El Rosario de los Títulos de María: La Letanía Lauretana cincelada en la plata del Valle
Francisco Molina Muñoz
Director de Padul Cofrade
Padul, 27 de abril de 2025
La devoción a la Virgen María se ha manifestado a lo largo de los siglos en una infinita variedad de expresiones, oraciones, arte sacro y tradiciones populares. Entre todas, la Letanía Lauretana se alza como una de las más hermosas y teológicamente ricas: un rosario de invocaciones donde cada título es un diamante en la corona de la Reina del Cielo. Esta oración, de profundo arraigo popular y litúrgico, es también un canto tallado en el tiempo, donde cada nombre de la Virgen guarda un eco de historia, fe y arte.
La Hermandad de la Borriquilla de Padul, Granada, consciente de esta riqueza espiritual, ha plasmado ese rosario mariano en una joya de orfebrería: el paso de palio de Nuestra Señora del Valle, cuyas cartelas recogen, en relieves de plata de ley, un recorrido visual y místico por la Letanía Lauretana.
La serie, formada por once representaciones que enmarcan la capilla delantera del paso, se convierte en una catequesis visual sin parangón, un poema cincelado que dialoga con la fe de quien lo contempla. Y es ahí donde el arte se convierte en oración.
I La Letanía Lauretana: origen y devoción
La Letanía Lauretana nace en el siglo XII en la Santa Casa de Loreto (Italia), lugar donde la tradición sitúa la casa de Nazaret trasladada milagrosamente por ángeles. El rezo de estas letanías marianas se consolidó en el siglo XVI y fue aprobado por el Papa Sixto V en 1587, extendiéndose por todo el orbe católico. Desde entonces, ha sido recitada tras el Rosario y en múltiples contextos devocionales, especialmente en mayo y octubre, meses marianos por excelencia.
Cada invocación de la letanía no es un simple adorno poético. Son títulos teológicos, bíblicos y místicos que condensan la identidad de María como Madre de Dios, Virgen fiel, consuelo de los afligidos, puerta del cielo o estrella de la mañana. La piedad popular los ha cantado en procesiones, los ha grabado en estandartes, y ahora, en Granada, los ha esculpido en plata.
II Un cartel mariano: el anuncio de la serie
La imagen inicial que nos recibe es un cartel ilustrativo que reproduce en forma artística los distintos títulos marianos, cada uno acompañado de su respectiva iconografía. Se trata de una suerte de guía visual, una tabla de lectura que ayuda al espectador a interpretar lo que encontrará en el frontal del paso.
Es más que un cartel: es un mapa de la teología mariana representada, un índice visual del dogma, el arte y la devoción.
III. Cartelas de plata: los títulos de María en el paso del Valle
El paso de Nuestra Señora del Valle, labrado en los talleres de Orfebrería Orobio de la Torre, acoge en su delantera y respiraderos laterales una secuencia de diez cartelas de pequeño formato y una capilla en su frontal, con columnas salomónicas a ambos lados. En ella irá, en su día, una imagen en orfebrería Las cartelas y la capilla delantera están delicadamente enmarcadas. En ellas, cada relieve representa una de las invocaciones lauretanas. Lo que en otras ocasiones se borda, aquí se cincela. Lo que en otros pasos aparece como mera decoración, aquí se convierte en predicación silenciosa.
Vamos a recorrer, una a una, estas representaciones, no solo desde la contemplación artística, sino desde su profundidad espiritual.
Rosa Mística
La Virgen como Rosa Mística es una de las imágenes más delicadas de la letanía. La rosa, flor de perfección, belleza y fragancia, representa la plenitud de la gracia en María. En la tradición cristiana, la rosa sin espinas simboliza su pureza inmaculada. Este título hunde sus raíces en el Cantar de los Cantares y fue muy cultivado en la Edad Media.
En el relieve, se representa a la Virgen rodeada de rosales floridos, con un corazón inflamado que apunta a su amor maternal. La plata, bruñida y pulida, parece perfumar la escena con su propia luz.
Torre de David
La Torre de David evoca fuerza, defensa y majestad. Es una alusión del Cantar de los Cantares (4,4): “Tu cuello, como la torre de David, edificada con almenas; mil escudos cuelgan de ella, todos escudos de valientes”.
María es la fortaleza de Israel, la que sostiene la fe en tiempos de prueba. En el relieve, la torre se yergue firme sobre rocas, como símbolo de la fe inconmovible de la Madre del Salvador. La escena está envuelta en una atmósfera de firmeza y esperanza.
