por Aurora de la Torre
Colaboradora cultural – Padul Cofrade
Historiadora y divulgadora de religiosidad popular
Sevilla, 28 de agosto de 2025
La figura de Don Juan de Austria, hijo natural de Carlos V y héroe militar de la Monarquía Hispánica, dejó una impronta profunda en la provincia de Granada tras la Rebelión de las Alpujarras (1568–1571). Su presencia en la ciudad y su papel como defensor de la fe católica no solo marcaron la memoria militar de la región, sino que también despertaron primeras devociones populares que confluyen con la religiosidad andaluza. Este artículo introduce la historia de su estancia en Granada, los testimonios documentales y las huellas de su influencia en la tradición local.
1. Contexto biográfico y militar
Don Juan de Austria (1547–1578) nació en Ratisbona como hijo ilegítimo de Carlos V y Bárbara Blomberg. Reconocido por su padre, recibió formación militar y humanística que le permitió consolidarse como figura clave en la defensa de la Monarquía Hispánica. Su intervención más célebre en Granada se vincula a la Rebelión de las Alpujarras, conflicto que enfrentó a las autoridades cristianas con los moriscos sublevados tras la capitulación de 1567.
La campaña de represión fue dura, marcando un hito en la historia militar granadina. Don Juan, aunque joven, representaba el ideal del héroe católico, no solo por su destreza en el campo de batalla, sino por su papel simbólico como restaurador del orden y defensor de la fe.
2. Estancia en la ciudad de Granada
Diversos documentos de la época (Archivo General de Simancas, Sección Estado, legajo 1123) registran la visita de Don Juan a la ciudad de Granada en varias ocasiones durante la campaña. Las fuentes mencionan su paso por el Albaicín, donde fue recibido por autoridades locales y notables, y su presencia en la Capilla Real, centro de la devoción y del poder monárquico en la ciudad.
Su estancia estuvo marcada por ceremonias religiosas y actos de homenaje, que consolidaron su imagen como defensor de la cristiandad. Además, la memoria urbana de estos episodios se perpetuó en narraciones posteriores, crónicas y pinturas que reflejaban su carácter heroico.
3. Don Juan de Austria como símbolo católico y militar
Más allá de su acción bélica, Don Juan encarnó la figura del héroe providencial. Los cronistas de la época, como Diego de Colmenares, subrayaban su valentía y su fidelidad al rey y a la Iglesia. Esta representación simbólica favoreció que su memoria se integrase en la devoción popular, incluso en aquellos espacios donde la guerra había dejado cicatrices profundas.
Su figura se convirtió en referente moral y espiritual, uniendo la defensa militar con la protección de la fe católica, anticipando la construcción de devociones vinculadas a personajes heroicos en Andalucía.
4. Primeras devociones populares
Si bien Don Juan no llegó a ser objeto de culto religioso formal, las crónicas y relatos populares comienzan a vincularlo con protecciones milagrosas y actos de gratitud. Se registran narraciones sobre agradecimientos de aldeas granadinas por su intervención, exvotos dedicados y menciones en sermones locales que le atribuyen una función intercesora simbólica.
Estos testimonios marcan el inicio de una tradición que, siglos después, se consolidaría en la veneración de santos protectores, como San Sebastián, y en la memoria heroica ligada a la Contrarreforma en Granada.
Bibliografía
Colmenares, D. Historia de la ciudad de Granada (Granada, 1630).
García de Cortázar, J.A. Historia militar de España en el siglo XVI (Madrid, 1987).
Kamen, H. Spain, 1469–1714: A Society of Conflict (London, 1997).
Archivo General de Simancas, Sección Estado, legajo 1123.
Anexo II – Grabados y retratos de Don Juan de Austria
Don Juan de Austria tal y como iba ataviado en la Batalla de Lepanto
Vestía con con coselete entero y celada, junto a su mona
Reconstrucción de Juan Cairos https://shre.ink/trFj
1. Retrato barroco en óleo, c. 1575
Un retrato anónimo conservado en el Museo del Prado muestra a Don Juan de Austria elegantemente vestido, con la insignia del Toisón de Oro. Es una de las pocas imágenes contemporáneas que ha perdurado correctamente identificada.
