Representados normalmente
con oro, incienso y mirra en las manos.
Patronazgo
Los Reyes Acaquilpan (México)
La Paz, Estado de México (México)
Los
Reyes Magos de Oriente (o simplemente Reyes Magos) es el
nombre por el que la tradición denomina a los visitantes
que, tras el nacimiento de Jesús de Nazaret, acudieron
desde países extranjeros para rendirle homenaje y
entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro,
incienso y mirra.
Los Evangelios solo hablan de «magos», en ninguna
parte se indican sus nombres, ni que fuesen reyes, ni que
fueran tres (número que posiblemente se deba a la
cantidad de obsequios ofrecidos). Estas creencias fueron
agregadas varios siglos después y se han mantenido
en la tradición popular.
Según la creencia católica, estos magos eran
representantes de religiones «paganas» de pueblos
vecinos, que los Evangelios ven como las primicias de las
naciones que aceptarán la religión católica.1
En algunos países (normalmente hispanohablantes) existe
la tradición de representar a los reyes trayendo los
regalos que los niños les han pedido en sus cartas
durante la noche anterior a la Epifanía.
Los Reyes Magos por tradiciones de algunos países
forman parte del pesebre junto a José, el niño
Jesús y María
La palabra «mago», proviene del elamita ma-ku-ish-ti,
que -pasando por el persa ma-gu-u-sha y por el acadio ma-gu-shu-2 llegó al griego como magós, plural:
magoi y de ahí al latín magi, /mágui/
(cf. magister, /maguíster/) de donde llegó al
español.
Eran los miembros de la casta sacerdotal medo-persa de la época
aqueménide y durante todo el reinado de Darío
el Medo (521-486 a. C.)
La figura católica de los Reyes Magos tiene su origen
en los relatos del nacimiento de Jesús, algunos, fueron
integrados de los evangelios canónicos que hoy conforman
el Nuevo testamento de la Biblia. Concretamente el Evangelio
de Mateo es la única fuente bíblica que menciona
a unos magos (aunque no especifica los nombres, el número
ni el título de reyes) quienes, tras seguir una supuesta
estrella, buscan al «rey de los judíos que ha
nacido» en Jerusalén, guiándoles dicha
estrella hasta Jesús nacido en Belén, y a quien
ofrecen ofrendas de oro, incienso y mirra.
Las tradiciones antiguas que no fueron recogidas en la Biblia
?como por ejemplo el llamado Evangelio del Pseudo Tomás
(o Evangelios de la infancia (de Tomás)) del siglo
II? son sin embargo más ricas en detalles. En ese
mismo evangelio apócrifo se dice que tenían
algún vínculo familiar, y también que
llegaron con tres legiones de soldados: una de Persia, otra
de Babilonia y otra de Asia.
Según interpretaciones posteriores, los Magos fueron
considerados originarios de Europa, Asia, y de África
respectivamente. Sin embargo, el último libro escrito
por el papa Benedicto XVI sobre Jesús de Nazaret, «La
infancia de Jesús», destaca que los Reyes Magos
probablemente no venían de Oriente, como se ha creído
tradicionalmente, sino de Tartessos, una zona que los historiadores
ubican entre Huelva, Cádiz y Sevilla (Andalucía,
España). Dice textualmente que «Así como
la tradición de la Iglesia ha leído con toda
naturalidad el relato de la Navidad sobre el trasfondo de
Isaías 1,3, y de este modo llegaron al pesebre el
buey y el asno, así también ha leído
la historia de los Magos a la luz del Salmo 72,10 e Isaías
60. Y, de esta manera, los hombres sabios de Oriente se han
convertido en reyes, y con ellos han entrado en el pesebre
los camellos y los dromedarios», relata Benedicto XVI
y continúa: «La promesa contenida en estos textos
extiende la proveniencia de estos hombres hasta el extremo
Occidente (Tarsis, Tartessos en España), pero la tradición
ha desarrollado ulteriormente este anuncio de la universalidad
de los reinos de aquellos soberanos, interpretándolos