Espejo de justicia
El Speculum justitiae alude a que en María se refleja toda la justicia divina. Ella es el espejo purísimo donde no hay sombra, y por tanto, el modelo perfecto del alma justa.
El relieve muestra a la Virgen sosteniendo un espejo que refleja la figura de Cristo, señalando así que su vida es transparencia absoluta de la voluntad divina. Es una de las representaciones más finas desde el punto de vista simbólico.
Trono de sabiduría
El título de Sedes Sapientiae, Trono de la Sabiduría, tiene raíces bíblicas y patrísticas. María, como Madre del Verbo encarnado —la Sabiduría de Dios hecha carne—, se convierte en el trono viviente donde reposa la sabiduría eterna. Esta imagen fue especialmente venerada en la Edad Media, muy presente en los claustros románicos y en los libros miniados.
En el relieve, la Virgen aparece sentada en majestad, sosteniendo al Niño Jesús, símbolo de la Sabiduría divina. La orfebrería dota a la escena de una serenidad solemne, destacando la realeza humilde de María.
Arca de la Alianza
María como Arca de la Alianza es una de las tipologías más poderosas de la mariología bíblica. Así como el Arca del Antiguo Testamento contenía las tablas de la Ley, el maná y el bastón de Aarón, María llevó en su seno al Hijo de Dios, el Verbo encarnado.
El relieve muestra el Arca radiante, custodiada por ángeles, con una inscripción luminosa que alude a la Presencia. Esta representación eleva a María como lugar de encuentro entre Dios y la humanidad. La plata se convierte aquí en símbolo de pureza e intangibilidad.
Puerta del Cielo
Porta Caeli, la Puerta del Cielo, es una imagen recogida por los Padres de la Iglesia y desarrollada en la iconografía medieval. María es aquella por la que entró el Salvador al mundo, y por la que los fieles acceden al Cielo.
En el relieve se ve una puerta resplandeciente, abierta de par en par, flanqueada por ángeles con cirios. Tras ella, la figura de la Virgen invita a entrar, como Madre acogedora y Reina del Paraíso. Es una de las composiciones más espiritualmente acogedoras de toda la serie.
Estrella de la mañana
La Stella Matutina es una de las advocaciones más antiguas y queridas. La estrella que precede al sol, luminosa pero no cegadora, que guía a los navegantes antes del amanecer. Así es María: precursora del Sol de justicia, Cristo.
En el relieve, la Virgen aparece coronada con estrellas, sobre un mar en calma, alzando una estrella brillante sobre su frente. Es una evocación directa a la imagen de la Inmaculada del Apocalipsis: “una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas”.
Salud de los enfermos
Una advocación especialmente querida en tiempos de aflicción. Salus infirmorum es invocada desde hace siglos en hospitales, capillas y misiones. María es consuelo, medicina del alma, fuerza en la debilidad.
El relieve la representa con delicadeza maternal, inclinada hacia un enfermo postrado, con el Niño en brazos extendiendo su mano sanadora. Es una escena de ternura y esperanza, donde la piedad se hace carne y consuelo.
Refugio de los pecadores
Tú que no desechas a nadie que acuda a ti, reza una antigua oración mariana. El Refugium peccatorum ha sido, y sigue siendo, una de las invocaciones más conmovedoras. María no es solo Madre de los santos, sino también amparo de quienes caen.
El relieve la muestra con los brazos abiertos, acogiendo a fieles arrepentidos bajo su manto, como en la antigua iconografía de la Virgo Misericordiae. Una imagen que recuerda que la misericordia de Dios siempre pasa por el corazón materno de María.
Consoladora de los afligidos
Consolar es más que aliviar: es acompañar en el sufrimiento. En esta imagen, la Virgen consuela a una mujer arrodillada, que llora en su regazo. Cristo, desde la cruz del fondo, observa la escena con mirada compasiva.
La composición remite al momento de la Piedad y a la escena de Juan 19,26: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. María es dada como madre a toda alma afligida. Este título es particularmente evocador en los desfiles procesionales, cuando la Virgen pasa entre lágrimas y saetas.
IV. Epílogo: Cuando la plata reza el Ave María
En esta obra única, la Hermandad de la Borriquilla ha creado algo más que un paso procesional. Ha construido un relicario itinerante de mariología, una exposición permanente de fe mariana, un Rosario tallado en noble metal.
