Se acabó la espera un año más…

 

Anoche, el Viernes de Dolores, pareció adelantarse como un recuerdo de hace 3 años. El silencio sepulcral sólo roto por la melodía del cuarteto de capilla inundó nuestros corazones mientas que la Hermandad procedía a realizar el primer traslado, de forma solemne, de su Sagrado Titular.

Una muchedumbre esperaba, impaciente, en la plaza de la Iglesia a encontrarse con su Señor en las calles. Dos filas con fieles y devotos portando velas en absoluto silencio precedían la Sagrada Imagen que fue portada por su cuerpo de costaleros y, también, el de costaleras. Tras de Él, más de un centenar de personas acompañando a la Hermandad.

El recorrido siguió el itinerario previsto: Plaza de la Iglesia, Santísima Trinidad, Cura, del Carmen, Pintor Julio García Villena, Santa Ana, Pósito y, por último, la calle Horno hasta llegar a su Casa de Hermandad. Al llegar, sonó el arreglo de la obra Ave María interpretado por la Capilla Musical Virgen de los Dolores de nuestro pueblo y, una vez se bajó el paso, se procedió a realizar un pequeño rezo para concluir, como se debe, el traslado.

Tras los momentos de intimidad, silencio y fe que se vivieron, Nuestro Padre Jesús Nazareno quedó puesto en veneración para todo aquel que quiso acercarse para estar un ratito más cerca de Él.

Desde la Hermandad, agradecemos a nuestro cuerpo de costaleros y costaleras, a nuestros hermanos cofrades, a los fieles y devotos de nuestro Señor y a todo aquel que participó, de manera u otra, en que ayer se vivieran momentos de recogimiento, fe y respeto que, sin duda, engrandecieron este traslado.