como reyes de los tres continentes entonces conocidos: África,
Asia y Europa».3
Pero el secretario general de la Conferencia Episcopal, monseñor
Juan Antonio Martínez Camino, recuerda que en ningún
momento el Santo Padre dice que «los Reyes Magos fueran
andaluces, lo que explica el Papa es que los magos no eran
otra cosa que buscadores de la verdad. Representaban a todos
los hombres buscadores de Dios de todos los tiempos y de
todos los lugares y eso incluía a todo el mundo hasta
entonces conocido y cuyo límite occidental era Tartessos,
en la península ibérica», explica. Al
mencionar a Tartessos, Benedicto XVI se refiere a este límite
geográfico que tenía el mundo en el siglo I
a. C, «los Magos son de Oriente pero que en esa inquietud
por buscar a Dios están representados los hombres
buscadores de Dios de todos los lugares y de todos los tiempos».4
Con respecto a los nombres de los reyes (Melchor, Gaspar
y Baltasar) las primeras referencias parecen remontarse al
siglo V a través de dos textos, el primero titulado
Excerpta latina bárbari, en el que son llamados Melichior,
Gathaspa y Bithisarea.5 y en otro evangelio apócrifo,
el Evangelio armenio de la infancia, donde se les llama Balthazar,
Melkon y Gaspard.6 Los nombres son además diferentes
según la tradición siriaca.
Índice
1 Mención en la Biblia
1.1 Otras interpretaciones
2 Historia y leyenda
3 Los nombres y número de
los Reyes Magos
4 Festividad
4.1 Costumbres relacionadas con los Reyes
Magos
4.2 Otras costumbres del día 6 de enero
5 Arte
5.1 Monumentos dedicados a los Reyes Magos
6 Véase
también
7 Notas y bibliografía
Mención
en la Biblia
Es poco lo que el Evangelio de Mateo menciona sobre los
Magos de Oriente. En particular, no menciona un número
específico de ellos aunque sí se menciona
que entregaron tres regalos.
Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá
en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente
a Jerusalén unos magos diciendo: « ¿Dónde
está el rey de los judíos que acaba de nacer?».
Evangelio
de Mateo (2,
1-2),
versión
Reina-Valera,
1960
Y al entrar en la casa, vieron al niño
con su madre María, y postrándose, lo adoraron;
y abriendo sus tesoros, le ofrecieron regalos: oro, incienso
y mirra.
Evangelio
de Mateo (2,
11),
versión
Reina-Valera,
1960
Si bien parece
contradictorio
que practicantes
de la magia
(severamente
amonestada
tanto en
el Antiguo como
en el
Nuevo testamento)
sean
admitidos
como adoradores
de Jesús,
hay que tener en cuenta que el término griego magós
no era utilizado únicamente para referirse a los hechiceros.
Se utiliza, en este caso, para referirse a ‘hombres
sabios’ (así se los llama en diversas versiones
de la Biblia en inglés) o, más específicamente,
hombres de ciencia. De hecho, también poseían
conocimiento de las Escrituras (Mateo 2:5-6). Es posible
que estos magos pertenecieran a la religión
zoroastra.7
Mateo no
deja ver
que fueran
astrólogos que conocieran
con precisión el movimiento de alguna estrella (2:7)
a pesar de ser esta la creencia general. Aunque bien intencionados,
su visita es causa de turbación general y despierta
la desconfianza de Herodes (2:3), pues veía al nuevo
Mesías como un rival. A pesar de ser anciano y de
haber reinado ya por más de treinta años, Herodes
les ruega que averigüen el sitio preciso del nacimiento
del Mesías (2:8) con el fin de poder, así,
acabar con su potencial competidor. Los sabios, que no sospechan
eso, encuentran al Niño, lo adoran y obsequian oro,
incienso y mirra (2:11). Un ángel previene a los magos
de las intenciones que Herodes guardaba (2:12), así que
no regresan donde él. Iracundo, el rey manda a matar
a todos los niños menores de dos años. Para
entonces, José ha sido avisado en sueños
(2:13) de
que debe
huir a
Egipto con
los suyos.
