CUANDO EL SENTIMIENTO COFRADE SE HACE VERSO Y PROSA
Oscar Guillermo Ortiz Sánchez (Antigua Guatemala): Sentencia de Pilatos Yo, Poncio Pilatos, que presido el imperio en Galilea y su partido. Por el emperador Tiberio, en quien está el gobierno y mando de Jerusalén. Estando en mi palacio y tribunal, doy sentencia de muerte capital. Contra Jesús llamado Nazareno por alborotador de este terreno. Porque en Jerusalén quiere ser Rey siendo hijo de Dios y autor de nueva ley. Siendo hijo de un pobre carpintero, mágico encantador y un embustero. Hijo de María la desgraciada que hoy por El se ve afrentada. Porque atrevido niega su empeño pague el tributo al César nuestro dueño. Y pidiendo todo el pueblo a gritos pague por enorme su delito, para penas y escarmientos, de ese loco y vano atrevimiento. Mando lleve la cruz a cuestas con cadenas y sogas al cuello puestas. En el monte que llaman el Calvario sea crucificado el temerario, con ladrones uno y otro a cada lado, para que sea entre inicuos reputado. Sus culpas e infamias por entero las irá publicando un pregonero. Mando que ninguno sea osado de impedirle hasta que por mí sea mandado. Pues el que libre su persona, se tendrá por traidor a la corona. Que quien de todo el pueblo es enemigo merecen que le den este castigo. Pues es conforme a leyes de justicia, que el que tal hizo pague su justicia.
Oscar Guillermo Ortiz Sánchez (Antigua Guatemala):
Sentencia de Pilatos
Yo, Poncio Pilatos, que presido el imperio en Galilea y su partido.
Por el emperador Tiberio, en quien está el gobierno y mando de Jerusalén.
Estando en mi palacio y tribunal, doy sentencia de muerte capital.
Contra Jesús llamado Nazareno por alborotador de este terreno.
Porque en Jerusalén quiere ser Rey siendo hijo de Dios y autor de nueva ley.
Siendo hijo de un pobre carpintero, mágico encantador y un embustero.
Hijo de María la desgraciada que hoy por El se ve afrentada.
Porque atrevido niega su empeño pague el tributo al César nuestro dueño.
Y pidiendo todo el pueblo a gritos pague por enorme su delito, para penas y escarmientos, de ese loco y vano atrevimiento.
Mando lleve la cruz a cuestas con cadenas y sogas al cuello puestas.
En el monte que llaman el Calvario sea crucificado el temerario, con ladrones uno y otro a cada lado, para que sea entre inicuos reputado.
Sus culpas e infamias por entero las irá publicando un pregonero.
Mando que ninguno sea osado de impedirle hasta que por mí sea mandado.
Pues el que libre su persona, se tendrá por traidor a la corona.
Que quien de todo el pueblo es enemigo merecen que le den este castigo.
Pues es conforme a leyes de justicia, que el que tal hizo pague su justicia.