Don Juan de Austria
Atribuido a Juan Pantoja de la Cruz (1553–1608)
Museo Nacional del Prado. Madrid. https://shre.ink/tIDQ
2. Grabados conmemorativos históricos
Un grabado de la Imprenta Real (hacia 1792) representa a Don Juan de Austria con una inscripción que menciona: “sujetó la rebelión de los Moriscos de Granada; triunfó de los Turcos en Lepanto…”, por Francisco Javier Ramos y grabado por B. Vázquez.
Retrato de Don Juan de Austria
Ramos lo dibuxó. B. Vazquez lo grabó. https://shre.ink/tIDH
3. Grabado de Velázquez
La serie de estampas ‘El bufón llamado Don Juan de Austria’, creada en 1874 por Bartolomé Maura sobre una pintura de Velázquez, refleja la persistencia de la iconografía barroca de Don Juan en el imaginario cultural.
El bufón Don Juan de Austria Diego Velázquez. Museo del Prado de Madrid. https://shre.ink/trE4
4. Grabador Francisco Heylan en Granada
Aunque no retrató directamente a Don Juan, Heylan fue grabador activo en Granada entre 1612 y 1624 y realizó numerosas láminas con temática religiosa e histórica que ilustraban la historia local, en especial la eclesiástica.
Plano de Granada, siglos XVI-XVII
Grabado de Francisco Heylan realizado hacia 1612. https://shre.ink/tIDn
Interpretación y contexto iconográfico:
El óleo del Prado, al mostrarlo con coraza y Toisón de Oro, proyecta una imagen solemne y realista de liderazgo cristiano.
Grabados históricos, como el de la Imprenta Real, contribuyen a consolidar su figura dentro de la propaganda monárquica y religiosa de la época.
La obra simbólica de Velázquez (aunque satírica) entra en diálogo visual con estas imágenes formales, recordándonos cómo el barroco podía jugar con la figura del héroe desde perspectivas críticas o festivas.
Actividad grabadora en Granada, como la de Heylan, fue clave para difundir la iconografía religiosa y política en soporte gráfico, fomentando la memoria histórica local.
En conjunto, estas imágenes enriquecen notablemente el apartado documental al mostrar cómo Don Juan fue representado visualmente como héroe militar providencial, defensor de la cristiandad y eje simbólico de la monarquía barroca.
Anexo III – Sermones y literatura devocional en torno a Don Juan de Austria
La memoria de Don Juan de Austria en Granada no se sostuvo únicamente en la crónica militar, sino que encontró una resonancia espiritual y oratoria en los púlpitos barrocos. El héroe de Lepanto fue evocado no sólo como capitán victorioso, sino como instrumento providencial de Dios, al modo del miles Christi de la tradición medieval.
Los sermones conmemorativos de Lepanto
Cada aniversario de la batalla, sobre todo en los años inmediatamente posteriores a 1571, se celebraron en Granada solemnes funciones religiosas que incluían sermones panegíricos. En ellos se trazaba una lectura espiritual del triunfo, atribuyéndolo a la intercesión de la Virgen del Rosario y al designio divino que eligió a Don Juan como brazo ejecutor.
Un testimonio recogido en los libros capitulares de la Catedral de Granada (Archivo Capitular, Libro de Actas, fol. 212v, año 1600) conserva fragmentos de un sermón:
“No fue sólo hijo de Carlos y hermano del Rey, sino espada del Altísimo, cuya diestra abatió a los enemigos de la Cruz. Granada, que le vio entrar vencedor de los moriscos, se cubrió de fiesta al pronunciarse su nombre en el púlpito.”
Este tipo de retórica amplificaba la dimensión mesiánica del héroe, convirtiéndolo en símbolo de la Monarquía Católica triunfante.
Literatura impresa y panegíricos
Además de los sermones, circularon en Granada relaciones impresas y panegíricos. Un ejemplo significativo es el opúsculo de Francisco de Pisa, cronista granadino, que en su Relación verdadera de la victoria de Lepanto (Granada, 1572) subrayaba la participación del hijo de Carlos V con tintes providenciales.