A partir de
ese relato,
se han
ido elaborando
numerosas leyendas
sobre
los hechos
y la personalidad
de estas tres
figuras,
incluyendo
el presunto
estatus
real.
Según la interpretación de José Luis
Sicre, en el tiempo en que fue escrito el Evangelio de Mateo
se estaba produciendo un incremento de conversiones paganas
al cristianismo frente a las de los propios judíos.
La incursión de estos fragmentos sobre los magos de
Oriente en el Evangelio de san Mateo subraya este hecho y
lo utiliza como argumento de conversión: si los de
fuera vienen y lo adoran (se convierten) ¿cómo
no os dais cuenta los que lo tenéis entre vosotros?
También existen otras interpretaciones astrológicas
y cabalísticas sobre la figura de los Reyes Magos.
Según la interpretación ofrecida por Eric Rodríguez,8 se tiene lo siguiente:
Ya el término griego μάγος había caído en un uso peyorativo o deteriorado desde al menos el siglo tercero antes de Cristo (cf versión Septuaginta) por la extracción de su origen y contexto cultural, y que es como se usa aún en la época del Nuevo testamento (cónfer Hechos de los apóstoles, 8, 9; 13, 6; 19, 13). No obstante, en el texto original griego de Mateo 2:1 dice:
"…he
aquí (unos) Magos desde Oriente se encontraban por
Jerusalén".
A diferencia de los magos que ya se encontraban dispersos
en tierra de Israel y todo el mundo helénico, el énfasis
que se emplea al decir “de Oriente”, marca un
cambio de connotación: el autor busca traer a la mente
un personaje asociado con el Oriente, diferente a los sabios
convencionales de Israel (rabinos), que conociera además
las profecías mesiánicas y que fuera autoridad
bíblica para el lector judío (ya que se acepta
a nivel general que el Evangelio de Mateo fue escrito para
hebreos y aún en lengua hebrea según el testimonio
de casi todos los padres de la iglesia).
Hay que tener en cuenta además qué significaba
el Oriente para los judíos: Pues bien, no era otra
cosa que Babilonia, pues hasta Damasco, se consideraba parte
de la tierra de Israel.9 Pues bien, la figura que tratamos
de presentar, podría corresponder a un título
muy particular en arameo: Medinja’ey, o “Doctores
Babilónicos de la tradición oral” que
perduraría en escuela hasta entrado el siglo octavo
D.C.10 en Babilonia y quienes conociendo la interpretación
de lo dicho en Números 24:17 (cf. Tárgum de
Onqlós/Onkelos sobre este pasaje), habrían
sido guiados por el dios Yahvé hasta el Mesías,
no según la famosa estrella como hasta ahora se ha
entendido, sino que esa estrella era el mismo Mesías
según el lenguaje judío y midráshico
contemporáneo.
Historia
y leyenda
La tradición más difundida cuenta que vinieron
de Oriente, en número de tres, y que iban guiándose
por una estrella (celebérrimamente conocida como
La estrella de Belén) que les condujo hasta Belén.
Allí buscaron al Niño Jesús recién
nacido y le adoraron, ofreciéndole oro (representando
su naturaleza real, como presente conferido a los reyes),
incienso (que representa su naturaleza divina, empleado
en el culto en los altares de Dios) y mirra (un compuesto
embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento
y muerte futura de Jesús). Antes de llegar, encontraron
al rey Herodes el Grande en la ciudad de Jerusalén,
quien astutamente les conminó a que, de regreso,
hablaran con él para darle noticia del sitio exacto
donde se encontraba dicho niño; y, así, poder
ir él también a adorarle. (En realidad, lo
que quería era darle muerte, por eso ordenó
la matanza de los inocentes).
La historia sigue contando cómo un ángel se
apareció a los magos y les advirtió del peligro
que corría Jesús si ellos obedecían
el deseo de Herodes. Así pues, no volvieron por el
mismo sitio. Parece ser que, solo por el hecho de que el
relato evangélico indicara que trajeron tres dones
(oro, incienso y mirra), se dio por sentado que eran tres
los personajes que los traían. Aunque también
en algún momento las distintas tradiciones han señalado
que eran cuatro, siete y hasta doce.
