Luz sobre el rostro: estética y teología de la iluminación en los pasos de palio
De la cera rizada a los focos LED: cómo la luz modela la devoción y el discurso visual en la Semana Santa andaluza
Por Marina Roldán
Colaboradora cultural – Padul Cofrade
Granada, 17 de agosto de 2025
La luz en los pasos de palio no es sólo técnica ni ornamento: es lenguaje espiritual, encarnación de un discurso teológico que se ofrece en movimiento. Cada candela encendida es plegaria; cada resplandor, una catequesis visual. Desde las candelas rizadas de los siglos barrocos hasta los actuales sistemas LED, la iluminación ha sido una de las claves que moldean el modo en que el pueblo mira el rostro de María. Este texto recorre su historia, su simbolismo y la tensión contemporánea entre tradición y modernidad, para comprender que, más allá de la estética, la luz es también un acto de fe.
1. De la cera al carburo: breve historia lumínica
La iluminación procesional ha evolucionado de forma paralela a la técnica y a la sensibilidad artística de cada época.
Siglo XVII – XVIII: Dominio absoluto de la cera de abeja en candelerías. La llama viva creaba un parpadeo cálido que dotaba de vida al rostro mariano. La cera se modelaba en tirabuzones o “rizadas” para incrementar el efecto lumínico.
Finales del XIX: Introducción de lámparas de aceite y carburo en algunos pasos, sobre todo en localidades con recorridos nocturnos extensos.
Primer tercio del XX: Proliferación de candelerías eléctricas ocultas, en paralelo al auge de la electricidad en espacios urbanos. Aportaban estabilidad, pero con luz más blanca.
Segunda mitad del XX: Consolidación de sistemas eléctricos combinados con cera. La luz se integró en un discurso escenográfico que buscaba dramatizar el paso de la Virgen por calles estrechas.
Siglo XXI: Aparición de sistemas LED regulables y debates sobre su idoneidad. El control de temperatura de color y la eficiencia energética entran en la conversación cofrade.
2. Tabla comparativa: ejemplos históricos y contemporáneos de iluminación en pasos de palio
Año / Periodo
Hermandad / Localidad
Tipo de iluminación
Características visuales
Contexto histórico-artístico
1680
Hermandad de la Macarena, Sevilla
Cera rizada de abeja
Luz cálida y parpadeante, modelado natural del rostro
Barroco sevillano, teatralidad y realismo devocional
1895
Cofradía del Nazareno, Cádiz
Lámparas de carburo
Luz continua, tono amarillento, proyección amplia
Innovación técnica para procesiones largas
1927
Hermandad de la Esperanza, Málaga
Electricidad oculta
Iluminación estable, tono más blanco
Época de modernización urbana
1983
Hermandad del Rocío, Almería
Mixta (cera y electricidad)
Equilibrio entre calor visual y seguridad
Restauración patrimonial de pasos y enseres
2021
Cofradía de la Expiración, Málaga
LED ocultos
Luz regulable, control cromático, mínima radiación térmica
Ensayo de nuevas tecnologías en imaginería procesional
3. Teología de la luz en el arte sacro procesional
La luz en la liturgia y el arte sacro no es un mero accesorio. San Agustín veía en la luz el símbolo visible de la verdad divina (lux veritatis), y Santo Tomás de Aquino la describía como “aquello que hace visible la belleza del alma”. En la iconografía mariana, la llama encendida alude a la pureza y a la intercesión continua. La luz que baña el rostro de la Virgen no sólo embellece: humaniza y transfigura, convirtiendo la materia en epifanía.
4. La polémica del LED: modernidad frente a tradición
En la última década, la incorporación de iluminación LED en pasos de Semana Santa ha generado un debate intenso.
A favor: eficiencia energética, menor riesgo de incendio, resistencia a viento y lluvia, y posibilidad de ajustar la temperatura de color.
En contra: alteración del cromatismo en policromías, percepción “fría” de la luz, pérdida del carácter ritual y artesanal de la cera.
En 2021, la Hermandad del Gran Poder de Sevilla experimentó con LED en un paso auxiliar, suscitando reacciones encontradas. La Cofradía de la Expiración de Málaga utilizó LED ocultos para realzar el rostro de la Virgen, buscando equilibrio entre conservación y estética.
Revistas como La Hornacina y Pasión en Sevilla han recogido artículos técnicos y opiniones devocionales que muestran que el debate no es meramente técnico, sino profundamente identitario: ¿es la luz sólo un medio, o también un mensaje?
