VIII
Pregón de Semana Santa de Jayena
Don Alberto Olmedo Muñoz
Iglesia Parroquial del Santísimo Sacramento
17 de marzo de 2018
AGRADECIMIENTOS
Querido amigo Aziz, mi más sincero agradecimiento
por tu presentación. Gracias, por haber puesto música
durante una década para que nuestros sagrados titulares
luzcan con mayor esplendor, aún más si cabe,
en nuestra Semana Mayor. Que la Santísima Virgen
de las Nieves.
Coronada, Sagrada Protectora de la Vega de Granada, te ayude
en todos y cada uno de los retos que te propongas.
No podría comenzar mi pregón,
sin antes agradecer a la Cofradía de Ntro. Señor
Amarrado a la Columna, encabezada por D. Francisco Peregrina
Espadas, el haberme encomendado la tarea de realizar este
pregón, el cual, supone un privilegio para mí,
y me dejará un bello recuerdo que guardaré
durante toda mi vida.
INTRODUCCIÓN
Amanece en las cumbres de la sierra de Almijara, Granada
llora su muerte, Granada de agua que llora.
Un sentimiento encontrado, un Cristo llora
de pena, un Tesoro que lo acoge, en el pueblo de Jayena.
¡Qué buena suerte Dios Mío!
tengo un nudo en la garganta,
de pregonar con fervor,
¡tu querida Semana Santa!
Porque decir Semana Santa es hablar de
Andalucía. Sí, Andalucía. Tierra de
arte, compás y alegría. ¿Qué
sería de Andalucía sin su gente, su arte y
sus cofradías? La pregunta tiene fácil solución:
Andalucía no se concibe sin su gente,
esa que a lo largo de los siglos guarda con sumo cuidado
las reglas no escritas de un misterio tan grande como es
la devoción a Cristo y a María, a los que
se rinde culto en cualquier parte de nuestras estrechas
calles, nuestras recónditas plazas o nuestras recogidas
iglesias conventuales. Mucho se puede estudiar y mucho se
puede escribir sobre una obra tan perfecta, tan estudiada
y tan medida como es nuestra Semana Santa. La perfecta obra
de teatro que tiene poco de teatro pero que tiene mucho
de obra, obra elevada a la categoría de sublime,
obra con un guión tan perfecto que ni las crónicas
de los tiempos han sido capaces de recoger con total precisión
la grandeza de tan gran acontecimiento. Un acontecimiento
cuyo motor principal es la Fe y la Esperanza de un pueblo
que da un sí rotundo al amor que nos ofrece la Virgen
María y el Divino Salvador.
Andalucía es vida; Andalucía
es alegría; Andalucía es devoción;
Andalucía es sentimiento; Andalucía es cofradía;
Andalucía es una primavera eterna cargada de sueños
al son de una marcha; Andalucía es una mujer que
viste negra mantilla; Andalucía es la mirada de un
nazareno bajo la soledad de su capillo; Andalucía
es un Cristo que muere ante el clamor de una saeta, Andalucía
es la algarabía junto a un paso de palio, Andalucía
es silencio y emoción ante la mejor historia jamás
contada. ¡Andalucía es la perfecta obra de
Dios!, ¡Andalucía es esa Cruz en la que Cristo
vino a morir para salvarnos con su Resurrección!,
¡Andalucía es tierra de cofradías!
SALUDOS
• Reverendísimo Señor
párroco de Jayena.
• Excelentísima Señora Alcaldesa.
• Ilustrísimas Autoridades.
• Señor presidente de la Agrupación
de Hermandades y Cofradías de Jayena.
• Señores Hermanos Mayores y Juntas de Gobierno.
• Jayenenses, Hermanos todos:
"En la cruz está la vida y el
consuelo, y ella sola es el camino para el cielo" (Santa Teresa de Jesús)
I. "OJALÁ VOLVAIS
PRONTO"
Sois los primeros de los que me acuerdo cada mañana,
al mirar cómo se transforma el pueblo de vuestros
amores. De vosotros, que añoráis ensayos,
que suspiráis por cada foto en la que faltáis
por culpa de la distancia. Vosotros, que echáis de
menos el abrazo cálido de los vuestros. Sois los
primeros en venir a este pregón y os aseguro, que
la ausencia de lo amado purifica el amor. Porque Jayena
no se olvida ni un día de vosotros. Nadie echa algo
en falta hasta que no lo pierde.
Dicen que uno siempre vuelve,
allí donde amó la vida.
Yo maldigo la partida
que a vuestras familias no devuelve.
Jayena oye murmullos
de emigrantes prisioneros
que cambiarían el dinero
por un tiempo con los suyos.
Esa piel ya desaliñada
del niño que ya no vuelve;
la madurez no devuelve
la calle infantil soñada.
Cómo duele la distancia,
la memoria y el desvelo;
como tropieza el anhelo
en la calle de la infancia.
Cómo se ignoran los mapas
cuando vienes de camino.
Qué duro es ser peregrino
y volverse por etapas.
¿Y qué se yo lo que sientes,
lo que extrañas y no olvidas
los fines de semana de salidas
y despedidas ardientes?
