Pregón
de la Semana Santa de Sierra de Yeguas 2004
Pronunciado por: Don Antonio Ruz Domínguez
Parroquia de la Inmaculada Concepción
20 de marzo de 2004
Entrada
¿Fe?, ¿Tradiciones?, ¿Folklore? ¡Qué
maravilloso cúmulo de sensaciones emergen cada año
cuando llega Marzo! Se palpa un nerviosismo general en mi
pueblo, se incrementan los aromas a azahar e incienso ¡¡algo
grandioso va a suceder!!
Salutación y dedicatoria
Dignísimas
autoridades eclesiásticas y civiles, Juntas de Gobiernos,
Hermanos Mayores, querido pueblo cofrade de Sierra de Yeguas.
Agradeceros vuestra
presencia y acompañamiento en estos momentos de expresión
de sentimientos de este HUMILDE PREGONERO.
Gracias especialmente
a mi presentador, Juan Sánchez, vecino, amigo y cofrade
ejemplar.
Permitidme dedicar
este Pregón a mis padres, y darles las gracias por
educarme en la Fe cristiana y consentirme ser lo que en
el argot cofrade se denomina un “capillita”.
Dedicar también
estas palabras a la Junta de Gobierno de Nuestro Padre Jesús
de la Humildad, mis Hermanos, por confiar en mi para un
acto tan importante dentro de nuestra Cuaresma, y haberme
enseñado a lo largo de tantos años a vivir
de una manera distinta, “Vivir en Hermandad”
Sentimientos
Desde pequeño
he vivido la Semana Santa de una manera especial, distinta.
Para mi no era
otra fiesta más, sino que era una celebración
donde se unían estrechamente la Fe y las tradiciones
de mi pueblo, cosas que hemos heredado a lo largo de los
años de nuestros abuelos y padres, cosas que nosotros
debemos transmitir a nuestros hijos, porque nosotros no
podemos perdurar eternamente pero nuestra Fe y tradiciones
sí.
En nosotros está
el presente y en nuestros hijos el futuro de la Semana Santa,
por ello debemos procurar pasarles el testigo de la Fe de
igual manera que, cuando aún éramos niños,
nos lo entregaron a nosotros, porque no se puede concebir
ni vivir una semana tan grande sin Fe.
- Recuerdos y
sentimientos de este pregonero que comienzan con el Viernes
de Dolores, es el Día de mi madre. Ya se acerca mi
semana grande, esa semana que durante un año, han
preparado con esmero, tesón y entusiasmo todas las
hermandades.
- Pronto llega
el Domingo de Ramos, y al igual que Jesús entra en
Jerusalén montado en su pollina, nosotros entramos
de lleno en la Semana Santa de Sierra de Yeguas.
Es la procesión
de los niños, con nuestras palmas y túnicas
blancas acompañamos a Nuestro Padre Jesús
de la Bondad “la Pollinica”, niños que
crecemos con la ilusión de ser algún día
portadores de uno de esos maravillosos tronos, que lucen
espléndidamente por las calles de nuestro pueblo.
¡Ha
llegado el Salvador!
¡Ha
entrado el Mesías!
¡Proclamemos
el Reino de Dios!
Por circunstancias
religiosas y políticas, durante los días de
Pasión, Jesús pasa de ser recibido como un
rey a ser ajusticiado como un criminal.
Sin embargo, a
lo largo de la historia, y según los detalles de
la Pasión que se exponen en la calle durante la Semana
Santa, en realidad observamos que Jesús pasó
de REO a REY.
Pero yo, ajeno
a todo este devenir, juego con mis amigos a las bandas de
música en la calle la Cruz. Decidimos acercarnos
a la Iglesia para intentar colarnos dentro, y ver cómo
los mayores preparan los tronos, pero no hemos tenido suerte.
Antonio el “Nono” nos ha cerrado la puerta y
no nos deja pasar. Mejor, seguimos practicando con nuestros
tambores de lata por el recorrido oficial, para más
tarde volver a intentarlo.
- Martes y Miércoles
Santo, días de tradiciones por excelencia. En mi
casa se preparan magdalenas y suspiros. ¡Cada día
estoy más nervioso!, se acercan los momentos claves
de la Pasión en mi pueblo.
