Nuestra Madre y Señora de la Consolación
de Granada, se constituye como Titular Mariano y cuarto
Titular de la Hermandad del Santísimo Cristo de
San Agustín de la mencionada ciudad andaluza.
Razones teológicas e históricas justifican
dicha advocación en el seno de esta Hermandad de
la Semana Santa granadina. El nombre de la Virgen María,
asociada por voluntad divina a las tareas redentoras, se
asocia también al carácter Paráclito
del Hijo del Hombre, apareciendo así como intercesora
ante Dios, mediadora y tal y como queda reflejado en las
Letanías lauretanas: "Consuelo de los Afligidos" (del
latín: Consolatrix Afflictorum). Como en el apartado
histórico veremos la advocación de "Consolación" se
retrotrae a plena Edad Media y ha sido custodiada dicha
advocación por la Ciudad de la Alhambra hasta nuestros
días.
Hay que remontarse, en primer lugar, a la devoción
mariana de los Hermanos de la Cuerda o Correa de San Agustín,
especie de terceros que abundaron pronto en el convento
que se erigió hacia 1553 más o menos en el
lugar que actualmente es Mercado Municipal de San Agustín.
Los hermanos solían vestir en sus funciones principales
el hábito y el cinturón agustinianos. Celebraban
solemnes cultos mensuales, con procesión claustra.
Esta hermandad, de acentuado contenido espiritual, se encontraba
puesta bajo la protección de Nuestra Señora
de la Consolación, centro de devoción de
sus hermanos. Era una advocación muy querida por
la orden Agustina. De hecho, también se le veneraba
en el convento de agustinos descalzos de Loreto, en el
Albaicín.
En 1677 cristalizó la devoción a Nuestra
Señora de la Consolación, en forma
de una nueva hermandad, en el convento de San Francisco
Casa Grande. Este importante caudal devocional, centrado
en la imagen dolorosa de María, es, por tanto,
coetáneo de la fundación de la Hermandad
del Santo Cristo de San Agustín. Al frente
de la cofradía mariana se encontraba, como
era costumbre, un hermano mayor y un mayordomo y
entre sus cargos incorporaba la figura, popular por
entonces, del padre de ánimas. La renovación
de cargos tenía lugar en el cabildo general
celebrado cada año por Pascua de Resurrección.
Las reglas de esta hermandad mariana fueron aprobadas
en agosto de 1678, siendo Arzobispo de Granada Fray
Alonso Bernardo de los Ríos y Guzmán.
Lo más curioso es la procedencia de sus cofrades:
eran gallegos residentes en Granada. Ciertamente
era habitual que los “naturales” de otras
regiones o de otros países erigieran cofradías
propias. En Granada las hubo también de asturianos,
de portugueses y de franceses.
Poseyó capilla propia y una estrecha vinculación
con una de las hermandades más destacadas
del cenobio franciscano y germen de las cofradías
penitencias de la ciudad: la Santa Vera Cruz. Esta
vinculación se observa desde su origen y se
reforzó en 1690. En virtud de una concordia,
los Hermanos de la Consolación participaban
acompañando a su imagen mariana en la estación
de penitencia que realizaba la Vera Cruz entre la
noche del Jueves y la madrugada del Viernes Santo.
Además de esta faceta procesional, celebraba
la función principal de la Virgen el primer
domingo de julio, consistente en misa solemne con
sermón y posterior procesión. El estandarte
y la cera de la hermandad acompañaban también
el entierro de sus hermanos.
La advocación
de Nuestra Señora de la Consolación se hallaba
también presente de forma íntima y callada,
aunque vestida la imagen con muchas joyas y adornos, en la
clausura del convento de religiosas del Santo Ángel
Custodio. No era una imagen cualquiera, pues estaba muy presente
en la vida de la comunidad y especialmente, relata el P.
Torres, cuando todos los trienios al elegir o reelegir Abadesa,
nombran por principal Prelada a una imagen de Nuestra Señora
de la Consolación, muy devota, que está en
la clausura, de quien por este título han recibido
singulares favores.
Análisis Artístico
Se trata de una imagen que se erige como titular Mariano
de la Hermandad del Santo Cristo de San Agustín (Granada)
y que cuenta con la advocación de María Santísima
de la Consolación. La obra actual se debe a las manos
del sevillano Antonio Joaquín Dubé de Luque
que esculpió la imagen por encargo en los años
90. Se trata ésta en cuestión de una Dolorosa
de vestir, realizada en madera de cedro. Es una obra en bulto
redondo, pedestre y que no presenta movimiento. De composición
simétrica en el candelero, que presenta forma troncocónica,
y en el torso, ambas manos tienen una composición
dinámica alternando la posición de los dedos,
formando los de la mano izquierda si trazamos una línea
imaginaria entre los dedos índice, corazón
y anular una "M" que representa la inicial del
nombre de María. El rostro de la escultura está ligeramente
inclinado hacia la izquierda y en ellos se aprecia un sentimiento
de dolor que viene dado por la tímida apertura de
la boca, los ojos entrecerrados, siendo éstos polícromos
y no postizos en color marrón que reflejan una mirada
perdida, juntamente por las cuatro lágrimas que le
bañan la faz. La vestimenta que luce corre a cargo
del vestidor Francisco Garví Fernández, hermano
del Santo Cristo.
Se concibió para estar acompañada del "Discípulo
Amado", San Juan Evangelista, que es obra del mismo
autor y realizada en el año 2001. En el 2008 se estrena
la imagen de María Magdalena que la acompañará,
también, para formar así la "Sacra Conversación" que
mantuvieron estos dos discípulos de Cristo junto con
la Virgen al pie de la Cruz. La imagen de "La Magdalena" es
obra del autor onubense Elías Rodríguez Picón.
Cultos
Solemne Triduo (2ª semana
de octubre)
Sagrado y Devoto Besamano (2ª semana de
octubre)
Sagrado Pésame (en Viernes Santo, antiguamente)
Extraoficial
Misa de Onomástica(en 4 de septiembre)
Enseres
Palio de sobreplateado de estilo neoclásico-imperial
diseñado por el Director Artístico
de la Hermandad, Antonio Joaquín Dubé de
Luque. La orfebrería
ha correspondido a los talleres de Orfebrería
Andaluza, regentados por la familia De los Ríos.
Techo
del palio confeccionado por los talleres de María
Felicitación Gaviero, de Málaga,
a partir del Paño Fundacional del Convento
del Ángel Custodio
fruto de una donación de las R.R.M.M. Clarisas
del Convento del mismo nombre de la Ciudad de Granada.
El techo
del palio está compuesto por un doble friso
recto con ocho escudos heráldicos acolados
con símbolos
militares, con un centenar, grosso modo, de flores
de lis bordadas en oro, y un escudo central a modo
de Gloria con
el escudo personal de Sor María de las Llagas,
Abadesa fundadora del Convento del Santo Ángel
granadino a principios del siglo XVII. Todos estos
bordados
han sido
traspasados sobre terciopelo burdeos.
Referencias
1.
LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ, M.L., "Consolación,
Madre y Señora, raíces de una devoción
granadina". Granada. 2001"