevo a Mi Hijo! Los pecados de las personas consagradas
a Dios claman al Cielo y piden venganza, y he aquí que
la venganza está a las puertas, pues ya no se encuentra
nadie que implore misericordia y perdón para el Pueblo.
Ya no hay almas generosas ni persona digna de ofrecer la
víctima sin mancha al Eterno, en favor del mundo.
Dios va a castigar de una manera sin precedentes. ¡Ay
de los habitantes de la Tierra...! Dios va a derramar su
cólera y nadie podrá sustraerse a tantos males
juntos. ¡Los jefes, los conductores del Pueblo de Dios,
han descuidado la oración y la penitencia, y el demonio
ha oscurecido sus inteligencias, se han convertido en estrellas
errantes que el viejo diablo arrastrará con su cola
para hacerlos perecer. Dios permitirá a la serpiente
antigua poner divisiones entre los soberanos, en las sociedades
y en las familias. (...) La sociedad está en vísperas
de las más terribles calamidades y los más
grandes acontecimientos. Se verá obligada a ser gobernada
por una vara de hierro y a beber el cáliz de la cólera
de Dios. Que el Vicario de mi Hijo, el soberano Pontífice
Pio IX, no salga ya de Roma después del año
de 1859; pero que sea firme y generoso; que combata con las
armas de la fe y del amor. Yo estaré con él.
(...) Italia será castigada por su ambición
de querer sacudir el yugo del Señor de los Señores.
(...) La sangre correrá por todas partes. Las Iglesias
serán cerradas o profanadas. Los Sacerdotes y religiosos
serán perseguidos. (...) Muchos abandonarán
la Fe, y el número de Sacerdotes y religiosos que
se separarán de la verdadera religión será grande.
Entre estas personas se encontrarán incluso Obispos.
Que el Papa se ponga en guardia contra los obradores de milagros,
pues llega el tiempo en que los prodigios más asombrosos
tendrán lugar en la tierra y en los aires. (...) Lucifer,
con gran número de demonios, serán desatados
del Infierno; abolirán la fe, aún entre las
personas consagradas a Dios. (...) Muchas casas religiosas
perderán completamente la fe y perderán a muchísimas
almas. Los malos libros abundarán en la Tierra y los
espíritus de las tinieblas extenderán por todas
partes un relajamiento universal en todo lo relativo al servicio
de Dios. Habrá Iglesias para servir a esos espíritus.
(...) ¡Ay de los príncipes de la Iglesia que
se hayan dedicado únicamente a amontonar riquezas,
a poner a salvo su autoridad y dominar con orgullo!
El Vicario de Mi Hijo tendrá mucho que sufrir, porque
por un tiempo la Iglesia será entregada a grandes
persecuciones. Esta será la hora de las tinieblas.
La Iglesia tendrá una crisis espantosa. Dado el olvido
de la santa Fe en Dios, cada individuo querrá guiarse
por sí mismo y ser superior a sus semejantes. (...)
El Santo Padre sufrirá mucho. Yo estaré con él
hasta el fin para recibir su sacrificio. Los malvados atentarán
muchas veces contra su vida, sin poder poner fin a sus días;
pero ni él ni su sucesor verán el triunfo de
la Iglesia de Dios. Los gobernantes civiles tendrán
todos un mismo plan, que será abolir y hacer desaparecer
todo principio religioso para dar lugar al materialismo,
al ateísmo, (...) a toda clase de vicios. Que los
que estén al frente de las comunidades religiosas
vigilen a las personas que han de recibir, porque el demonio
usará toda su malicia para introducir en las órdenes
religiosas a personas entregadas al pecado, pues los desórdenes
y el amor de los placeres carnales se extenderán por
toda la Tierra. Francia, Italia, España e Inglaterra
estarán en guerra; la sangre correrá por las
calles; el francés luchará contra el francés,
el italiano contra el italiano... habrá una guerra
universal que será espantosa. Por algún tiempo
Dios no se acordará de Francia ni de Italia, porque
el Evangelio de Cristo no es ya conocido. Los malvados desplegarán
toda su malicia. Al primer golpe de su espada fulminante
las montañas y la naturaleza temblarán de espanto,
porque los desórdenes y los crímenes de los
hombres traspasan la bóveda de los Cielos. París
será quemado, y Marsella engullida; varias grandes
ciudades serán sacudidas y engullidas por terremotos.
Se creerá que todo está perdido. No se verán
más que homicidios, no se oirá más que
ruido de armas y blasfemias. Los justos sufrirán mucho,
sus oraciones, su penitencia y sus lágrimas subirán
hasta el Cielo, y todo el Pueblo de Dios pedirá perdón
y misericordia e implorarán su ayuda e intercesión.
Entonces Jesucristo, por un acto de justicia y de su gran
misericordia con los justos, mandará a sus ángeles
que destruyan a todos sus enemigos. Los perseguidores de
la Iglesia de Cristo y los hombres dados al pecado perecerán
de golpe, y la Tierra quedará como un desierto.