El paso de Nuestra Señora del Valle no solo avanza por las calles de Granada: predica, consuela, educa. Sus relieves no son adorno, son Palabra encarnada en arte. La Letanía Lauretana no se reza con los labios, sino con la mirada. Y quien la contempla, reza sin saberlo.
Decía San Bernardo: “De Maria numquam satis” —de María, nunca se dice bastante—. Y esta serie lo confirma: nunca es suficiente para honrarla, nunca es bastante para comprenderla. Pero en cada título, en cada escena, se nos abre una ventana a la belleza infinita de aquella que es Madre de Dios y Madre nuestra.
Semblanza de la Capilla del Respiradero Delantero del Paso de Ntra. Sra. del Valle: Una Obra Maestra Cincelada en Plata
La capilla del respiradero delantero del paso de Ntra. Sra. del Valle es una de las joyas más destacadas de la hermandad de la Borriquilla, no solo por su contenido simbólico y devocional, sino también por la exquisitez de su trabajo artístico. Cincelada en plata al igual que las cartelas y los respiraderos que acompañan el paso, esta capilla se erige como un testimonio de la devoción y el esmero con los que se ha concebido todo el paso procesional.
Las Columnas Salomónicas en Plata: Símbolos de Sabiduría y Refinamiento
Las columnas salomónicas que flanquean la entrada de la capilla no solo son un elemento arquitectónico destacado, sino que, al estar cinceladas en plata, adquieren una luminosidad única que resalta su majestuoso diseño. Este acabado en plata refleja la luz de una manera especial, dando un sentido de divinidad y trascendencia al conjunto. La plata, como material precioso, se asocia tradicionalmente con el sagrado y el divino, otorgando a la capilla un carácter sublime y refinado.
Estas columnas, además de representar la sabiduría de Salomón, reflejan la majestuosidad y el poder espiritual que la Virgen, como titular del paso, ofrece a los devotos. La plata, en su brillo, puede interpretarse también como una manifestación de la pureza de María y su capacidad para iluminar el camino de los fieles que buscan refugio en su intercesión.
La Capilla Vacía: Un Espacio de Espiritualidad Pura
El vacío de la capilla, que se encuentra en el respiradero delantero del paso, es otra de sus características simbólicas más poderosas. A pesar de que la capilla no está ocupada por figuras u objetos, su espacio vacío invita a la reflexión personal y a la oración, al mismo tiempo que ofrece un espacio para que cada devoto llene ese vacío con su propia devoción y esperanza.
La luminosidad de la plata que recubre la capilla también tiene un fuerte simbolismo: la luz de la Virgen María, como guía espiritual, ilumina ese vacío para quienes se acercan a ella. La capilla vacía no es una ausencia, sino un lugar abierto para todos, un espacio donde cada fiel puede encontrar consuelo y paz interior, buscando el amparo de la Virgen María en su rol de madre consoladora.
La Plata como Refugio Espiritual: Un Llamado a la Esperanza
El hecho de que esta capilla esté cincelada en plata no es solo un detalle ornamental, sino que le confiere un profundo significado espiritual. La plata se asocia con la luz divina, la pureza y la gracia celestial. En este caso, la plata de la capilla refleja la presencia de lo sagrado en un paso que, más allá de su esplendor visual, es un medio para que los devotos se acerquen a la Virgen María en busca de su protección y consuelo.
Esta obra de arte es, en sí misma, una representación de la gracia y misericordia divina. La capilla, con su luminosidad plateada, simboliza el refugio que María ofrece a los fieles, siendo un lugar de encuentro con lo divino. En el paso, la capilla no solo sirve como componente decorativo, sino que se convierte en un símbolo de esperanza que invita a la meditación y la oración.
Conclusión: Una Obra Maestra de Fe y Arte Cincelada en Plata
La capilla del respiradero delantero del paso de Ntra. Sra. del Valle, cincelada en plata, no es solo un elemento arquitectónico, sino una joya devocional que refleja la majestuosidad y gracia de la Virgen María. La plata con la que está trabajada añade una dimensión luminosa y divina al conjunto, invitando a todos los que se acercan a ella a encontrar en su vacío simbólico un refugio espiritual. Esta capilla, en su sencillez ornamental, se convierte en un lugar de encuentro con lo divino, donde la luz de María ilumina el camino hacia la paz y la reconciliación.
A través de su esplendor plateado, la capilla refleja la purificación del alma y la consolación que solo la Virgen puede otorgar. De esta forma, el paso de Ntra. Sra. del Valle no solo es una representación artística, sino también un vehículo para que los fieles se acerquen a María en busca de consuelo, esperanza y luz divina.