¿Qué sabré yo lo que se sufre
en la patria del olvido
de ese Dios desconocido
con acentos canarios?
Y el fuego de los altares
para paliar un destierro
del confín de nuestro entierro
en tus puntos cardinales.
Se están muriendo los sueños
del que se queda y se marcha.
¡Un hasta pronto de escarcha
y un vuelve pronto en empeños!
Por volver sería capaz
de un plato siempre vacío,
y de un malvivir con frio
en un trabajo incapaz.
Como un poema en el tiempo,
no permitas que olvidemos
a todos los que tenemos
viviendo un mal pasatiempo.
Va por todos los jayeneros
que escudriñan un salario
de espaldas al calendario
de todos sus paisanos.
Va por todos los que un día
fueron y son emigrantes
con esperanzas distantes
y mucha melancolía.
Y va por cada cofrade
que daría lo que no tiene
por estar donde conviene.
Ojalá el sueño no tarde.
Un sueño que sueño y monto
y ojalá no hiciera falta,
y os desea éste que pregona
que ojalá volváis pronto.
II. "... ¡Y
ES QUE SOMOS LOCOS DE REMATE!".
Ya huele a cera, a incienso y a azahar.
Nervios a flor de piel, mantilla y capirote. Ya se acercan
los días y pocos quedan a descontar; unas manos ennegrecidas
por el blanco fulgor de la plata te miman, te cuidan, te
resucitan de las tinieblas espera del año anterior.
Y es también por todos vosotros esto que aquí
escribo:
Prioste de albedrio y estupor
limpia cuidadosamente la cera
como si de una lágrima se tratara.
Abrillanta y pule la plata
como el fulgor de su mirada.
¡Qué nadie te oiga rechistar!
pues no hay mayor gloria,
que la de poderla mimar.
Prioste de tornillos y verdes esparragueras,
prioste de blanca cera
como el pañuelo que seca sus lágrimas.
Prioste de injusticias cofrades
que trabajas en silencio
al calor de un candil de plata.
Prioste de alfileres, cojines y ramilletes
de oro
haz más ameno el trance de esta pasión.
Nos llaman locos,
¿QUÉ DICEN LOCOS?
estamos locos por amor
que nuestra locura se hace clamor
en el rostro de nuestro Señor.
Locos de corazón,
locos resplandecientes
como el candil de una vela.
Locos de atar,
pero de atar la túnica al cristo de nuestros amores,
locos de escaleras, de palios y andamiajes.
Locos de resplandecientes panes de oro,
¡LOCOS POR AMOR A NUESTROS TITULARES!
y os aseguro
,que este que habla,
ha sido loco de candeleros y velas,
y de escalera y de palios,
y de rojos andamiajes
y ha sido loco de remate.
No ha tenido más refugio que mirarla
para comprender
que no hay mayor injusticia
que la que ella pasara.
III. "ENTRE BLONDAS Y
ALFILERES"
La semana de pasión avanza desmesurada
como un rio que fluye su blanca agua por la vega de nuestra
Jayena. Ya comienzan a verse las primeras puntadas de celestiales
encajes, ya empiezan a verse las sayas y mantos de azabache
colorido, ya comienzan a verse los alfileres desmesurados
por el suelo de nuestro templo, ¡YA SI QUE SI, LLEGÓ
NUESTRA SEMANA SANTA!
Está llorando María,
¡QUE NO LA TOQUE NADIE!,
que limpie su amargo llanto su camarera.
Que la ponga guapa,
que le ponga las mejores galas,
que nuestra madre sale de nuevo a la plaza.
Camarera de blancos encajes,
envuelve el rostro de nuestra madre
entre azahares.
Que la flor del almendro,
sean para ella alfileres de dolor.
Camarera de oros y encajes,
camarera de sueños y añoranzas,
camarera de sus amores,
camarera te hizo Jayena por la gracia de Dios.
Camarera de blondas, encajes y blancos ropajes;
camarera de dulces noches de cojines y alfileres,
camarera de celestiales broches
de incesantes promesas,
camarera que un día fuiste
despojada de tus responsabilidades,
camarera, que por amor a ella,
te fuiste sin pequeñeces ni rencores,
que la muerte nos arrebató
y por amor a ella gozas de su celestial presencia.
Camarera... y lo digo bien alto.
IV. "HERMANOS DE SANGRE"
Nos han contado que la semana santa siempre
iba a ruedas y no es verdad. Cuando de verdad vino al Mundo,
fue en el instante en que un grupo de amigos se dieron el
sí quiero de la verdad costalera. Donde todos tenemos
cabida y donde se forjan amistades eternas que duran más
que las fuerzas del cuerpo. Costaleros, el único
lugar de la tierra que no distingue ni a ricos ni a pobres,
ni a intelectuales ni a analfabetos. La palabra costalero
eleva a significados el concepto de HERMANDAD. El costalero
no busca la moda ni busca su propia gloria. El verdadero
COSTALERO, sirve y no es servido, da sin pedir nada a cambio,
trabaja sin esperar premios ni condecoraciones, y construye
amistades para toda la vida. Vuestro mundo puede que sea
lo más parecido al cielo.