Entonces será la paz, la reconciliación de
Dios con los hombres; Jesucristo será servido, adorado
y glorificado. La caridad florecerá en todas partes.
Los nuevos reyes serán el brazo derecho de la Santa
Iglesia que será fuerte, humilde, piadosa, pobre,
celosa e imitadora de las virtudes de Jesucristo. El Evangelio
será predicado por todas partes y los hombres harán
grandes progresos en la fe, porque habrá unidad entre
los obreros de Jesucristo, y los hombres vivirán en
el temor de Dios.» (...)
(Las profecías de La Salette no parecen haber sido
dictadas en orden sucesivo, no son correlativas. Continúa:)
«La Tierra será castigada con todo género de
plagas. Habrá guerras, hasta la última
que la harán los diez reyes del anticristo, los
cuales tendrán todos un mismo plan, y serán
los únicos
que gobernarán al mundo. Antes que eso suceda,
habrá una
especie de falsa paz en el mundo; no se pensará más
que en divertirse; los malvados se entregarán
a toda clase de pecados; pero los hijos de la Santa Iglesia,
los
hijos de la fe, mis verdaderos imitadores, creerán
en el amor de Dios y en las virtudes que me son más
queridas. Dichosas las almas humildes guiadas por el
Espíritu
Santo, Yo combatiré con ellas hasta que lleguen
a la plenitud de la edad. La naturaleza clama venganza
contra
los hombres, y tiembla de espanto en espera de lo que
debe suceder en la Tierra encharcada de crímenes.
Temblad Tierra, y vosotros que hacéis profesión
de servir a Jesucristo y que interiormente os adoráis
a vosotros mismos, ¡temblad!, pues Dios va a entregaros
a sus enemigos, porque los lugares santos están
en la corrupción. Muchos conventos no son ya casa
de Dios, sino pastizales de Asmodeo. Durante este tiempo
nacerá el
anticristo... Hará prodigios y no se alimentará sino
de impurezas. ... Se cambiarán las estaciones...
Los astros perderán sus movimientos regulares.
La luna no reflejará más que una débil
luz rojiza. El agua y el fuego causarán en el
globo terrestre movimientos convulsivos y horribles terremotos.
ROMA perderá la Fe y se convertirá en la sede
del anticristo. Los demonios del aire, con el anticristo,
harán grandes prodigios en la Tierra y en los aires,
y los hombres se pervertirán más y más.
Dios cuidará de sus fieles servidores y de los hombres
de buena voluntad. El Evangelio será predicado por
todas partes. Todos los pueblos y todas las naciones conocerán
la verdad.
Hago una apremiante llamada a la Tierra, llamo a los
verdaderos discípulos del Dios que vive y reina en los Cielos,
llamo a los verdaderos imitadores de Cristo hecho hombre,
el único y verdadero salvador de los hombres. Llamo
a mis hijos, a mis verdaderos devotos, a los que se me han
consagrado a fin de que los conduzca a mi Divino Hijo, los
que llevo, por decirlo así, en mis brazos, los que
han vivido de mi espíritu. Finalmente... Llamo a los
Apóstoles de los Últimos Tiempos. Los fieles
discípulos de Jesucristo que han vivido en el menosprecio
del mundo y de sí mismos, en la pobreza y en la humildad,
en la oración y en la mortificación, en la
castidad y en la unión con Dios. En el sufrimiento,
y desconocidos del mundo. Ya es hora que salgan y vengan
a iluminar la Tierra: Id y mostraos como mis hijos queridos,
yo estoy con vosotros y en vosotros, con tal que vuestra
fe sea la luz que os ilumine en esos días de infortunio.
... Luchad hijos de la luz, vosotros pequeño número...
pues ya está aquí el tiempo de los tiempos,
el fin de los fines. La Iglesia se oscurecerá, el
mundo quedará consternado. Pero he ahí ENOC
y ELÍAS, llenos del espíritu de Dios; predicarán
con la fuerza de Dios, y los hombres de buena voluntad creerán
en Dios, y muchas almas serán consoladas. Harán
grandes prodigios por la virtud del Espíritu Santo,
y condenarán los errores diabólicos del anticristo. ¡Ay
de los habitantes de la Tierra...! Habrá guerras sangrientas
y hambres, pestes y enfermedades contagiosas; habrá lluvias
de un granizo espantoso... ... Tempestades que destruirán
ciudades, terremotos que engullirán países;
se oirán voces en el aire; los hombres se golpearán
la cabeza contra los muros, llamarán a la muerte.