La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos
a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo,
en Rávena (Italia). El friso de la imagen está
decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan
la procesión de las Vírgenes. Esta procesión
está conducida por tres personajes vestidos a la
moda persa, tocados con un gorro frigio y su actitud es
la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen
que está sentada en un trono y tiene al Niño
en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden
leer tres nombres, de derecha a izquierda: Gaspar, Melchior,
Balthassar...
Poco a poco la tradición ha ido añadiendo
otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho
representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad,
representantes de las tres edades del hombre y representantes
de los tres continentes (Asia, África y Europa).
La llegada de los Reyes Magos es un tema tratado también
en los Evangelios apócrifos. Según la tradición
esotérica aplicada al cristianismo, estos personajes
procedían del lugar donde se encontraba el Preste
Juan.
Otra leyenda cuenta que, después de la resurrección
de Jesús, el apóstol Tomás los halló
en Saba. Allí fueron bautizados y consagrados obispos.
Después fueron martirizados en el año 70 y
depositados en el mismo sarcófago. Los restos fueron
llevados a Constantinopla por Santa Elena. Posteriormente,
Federico I Barbarroja, en el siglo XII, los trasladó
a Colonia, donde hoy reposan con las coronas que supuestamente
llevaron durante su existencia. Miles de peregrinos empezaron
a llegar a Colonia, lo que propició que en 1248 se
iniciara la construcción de la catedral de Colonia,
que llevaría más de 600 años terminarla.
Hoy día es uno de los monumentos góticos más
impresionantes de Europa. Colonia se ha convertido junto
con Roma y Santiago de Compostela en uno de los grandes
centros de peregrinación. Igualmente, existen leyendas
que hablan de un cuarto rey mago.
Los
nombres y número de los Reyes Magos
Según las diversas tradiciones de los reyes magos,
el número de ellos varía; así se puede
encontrar los siguientes reyes magos:
Tres
Reyes Magos: Si bien la Biblia
explica que fueron tres los regalos otorgados por los
magos al
Niño
Jesús,
la primera referencia concreta respecto al número
de Reyes Magos la da Orígenes, un conocido
escritor eclesiástico, en el siglo IV.11 En el siglo V, el Papa León I el Magno estableció oficialmente
su número en 3 para toda la cristiandad.12 A mediados del siglo VI, en la iglesia de San Apolinar
Nuovo, en
Rávena
(Italia) se les asignaron los nombres de "Melchor", "Gaspar" y "Baltasar",13 que supuestamente equivalen en griego a "Appellicon", "Amerín" y "Damascón" y
en hebreo a "Magalath", "Serakin" y "Galgalath".
Según una leyenda, sus restos se encuentran
en la Catedral de Colonia, Alemania, donde se encuentra
el llamado
Relicario de los Tres Reyes Magos.
Doce
reyes magos: Los armenios suponen que fueron 12, por lo
que les asignan doce nombres diferentes. Estos
nombres tampoco se mencionan en la Biblia.
Los reyes magos son conocidos también como los
Santos Reyes.
Arqueta gótica con las supuestas
reliquias de los Reyes Magos,
en la Catedral de Colonia (Alemania) Fotografía
Festividad
Adoración de los Magos. Tabla Gótica
de Gerard David (S.XVI). Flandes Fotografía
Con
el tiempo, en países de tradición
católica, se adoptó la costumbre de celebrar
al mismo tiempo el día de la Epifanía (el
6 de enero) y la festividad de los Reyes Magos, conjugándose
así la manifestación de Jesús al
mundo no judío con la fiesta de estos personajes
que representaban justamente ese mundo de gentiles. Poco
a poco, se fue olvidando el significado verdadero de
la palabra epifanía y la convirtió en un
sinónimo de adoración de los Magos.