Cuando enero se adelante
a la hora y a la espera
hay ensayo,
que regresa Dios mediante,
como volviera el atardecer
del año pasado.
Un año entero de espera,
Los nervios a flor de piel...
un encuentro
y un aguante que valiera
la llegada para el fiel
tan adentro.
Un trono es un universo
que va fabricando hermanos
de por vida.
Es hospital del converso,
sanatorio para humanos
con heridas.
Es un oficio que llena,
un trabajo pasional.
Un amor que te envenena
y un sacrificio físico compartido.
Capataz, en tu cruzada,
con un acento de acero
haces que tenga Jayena
un costalero más.
V. "...¡QUE YA ES
VIERNES SANTO EN JAYENA!"
El sol comienza a despedirse, como si de
un emigrante se tratara. La mantilla, la faja y la alpargata
inundan los rincones de nuestras casas. Ya comienzan a verse
los primeros capirotes espigados, como si de una rama de
trigo se tratara, camino de la iglesia. Mientras el azahar
y el almendro pretenden hacerse presentes desafiando al
aire con sus aromas por las calles de Jayena. "Bendita
sea la pasión de esta tierra de María, que
pregona con fervor; si en la gloria vive Dios, ¡Dios
vive en Andalucía!".
¡Ahora sí!, llegó la hora, llegó
el momento de ponerse antifaces morados, de roquetes blancos
como la nieve, de encender carbones e incensarios, ¡llegó
el viernes santo a Jayena!
¡Escuchad Jayena!
ya se oyen roncos tambores
en la plaza de la iglesia.
Ya viene un ejército de nobles corazones
¡Despierta Jayena, DESPIERTA!
¿o acaso es que sigues soñando?
Jayena se hace música,
cuando el atardecer se tiende
sobre el horizonte,
lo mismo que lo hacen los pensamientos.
Jayena se hace suplica,
cuando la primavera la abraza
con sus manos abiertas de par en par
mostrando la grandeza de una pasión
serena y apaciguada.
Jayena se hace clamor y llanto,
cuando entre callejas
con sabores amargos
la gubia se hace carne
y moldea cada una de las cicatrices
de mi Cristo Atado a la Columna.
¡Despierta Jayena, DESPIERTA!
Qué aún se sigue esperando
a una madre de Paz bajo palio.
¡Despierta Jayena, DESPIERTA!
¿ o acaso sigues soñando?
Que por tus calles avanza
el cuerpo inerte de un Cristo.
¡Despierta Jayena, DESPIERTA!
y ayúdale a llevar la cruz
a ese Cristo Nazareno
que camina entre capirotes espigados.
Y ahora sí, ¡AHORA SÍ!,
¡JAYENA YA ESTÁS DESPIERTA!
Entre palmas y vítores Cristo camina
desde la ermita hasta la iglesia,
que entre jarras y cuencos
se lava los pies en tu iglesia,
que instituye por última vez
lo más sagrado para un cofrade.
¡AHORA SÍ, JAYENA YA ESTÁS
DESPIERTA!
Que por la Puerta Granada
Nos encontramos a un cristo
Amarrado a una Columna
y suplicante al cielo.
Que por la Calle Ancha
nos encontremos a la virgen
más bonita, más nuestra
y más señorial ,aún si cabe,
que es Nuestra Sra. de los Dolores
devoción por excelencia
de las tierras granadinas.
¡AHORA SÍ, JAYENA YA ESTÁS
DESPIERTA!
Que entre fajas y cirios espigados al cielo
se alza la cruz de la Buena Muerte de Cristo,
que aún rezuman aires de Paz
encerrados en la madera
expectantes ante
la Columna maniatada
de un cristo Nazareno.
Que los ángeles arropen a Cristo
Yacente,
¡que ellos lo mimen!
Costalero quiere ser
quien alivie sus Dolores.
Penitente de luz el que alumbre
tu caminar, Nazareno,
horquillero el que haga de cirineo
y haga más ameno
este tormento.
Monaguillo quiere ser
quien sequé tus heridas,
Cristo Atado a la Columna.
Mantilla quién desclave
Los clavos de la Buena Muerte,
prioste quien lo montara
y camarera quien la vistiera.
¡AHORA SÍ, JAYENA!
¡AHORA SÍ, NUESTRA ANSIADA SEMANA SANTA!
QUE REPIQUEN LAS CAMPANAS,
QUE LA GENTE TE ACLAME ENTRE VITORES Y PALMAS,
QUE JAYENA TE AZOTE, TE MALTRATE Y TE HAGA NAZARENO,
TE CRUCIFIQUE, TE SEPULTE
Y TU MADRE NOS LLORE
TODO EL DOLOR QUE TE HEMOS HECHO.
¡PORQUE AHORA SÍ, JAYENA, HA
LLEGADO NUESTRA SEMANA SANTA!
¡Y QUE REPIQUEN TODAS LAS TORRES DE
LA COMARCA,
QUE EL BADAJO SE ROMPA
ENTRE CLAMORES, VITORES Y PALMAS
PORQUE EN LA MAÑANA DEL DOMINGO,
CRISTO RESUCITA EN JAYENA!