... La sangre correrá por todas partes. ¿Quién
podrá resistir si Dios no disminuye el tiempo de la
prueba? Por la sangre, las lágrimas y oraciones de
los justos, Dios se dejará aplacar. Enoc y Elías
serán muertos. ROMA pagana desaparecerá, caerá fuego
del cielo y consumirá tres ciudades; el universo entero
estará preso del terror, y muchos se dejarán
seducir por no haber adorado al verdadero Cristo, que vivía
entre ellos. Ha llegado el tiempo. l sol se oscurece, solo
la fe vivirá. Aquí está el tiempo. El
abismo se abre. He aquí el rey de los reyes de las
tinieblas. Aquí está la bestia con sus súbditos,
llamándose el salvador del mundo. Se elevará con
orgullo por los aires para subir hasta el Cielo. Será sofocado
por el soplo de San Miguel Arcángel. Caerá.
Y la Tierra, que llevará TRES DÍAS en continuas
evoluciones, abrirá su seno lleno de fuego. Será hundido
para siempre, (el anticristo), con todos los suyos, en los
abismos eternos del infierno. Entonces el agua y el fuego
purificarán y consumirán todas las obras del
orgullo de los hombres y todo será renovado. Dios
será servido y glorificado.»
Los hechos referidos en el secreto de La Salette no parece
ser dictados en orden sucesivo, no podemos entenderlos
en forma cronológica. A veces se repite lo que se dijo
anteriormente. ( "Estilo cíclico", característica
Apocalipsis de San Juan.) Se habla del triunfo definitivo
de la Iglesia, después del Juicio de las Naciones
o purificación de la humanidad, en el que todo será renovado
y habrá entonces un solo rebaño y un solo pastor.
También se habla del nacimiento y de la actuación
del anticristo. Referirse al anticristo es llegar al máximo
grado de apostasía universal. También hace
referencia a los dos testigos, que condenarán los
errores del anticristo y exhortarán al mundo a hacer
penitencia. Testigos que al final serán vencidos y
muertos. ( Apoc. cap. XI.) Algunas profecías ya
se han cumplido:
A.- Que
el Papa no saliera de Roma después de 1859,
año a partir del cual, vencida Austria, querían
que el Papa abandonase Roma para conseguir la unidad
italiana.
B.- La profecía
de Napoleón también se
cumplió al pie de la letra: cayó "sobre
la propia espada de la cual quería servirse
para obligar a los pueblos a ensalzarlo"; esa
fue Prusia, de ella se sirvió para debilitar
a Austria, la potencia católica.
etc.
El punto central del mensaje de La Salette es que:
"Vendrán una serie de castigos y catástrofes...",
Por causa (o producto), de los pecados de los hombres.
"Muchos sacerdotes se apartarán de la sana
doctrina." Una triste realidad hoy en día, de
la que nosotros tenemos mucha culpa por no haber rezado suficientemente
por ellos. Y ahora satanás ha cegado las
inteligencias de muchas almas consagradas.)
"Muchas casas religiosas se apartarán de
la verdadera fe." Vivimos en un desconcierto doctrinal
sin precedentes. Nuestra Señora hace referencia al
anticristo, y que Roma perderá la fe y se convertirá en
su sede. (Afirmaciones que no chocan con lo revelado en la
Sagrada Escritura.) Dios permitirá a Satanás
tentar a los hombres y al mundo y éste llegará al
caos, al desorden y la desesperación. Y por un acto
de su justicia y su misericordia mandará purificar
y renovar al mundo, y a su Iglesia, y la vida en la Tierra
continuará con aquellos hombres justos y orantes que
supieron estar vigilantes a los mensajes marianos y al espíritu
cristiano, y vendrá entonces, -como está profetizado-,
el reinado de los Sagrados Corazones de Jesús y de
María.
La Santísima Virgen clarifica en La Salette los Últimos
Tiempos, y hace una llamada a los verdaderos imitadores de
su Hijo, a los "Apóstoles de los Últimos
Tiempos", que ayudarán al triunfo definitivo
de Jesucristo, con Paz y reconciliación de Dios con
los hombres, cuando la Santa Iglesia será piadosa,
fuerte, humilde e imitadora de las virtudes de Jesucristo.
Según la tesis de que estamos en los ULTIMOS TIEMPOS,
el "Final de los Tiempos", (no el fin del mundo),
y que una purificación dará lugar a la conversión
de los judíos y del mundo, lo fundamental del Secreto
de La Salette, referido a la época actual, es "LA
GRAN APOSTASIA" denunciada ya por Pablo VI: "el
humo del infierno se ha infiltrado en la Iglesia".
Con una especial responsabilidad del clero. Una crisis
espantosa de la Iglesia, una persecución religiosa, y castigos
apocalípticos; castigos también anunciados
en Fátima, y en otras apariciones: "Varias naciones
serán aniquiladas..."
«En cuanto a las revelaciones privadas, es mejor
creer que no creer en ellas; porque si crees y resultan
ser verdaderas,
te sentirás feliz de que creíste, porque
Nuestra Santa Madre lo pidió. Y si resultan
ser falsas, tú recibes
todas las bendiciones como si fueran verdaderas, porque
creíste
que eran verdad.» (Papa Urbano VIII, 1636)