El día 6 de enero es festivo en Argentina, España,
México, Puerto Rico, Paraguay Uruguay y
Colombia14 y no lo es en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa
Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú,
Puerto Rico y Venezuela --> en partes de Alemania
(en Baviera, Baden-Württemberg y Sajonia-Anhalt),
en Austria, Croacia, Eslovaquia, Finlandia, Italia, Liechtenstein,
Suecia, y en partes de Suiza (Schwyz, Tessin, Uri y algunas
comunidades del cantón Graubünden).
Costumbres
relacionadas con los Reyes Magos
En España,
frente a la reciente introducción de Papá Noel
en las costumbres navideñas debido a la influencia
de la cultura estadounidense y otros países extranjeros,
es tradicional que los regalos de Navidad a los niños
los traigan los Reyes Magos la noche del 5 al 6 de enero.
Antes, los niños deben mandarles una carta a los reyes
pidiendo los regalos que quieren así como indicar
los méritos por los que se merecen recibir regalos.
La noche del 5 de enero los niños deben dejar sus
zapatos en algún lugar de la casa. Al día siguiente
se encuentran allí los regalos o, en el caso de haber
sido malos, carbón en su lugar. El día 6 de
enero es festivo en toda España, tiene por tanto consideración
de fiesta nacional. También reciben regalos los adultos.
Es típico desayunar el Roscón de Reyes que
en muchos lugares también se toma la víspera
para merendar o como postre de la cena. En España
estos roscones suelen contener una figurita navideña.
Niño entregando su carta a los Reyes Magos Fotografía
En
varios países
de Hispanoamérica existe la costumbre adoptada de
los españoles de que los niños reciban regalos
de los Reyes Magos, bien en la víspera, es decir,
a la medianoche del 5 de enero, o en la mañana del
6 de enero (Argentina, México, República Dominicana,
Puerto Rico, Paraguay y Uruguay).
Es normal que los niños escriban una carta dirigida
a los reyes solicitando los regalos que desean así como
asegurando su buen comportamiento durante el año ya
que, según la tradición, los niños que
se portan mal reciben carbón dulce en vez de regalos.
La mayoría de los servicios postales aceptan estas
cartas.15 16 En fechas
más recientes ha empezado también
la práctica de escribir a través de e-mail17 o
incluso dirigirse directamente a su página web.18
19 20
Al igual que la costumbre anglosajona en
torno a Santa Claus, es frecuente que los reyes magos
aparezcan en tiendas de regalos y centros comerciales,
donde los niños tienen la oportunidad de tomar
una foto sentados en sus rodillas y entregar la carta
con sus peticiones directamente. La representación
consta normalmente de un escenario con tronos y los símbolos
característicos, como figuras o dibujos de camellos,
la estrella, un buzón y adornos de aspecto oriental.
En los tronos es donde se sientan los reyes, habitualmente
se trata de empleados caracterizados. En ocasiones se
representan los tres reyes de la tradición, pero
dependiendo de las circunstancias o el tamaño
del escenario, puede incluirse únicamente uno.
Además van acompañados de un paje, personaje
característico que se encarga de conducir a los
niños desde donde esperan con sus padres hasta
los reyes y de recoger las cartas.
En algunos lugares,
las autoridades organizan la llamada Cabalgata de Reyes
el día 5 de enero, durante la cual los personajes
suelen ir montados a caballo o en carrozas, vestidos con
mantos y coronas, en lugar de la vestimenta frigia totalmente
desconocida. En la mayoría de sitios donde sale la
cabalgata, aparte de ir en ella los Reyes Magos, también
hay carrozas de otros temas y distintos personajes, como
pueden ser personajes infantiles y demás. El siguiente
día, el 6 de enero, es festivo nacional. Ese día
los niños disfrutan sus obsequios.
En España, los Reyes Magos ponen los regalos donde
los niños han dejado sus zapatos. También
se dejan dulces para obsequiar a los Reyes Magos e incluso
agua o comida para los camellos, que es el medio de transporte.
