CUANDO EL SENTIMIENTO COFRADE
SE HACE VERSO Y PROSA
David Domínguez Muñoz:
Autor:David
Domínguez
Muñoz Música:Juan
Paulo Gómez Hurtado Recitador:Francisco
de Paula Muñoz Saetero:Víctor Manuel Domínguez Cárdenas Imágenes:Antonio
Pérez García y Manuel Ángel Martín
Peregrina
Fantasía Cofrade:
Nazareno
Llega
la tarde,
tres toques
y la puerta se abre,
sale el Nazareno,
único hombre
que espera la calle.
Velones
delante del paso,
Cruz de Guía
y Faroles.
Mira
tu hijo
Virgen Madre
ha sido herido
escupido y humillado.
Dios mío
¿ nadie va ayudarlo?
Veinticinco
años
de rodillas al suelo
pasos racheados
y levantás al cielo.
Comenzaron
nuestros mayores
y tras ellos nuestros padres;
al ritmo de los tambores,
las fuerzas bajo el paso,
se hacen mayores;
las fuerzas tienen pilares
y las ganas razones.
El
mimarte al llevarte;
el querer más que nada
con la cruz ayudarte;
y el fervor de los paduleños
que por siempre te atañe.
Costalero,
padre, quiero ser
costalero.
Para ayudar
a mi Cristo
a mi Cristo Nazareno
Quiero soportar
a mi Cristo
Nazareno
el peso de la cruz,
de nuestra salvación.
Noche
y día se unen
y se oye el paso
que en el silencio
la noche rompe.
Paso
a paso
formaste tu camino,
a paso pausado
tu sendero,
y con paso racheado,
tu calvario de lirios
y de romero.
El
de Cirene,
ya no puede.
Lo
quiero llevar,
junto a su cruz
lo quiero mecer,
y quiero estar
siempre a sus pies;
lo quiero llevar
para que su cruz
no le pese
como hubiere
de pesar.
No
puede ser Dios mío
que con todo lo hecho
y con todo lo sufrido,
aún sigas con fuerzas
para caminar erguido.
(Saeta)
Ver
a la Verónica
tu rostro limpiar
de camino
al Calvario;
o al Gólgota
para tu final;
junto a los soldados,
el murmullo
y el silencio,
el peso de la cruz
se hace cada vez
más intenso.
El momento se vuelve amargo
cuando la luna y el dolor
se tornan uno sólo
formando la pasión.
¡Oh! ¡Padre
Nuestro!
¡Oh, tú Nazareno!
Perdónanos
porque no sabemos
lo que hacemos,
escucha nuestra plegaria
y danos tu redención.
(Padre
Nuestro, oración)
Vamos
Costaleros,
llevad a vuestro Cristo,
llevad al Nazareno
por las calles del sufrimiento,
llevad al Cristo
que soporta los pecados
de los hombres,
que como dagas
se clavan en su pecho.
Mas
tú sigues adelante
¡oh! Jesús, el Nazareno
divina fuerza
y cuerpo carnal.
¡Costaleros!
¡Ayudad al Nazareno!
¡Al Nazareno Inmortal!