Llega la noche
y las luces se apagan; comienzan las procesiones de las
mujeres y los hombres (silenciosos vía-crucis que
siempre me han cautivado), tradiciones que persisten a lo
largo de los tiempos gracias a la Fe de los serranos. Inocentemente,
observo a través de los visillos de mi ventana, aún
soy pequeño y no me dejan asistir.
- Por fin llega
el Jueves Santo (día inolvidable para mí),
he crecido “Es mi primer año de costalero”.
Nerviosismo y temores de esa primera vez: ¿aguantaré
el recorrido? ¿todo saldrá bien?... Un mar
de dudas me inunda, mientras ilusionado, me pongo mi túnica
blanca.
Terminan los Santos
Oficios y todos los hermanos nos acercamos a la Iglesia.
Son las nueve; todo está preparado; Isidoro coge
el estandarte; suena el Himno; Pepe y Dionisio, mis mayordomos,
nos guían en el ocaso de la tarde para llevar a nuestro
Padre hasta el cielo.
¡Ya
estamos en la calle!
¡Ha
salido Nuestro Padre Jesús de la Humildad!
De repente, se hace
el silencio y se escucha una oración en forma de
Saeta:
¿En
qué piensas Padre mío
en esta noche tan oscura?
Que en tu cara hay dolor,
en tus ojos hay dulzura
y en tus labios amargura.
Siendo tú hijo de Dios
sufres la pena más dura
¿En qué piensas Padre mío
en esta noche tan oscura?
A lo lejos se
aprecia una corneta dando la Orden de SILENCIO. Se apagan
las luces, comienza a salir el maravilloso misterio que
componen el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y María
Santísima de la Esperanza, Virgen que llora a nuestro
Cristo agonizante.
“ESPERANZA”
que nombre tan grande para nosotros los creyentes, y no
olvidemos, hermanos cofrades, que no puede acabar un Jueves
Santo sin “ESPERANZA”.
Eufóricos
y con el cuerpo dolorido, poco a poco, nos acercamos a la
Iglesia para dejar a Nuestro Padre Jesús de la Humildad
en su altar. Es el momento de la despedida, ¡hasta
el año que viene PADRE MIO!, no te olvides de mis
familiares, mis amigos, mis paisanos, y dame fuerzas para
poder sentirte el resto de mi vida como te he sentido hoy:
MI PRIMER AÑO DE COSTALERO.
- Mañana
del Viernes Santo, en mi casa se vive de manera especial.
Por suerte vivo justo donde se realiza el tradicional encuentro
de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima
de los Dolores. Allí nos reunimos todos los serranos
esperando ansiosos la llegada de los pasos.
¡Ya se acercan!,
¡la gente se pone nerviosa!, los hermanos enfervorecidos
aclaman y vitorean a sus titulares. Es la culminación
de una mañana maravillosa en la que Jesús
se muestra cansado por el peso de nuestros pecados; y frente
a El su Madre, dolorosa y apenada derrama lagrimas de pasión
por su hijo sentenciado.
- Llega la tarde
del Viernes Santo, y las campanas de la Iglesia tocan a
difunto. Tarde del Santo Entierro de Cristo y María
Santísima de la Soledad. Solemnes y perfectas imágenes
que nos recuerdan el dolor y la soledad de un Rey de Reyes
en su yacimiento. Recuerdos de aquellas calles llenas de
capirotes negros, banderas y cirios que van con el único
acompañamiento de un ronco tambor.
En esta noche
fría y oscura, mi pueblo vela tristemente al Mesías:
“CRISTO
HA MUERTO”
Pero aquí no acaba todo,
y conscientes de ello son las Hermandades de Sierra de Yeguas.
Tras la pasión y muerte
de Jesús, todas las Cofradías del pueblo participamos
en la
Resurrección, con la salida
especial de nuestro Santísimo
PRIVILEGIO
GRANDE
PARA
UN DÍA GRANDE
Hermanos cofrades,
la procesión de este pregón llega a su fin.
A partir de ahora os toca a vosotros retomar la palabra
y convertir las calles de nuestro pueblo en la JERUSALÉN
ETERNA.
Juntas de Gobierno,
cofrades, serranas y serranos, la Semana Santa es vuestra,
¡¡¡VIVIDLA CON FE!!!