En México, el día 5 de enero los niños
escriben cartas a los reyes magos pidiéndoles un
juguete, y al día siguiente dependiendo de su comportamiento
del año anterior reciben su regalo. Por la noche
se parte una Rosca de reyes que es tomada con chocolate,
café o atole. Aquí se encuentra el segundo
santuario más importante del mundo con respecto a
los Tres Santos Reyes, ubicado en la ciudad de Tizimín,
Yucatán; siendo visitado por millares de personas
durante las fiestas religiosas en su honor celebradas a
finales de diciembre y principios de enero.
En Puerto Rico, la noche del 5 de enero los niños
corren por el patio recogiendo grama. Ponen la grama en
una caja de zapatos y colocan la caja junto a su cama. La
grama es usada para alimentar a los camellos. Los reyes
entonces dejan regalos en las cajas.
En Perú, ha caído en desuso el dar regalos
a los niños en esta fecha. La celebración
que se acostumbra es la llamada Bajada de Reyes, que consiste
en que una familia o comunidad realiza una pequeña
celebración mientras se va desmontando el Nacimiento.
Cuando se trata de una comunidad, es costumbre dejar dinero
mientras se retiran los adornos y figuras. Esta tradición
incluso ha llegado a empresas privadas, las cuales realizan
dicha celebración entre los miembros de la misma.
En Paraguay, los niños envían en los días
previos una carta a los Reyes Magos, pidiéndoles
un regalo y exponiéndoles la razón por la
que se merecen uno. La noche anterior, dejan pasto, u otro
tipo de alimento, y agua para los camellos que los Reyes
Magos utilizan tradicionalmente como medio de transporte,
junto a estas ofrendas, también dejan sus zapatos
y a la mañana siguiente encuentran un regalo, si
fueron buenos, o carbón si ocurrió lo contrario.
Otras
costumbres del día 6 de enero
Es interesante notar que, en tiempo de la colonización
española, especialmente en Cuba, República
Dominicana, Puerto Rico, México y Uruguay este día
era de asueto para los esclavos negros que salían
a las calles a bailar al ritmo de sus tamboras. Esto origina
el nombre de Pascua de los Negros con que el día
es aún conocido en algunos países como en
Paraguay donde la comunidad Afro paraguaya celebra el día
de su santo (San Baltasar).21
Los países de habla inglesa dedican el día
6 de enero a desmontar los adornos de la Navidad. Esta costumbre
también se ha extendido a países de América
Latina, convirtiéndose el 6 de enero en el último
día de la temporada navideña. Antiguamente
se celebraban festejos con ese motivo y se cocinaba un pastel
en el que se escondía un haba o una pequeña
moneda de plata. La persona que encontraba el haba o la
moneda era nombrada rey judío o señor del
desorden y se veía obligada a encargarse de los festejos
de esa noche. Con el tiempo, la fiesta fue evolucionando
y se incluyeron bailes de máscaras y representaciones
teatrales. Esta tradición dio origen en España
al típico roscón de reyes (también
llamado rosca de reyes) que se toma en ese día y
que esconde una pequeña sorpresa en su interior.
En México, dicha rosca tiene en su interior varios
muñecos pequeños de plástico los cuales
representan al niño Jesús; aquella persona
que en el momento de partir la rosca encuentra alguno de
ellos, es encargado de hacer o invitar tamales y atole el
2 de febrero, día de la Candelaria.
En el año 1601 los abogados de Londres encargaron
a Shakespeare una obra de teatro que se tituló Noche
de Reyes y fue representada ante la reina Isabel I.
Arte
Desde la antigüedad,
el tema de los Reyes Magos ha sido motivo de representación
por artistas, pintores y escultores y también en la
literatura. Han sido retratados habitualmente en número
de tres; otras veces, cuatro; y, excepcionalmente, en número
de dos. Es un tema abundantemente tratado durante la historia.
Hasta finales del siglo XIV no se comenzó a representar
a uno de los magos de color negro, y solo a partir del siglo
XVI fue cuando se generalizó esta forma de representarlos.