Recuadro técnico: Temperatura de color y su efecto en policromías
Temperatura (Kelvin)
Apariencia visual
Efecto en policromía
Uso recomendado en pasos
1800–2200 K
Ámbar profundo, cálido
Intensifica tonos rojos y dorados, suaviza sombras; posible saturación excesiva
Cera de abeja tradicional, ideal para imágenes con carnaciones rosadas
2700–3000 K
Blanco cálido
Fidelidad equilibrada, mantiene matices en encarnaduras y dorados
LED cálidos bien calibrados, sustituto aceptable de cera
3500–4000 K
Blanco neutro
Resalta contraste, pero puede enfriar carnaciones y acentuar grietas
Uso puntual para detalles arquitectónicos del paso, no recomendado en rostro
5000–6000 K
Blanco frío (luz día)
Lavado visual de colores cálidos, realza tonos azules; aspecto “fotográfico”
No recomendable en pasos; válido para fotografías técnicas o conservación
+6500 K
Azulado
Desnaturaliza carnaciones, aspecto artificial
Desaconsejado en contexto devocional
Nota técnica: La elección de la temperatura de color no sólo condiciona la estética, sino la percepción emocional del rostro mariano. La cera tradicional se sitúa en torno a los 1900–2000 K, con un espectro que ninguna tecnología reproduce al 100 %.
5 Voces de la experiencia: entrevistas
Juan Manuel Ruiz, Hermandad de la Esperanza de Málaga:
“El primer criterio es el rostro. Todo lo demás se ordena para que la luz lo respete. Una Virgen puede perder dulzura o ganar severidad sólo con subir un grado la temperatura de la luz.”
Teresa Hidalgo, vestidora con treinta años de experiencia en Granada:
“La cera tiene algo que el LED nunca dará: el silencio de la llama. Esa vibración mínima es lo que hace que el rostro de la Virgen parezca respirar.”
Álvaro Martín, técnico de iluminación que ha colaborado con hermandades en Sevilla:
“No hay que demonizar el LED. Si se usa bien, puede reproducir la calidez de la cera. El problema es cuando se pone pensando en ahorrar, y no en cómo dialoga con la imagen.”
6. La iluminación LED en capillas de culto: tradición y modernidad
El uso de tecnología LED no se limita a los pasos de Semana Santa: en las capillas de culto, especialmente aquellas con imágenes marianas, ha abierto un nuevo campo de reflexión sobre estética y espiritualidad.
Eficiencia y conservación: Los LED emiten menos calor que la iluminación tradicional, lo que protege los policromados, telas bordadas y dorados delicados. Este factor es determinante en capillas históricas con piezas centenarias.
Control de intensidad y dirección: Permite ajustar el haz lumínico, evitando reflejos sobre el rostro de la imagen y destacando detalles iconográficos como coronas, encajes o joyería.
Respeto al simbolismo: A diferencia de la iluminación fría o demasiado neutra, los sistemas LED modernos pueden reproducir tonos cálidos, cercanos al color natural de la cera, conservando el efecto meditativo y contemplativo propio de la devoción.
Debates contemporáneos: Algunos cofrades y fieles perciben el LED como una invasión tecnológica que desvirtúa el aura sacra; otros valoran la posibilidad de iluminar de manera segura y sostenida, especialmente en capillas de uso frecuente o con alta afluencia de público.
Caso destacado
La Capilla de la Virgen de los Dolores en Sevilla implementó un sistema LED regulable en
2022, combinando iluminación puntual sobre el rostro y luz ambiental cálida en el retablo. El resultado fue acogido con entusiasmo por la mayoría de los fieles, aunque algunos conservadores criticaron la percepción “demasiado uniforme” frente al parpadeo natural de la vela.
Reflexión
La
adaptación de LED en capillas no busca reemplazar la tradición, sino dialogar con ella. La luz sigue siendo lenguaje, metáfora y puente entre lo visible y lo espiritual.
Epílogo
La luz sobre el rostro de María es más que un recurso técnico: es un acto de amor que se renueva cada año. Quizá el futuro mezcle cera y LED, tradición y ciencia, para que el brillo siga hablando al corazón sin traicionar la memoria. Porque en la Semana Santa, la luz no sólo ilumina: también reza.
Bibliografía
Álvarez, J. (2010). La luz en la liturgia: historia y simbolismo. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos.
Escalante, P. (2018). Arte sacro y técnica: de la cera al LED. Sevilla: Editorial Círculo Cofrade.
Fernández, M. (2022). “La iluminación procesional: debates y tendencias”. La Hornacina, nº 345.
Romero, L. (2015). La iconografía mariana en Andalucía. Granada: Universidad de Granada.
Anexos visuales
Anexo 1
Candelería de Ntra. Sra. de la Esperanza Macarena Fotomontaje: Pablo Anaya https://shre.ink/t7rb
Anexo 2
Cera rizada en el frontal del paso de palio de Nuestra Señora del Valle de Padul (Granada)
Foto: Salvador Chaves Fajardo https://shre.ink/t78f
Anexo 3
La Dolorosa se traslada a la Catedral de Pamplona
Fuente: Cope Pamplona https://shre.ink/t7b8
Nota de autoría
Este artículo nace de mi doble mirada: la de historiadora del arte y la de cofrade que, desde niña, ha esperado cada Semana Santa ese instante en que el rostro de María se enciende bajo la luz. Porque en esa iluminación hay técnica y fe, arte y teología, y un mensaje que cada año nos vuelve a encontrar.