CUANDO EL SENTIMIENTO COFRADE
SE HACE VERSO Y PROSA
Oscar Guillermo Ortiz Sánchez (Antigua
Guatemala):
Santa Maria Magdalena
Santa Maria Magdalena, mi dulce santa
y consejera bendito ejemplo que Dios a puesto en
mi vida.
Que
bendición
es tenerte ante mis
ojos fiel seguidora
del señor.
Tantas
veces te he visitado
en tu suntuosa
capilla y tantas veces
he honrado tu nombre
con una oración.
Pero
hoy Señora
pareces vestida de
luz, vestida de vida,
hoy sales en magna
procesión.
El
momento impresionante
de verte cruzar el
umbral del Templo de
La Recolección
y dirigir tu mirada
serena al fondo de
mi corazón es
la cúspide de
las plegarias que te
he ofrecido en momentos
de constricción.
Tu paso Santa Maria
Magdalena es solemne.
Verte
recorrer las calles
por donde yo
también ando
me llena de jubilo,
paz y amor, eso me
dice que tu conoces
mis pasos...
En
tu rostro de consuelo
se refleja la gloria
de Dios y con tu sollozo
vas refrescando el
camino del señor.
A
pesar que tu mirada
refleja una profunda
pena en ella hay una
gran compasión
pues tu belleza es
plena y exalta la grandeza
de tu corazón.
Tu
sabes señora
lo que sufre una alma
con sed de perdón,
tu conoces lo que siento
y lo que soy.
Sé señora
bendita mi abogada
y presenta mi caso
ante el señor
dile que me he arrepentido
y que es suyo mi corazón.
Dile
al padre eterno que
me conoces y recomiéndame
para obtener su perdón.
Sé tú,
Santa Maria Magdalena
la antorcha que alumbre
mi camino hacia mi
señor Jesús.
Y
así como
tu señora alcanzaste
la gloria, pueda también
yo llegar a ganar un
peldaño en las
gradas de su trono
celestial.