Tímpano románico en
Ahedo de Butrón
con la Adoración de los Reyes Magos Fotografía
En
las arquivoltas que enmarcan el tímpano
de la portada románica de la Iglesia de Santo
Domingo de Soria, del siglo XIII, se encuentra una de
las representaciones más inusual de los Reyes
Magos en el arte. Se trata del llamado "sueño
de los Reyes Magos". En la representación,
labrada en piedra, se representa a tres hombres barbados,
de iguales rasgos físicos y sin corona real, tumbados
hacia arriba en representación de su sueño
y, junto a ellos, el ángel que según el
evangelio de Mateo les advierte en sueños de la
intención de Herodes de matar a Jesús y
que desencadenó la llamada matanza de
los inocentes (que se representa en la siguiente
arquivolta).
Entre los pintores que representan la escena
de la Adoración
de los magos, pueden citarse Andrea Mantegna, Botticelli,
Giotto, Leonardo da Vinci, El Bosco, Velázquez,
Rubens, Durero.
Por supuesto el cine no es ajeno a la figura de
los Reyes Magos. Desde Vida y pasión de Jesucristo
(1907), de Ferdinand Zecca, hasta La Natividad (2006),
numerosas películas han incluido a estos personajes
en alguna escena.22
Monumentos dedicados
a los Reyes Magos
En
la plaza de los Reyes Magos de la localidad alicantina
de Ibi se encuentra un monumento dedicado
a la figura de los tres Reyes Magos de Oriente,
tan entroncados con la industria juguetera y de fuerte
implantación
en la localidad desde principios del siglo XX. Dicho
monumento, de 5,8 toneladas, fue inaugurado el 5 de enero
de 1974 y es una obra en piedra caliza del escultor granadino
D. Aurelio López Azauste.23
Otra localidad que también ha honrado a la figura
de los tres Reyes Magos de Oriente es Juana Díaz,
en la isla caribeña de Puerto Rico. Este pueblo
es sede de las más destacadas devociones en honor
a los tres Reyes Magos, y como homenaje al arraigo de
esta tradición entre los puertorriqueños
hay dos monumentos dedicados a los Reyes Magos:
El
más antiguo ubicado en la plaza de recreo
frente al Ayuntamiento y la parroquia católica
de San Ramón Nonato. Esta escultura fue
erigida por el Consejo Juanadino Pro Festejos de
Reyes el 6 de enero
de 1986. Fue obra del barranquiteño
Naldo de la Loma.24
El más reciente se encuentra
ubicado cerca de la intersección
de la carretera PR-149 y la autopista
Luis A. Ferré (entrada sur
a la localidad de Juana Díaz).
Fue erigido por el Ayuntamiento
de Juana Díaz el 24 de diciembre
de 2000.25
En Logroño, el 5 de enero de
2009, fue inaugurada por los Reyes Magos la escultura
que les representa
en la rotonda situada junto al Estadio Las Gaunas,
sobre el que aterrizan en helicóptero cada 5
de enero.26
Monumento a los Reyes Magos en Ibi, Alicante Fotografía
Notas
y blibliografía:
Librería Editrice Vaticana (5 de noviembre de
2003). «Catecismo
de la Iglesia Católica - IntraText». www.vatican.va
pág. 528. Consultado el 31 de diciembre de 2010.
Inscripción de Behistún.
Artículo
de ABC sobre el libro del Papa.
Artículo
de ABC sobre el libro del Papa.
Página 51B de la Excerpta
Latina Bárbari: «En
esa época, durante el reinado de Augusto,
el 1 de enero los Magos le trajeron regalos y lo
adoraron. Los nombres
de los Magos eran Bithisarea, Melichior y Gathaspa».
(«At that time in the reign of Augustus, on
1st January the Magi brought him gifts and worshipped
him. The names
of the Magi were Bithisarea, Melichior and Gathaspa»).
Évangiles apocryphes-Paul. París:
Peeters, 1914.
Enciclopedia
Católica. «Reyes
Magos».
Consultado el 29 de junio de 2009.
"Los
Magos, la estrella y el relato de Mateo 2"
Diccionario
Teológico del Nuevo Testamento
por Gerhard Kittel.