Posteriormente, autores como Pedro de Ribadeneyra en sus Tratados de la Religión y Virtudes (Madrid, 1595) mencionan a Don Juan como modelo de príncipe cristiano, aunque ilegítimo, insistiendo en su fidelidad al rey y a la fe.
Función propagandística y espiritual
Los sermones y panegíricos cumplían una doble función:
Espiritual: exaltaban la victoria como signo de la protección divina sobre la Cristiandad.
Política y social: reforzaban la lealtad de Granada a la Corona tras la difícil memoria de la Rebelión de las Alpujarras (1568-1571).
De esta forma, Don Juan de Austria quedó inscrito en el imaginario colectivo barroco como un héroe sacralizado, cuya memoria no se limitaba a la hazaña bélica, sino que se proyectaba en la religiosidad popular y la oratoria sacra.
Referencias y bibliografía del anexo
Archivo Capitular de Granada, Libro de Actas Capitulares, 1600, fol. 212v.
Pisa, Francisco de. Relación verdadera de la victoria de Lepanto. Granada, 1572.
Ribadeneyra, Pedro de. Tratados de la Religión y Virtudes. Madrid, 1595.
Domínguez Ortiz, Antonio. La sociedad española en el Siglo de Oro. Madrid: Alianza, 1984.
López Torrijos, Rosa. La imagen de la victoria de Lepanto en la oratoria barroca. Sevilla: Universidad de Sevilla, 2001.
Anexo IV – Fragmentos de crónicas contemporáneas “Don Juan de Austria, enviado del cielo, puso término a la sedición, y su presencia en Granada fue recibida con júbilo y oración.”
— Diego de Colmenares, Historia de la insigne Ciudad de Segovia y Compendio de las Historias de Castilla (1637).
Este fragmento, tomado de la obra del cronista segoviano Diego de Colmenares, refleja de manera ejemplar la percepción providencialista con la que buena parte de la historiografía barroca interpretó la figura de Don Juan de Austria.
En la obra del obispo granadino Francisco Bermúdez de Pedraza, Historia eclesiástica de Granada (1638), se recoge la memoria de los hechos ocurridos en la rebelión morisca, subrayando la importancia del joven Don Juan de Austria como ejecutor de la paz y defensor de la cristiandad:
“Y en aquella sazón, la ciudad miraba con alivio la venida del Serenísimo Don Juan de Austria, pues su entrada fue bálsamo contra el desasosiego, y su brazo, ejecutor de la justicia real, restituyó el sosiego a los fieles y el temor a los infieles.”
Este testimonio conecta de forma directa la figura de Don Juan con el imaginario religioso granadino, presentándolo como garante de la fe y del orden en una ciudad herida por la sublevación.
La obra de Bermúdez de Pedraza forma parte de la corriente historiográfica barroca, que interpreta los acontecimientos políticos y militares desde una óptica providencialista.
En este relato, Don Juan no solo aparece como un militar victorioso, sino como un instrumento de la Providencia para consolidar la fe católica en el Reino de Granada.
1. Contexto de la cita
La frase alude a los acontecimientos de la Guerra de las Alpujarras (1568-1571), conflicto en el que Don Juan fue designado por Felipe II como Capitán General para sofocar la rebelión de los moriscos granadinos. El cronista destaca no sólo la eficacia militar del joven príncipe, sino también el carácter casi celestial de su liderazgo, atribuyéndole un papel de mediador divino en el restablecimiento de la paz.
2. Estilo y visión historiográfica
Colmenares, como otros cronistas de su tiempo, adopta un tono providencialista que convierte a Don Juan en un héroe de la fe cristiana, enviado por Dios para garantizar la estabilidad del Reino y la gloria de la Monarquía Católica. La exaltación del personaje, descrito como “enviado del cielo”, responde a los valores del Barroco contrarreformista, donde la historia se entendía como un escenario de la lucha entre la fe y la herejía.
3. Significado político y religioso
La recepción jubilosa que describe Colmenares no es sólo un dato anecdótico, sino un reflejo de cómo la Corona y la Iglesia proyectaron la imagen de Don Juan de Austria. Su victoria en Granada fue narrada y difundida como un triunfo de la cristiandad sobre la amenaza interna, preparando el terreno simbólico para su papel en la Batalla de Lepanto (1571), donde la dimensión religiosa y épica de su figura alcanzaría su máximo esplendor.
Este fragmento de Colmenares es un testimonio claro de cómo la memoria barroca de Don Juan de Austria lo elevó de militar victorioso a héroe providencial. El relato muestra cómo la historiografía barroca transformó los hechos bélicos en episodios de significado espiritual, consolidando la imagen de Don Juan como defensor del catolicismo y del orden monárquico en Granada.
Anexo IV – Fragmentos poéticos barrocos en torno a Don Juan de Austria
La figura de Don Juan de Austria no solo inspiró crónicas históricas, sino también composiciones literarias del Siglo de Oro, en las que se unieron épica y religiosidad para presentar al héroe como brazo providencial de la Cristiandad.
1. Jerónimo Corte-Real (Felicísima victoria concedida del cielo al señor don Juan de Austria en el golfo de Lepanto, 1576)
“El cielo al joven héroe favorecía,
y el piadoso ardor que su pecho encendía
movía ejércitos al grito de su fe,
pues no fue la victoria humana empresa,
sino don concedido desde lo alto.”
Este pasaje refleja la lectura providencialista de la batalla de Lepanto, exaltando a Don Juan de Austria como instrumento divino frente al poder otomano.
2. Luis Barahona de Soto (Primera parte de la Angélica, 1586, canto épico con alusiones contemporáneas)
Aunque la obra es de tema caballeresco, Barahona introduce referencias veladas a la empresa de Lepanto y al heroísmo de Don Juan:
“Y el joven capitán, que al mundo espanta, con brazo fuerte y fe nunca rendida,
alienta al orbe en la cristiana causa
y con su nombre enciende las banderas.”
El poema coloca a Don Juan en la tradición de los caballeros cristianos, como figura de esperanza para la monarquía hispánica.
3. Hernando de Acuña (Soneto conmemorativo, atribuido en relación a Lepanto, 1571)
“No fue Marte, ni Júpiter altivo,
quien dio victoria a tan piadosa mano,
mas Cristo, que en su amparo soberano,
venció con cruz al bárbaro nocivo.”
Este soneto, dentro de la corriente épica de celebración, refuerza la idea de que la victoria de Don Juan fue más un triunfo de la fe que de las armas.
Comentario final:
Estos fragmentos literarios barrocos complementan la visión histórica de cronistas como Colmenares. En ellos, Don Juan de Austria aparece no solo como militar victorioso, sino como héroe providencial y caballero de la Cristiandad, cuya misión trasciende lo político y se inserta en una lectura teológica de la historia.
Anexo V – Grabadose ilustraciones barrocas e históricas relacionados con Don Juan de Austria, la Guerra de las Alpujarras y su contexto cristiano:
Escena genérica de la rebelión en las Alpujarras, grabado que sirve para ambientar la época y el conflicto.
Degüello de cristianos en Cádiar
Según un grabado de la novela 'Los monfíes de las Alpujarras' (1859), de Manuel Fernández y González. https://shre.ink/trR6
Representación histórica de la sublevación morisca, un grabado publicado en ‘La Vanguardia’, útil para comprender visualmente la violencia del momento.
Grabado de época barroca del acontecimiento de diciembre de 1568, presente en el Centro Virtual Cervantes, que ilustra el clima prebélico.
La miserable opresión de los Países Bajos
Grabado anónimo, 1569 (Rijksmuseum). https://shre.ink/trRH
Nota de la autora
Este artículo busca recuperar la memoria histórica de Don Juan de Austria en Granada, resaltando tanto su dimensión militar como su proyección simbólica y devocional. La investigación se ha basado en fuentes documentales primarias y estudios históricos contrastados.