La imagen de Nuestra Señora de
Fátima, también conocida en Restábal como
“Virgen del Cerro”, llegó a Restábal
un mes de Julio de comienzos de los años 60 como imagen
peregrina, pasando su primera noche restabeña en una casa
señorial de la calle San Cristóbal. Con posterioridad
le fue levantada una torre-hornacina en el Cerro del Calvario,
paraje que corona el pueblo y donde ya existía un barrio
de casas, cuyos habitantes acogieron a la imagen con gran entusiasmo,
siendo subida la misma procesionalmente desde la Parroquia en
1965. El jubilo y la alegría de los restabeños por
la presencia de la Virgen aparecida en Fátima quedó
patente en algunos cantos populares preparados para tan grande
ocasión:
Coronada de estrellas
Que ya viene la Virgen
María.
Que ya viene, que ya viene,
Que ya no se va.
En lo alto del Cerro del Calvario,
Tiene un santuario
Donde va a habitar.
En
1998 se levantó la actual ermita, de mayores dimensiones,
con la colaboración de todo el pueblo, sirviendo de trono
glorioso a María Santísima, desde el que acoge bajo
su blanco manto a todo el Valle de Lecrín, el cual se abre
ante su mirada. Esta ermita es lugar de peregrinaciones diarias,
ya que la Virgen de Fátima cuenta con ferviente y arraigada
devoción en Restábal y los pueblos de alrededor.
Desde que la Virgen vive en el Cerro,
día señalado para Restábal es el 13 de Mayo,
festividad litúrgica de Ntra. Sñra. . En este día
se subía en procesión, rezando el Santo Rosario,
desde el templo parroquial para oficiar función religiosa
ante la imagen, bajando esta en algunas ocasiones al pueblo. Desde
el la construcción de la nueva ermita se ha dado un gran
impulso a esta fiesta con la organización de la romería,
iniciándose los cultos en su honor el mismo día
13 con la bajada procesional hasta el templo parroquial de San
Cristóbal, donde permanece hasta el Domingo siguiente jornada
en que tiene lugar la fiesta grande y romería. Este día
comienza con el repique de campanas que anuncia y llama al acto
central y primordial, la Solemne Eucaristía en honor de
Nuestra Señora de Fátima, a continuación
la procesión por las calles del pueblo con el Rosario cantado
y regreso a su ermita, recogiéndose la imagen en las primeras
horas de la tarde. Una vez la Virgen en su casa, en la explanada
del Calvario tienen lugar los diversos actos propios de la romería.
A lo largo de esa tarde se reza el Santo Rosario en diversas ocasiones
en el interior de la ermita.
Es de destacar que la presencia de la
Virgen en la calle se hace acompañar del ejercicio del
Santo Rosario ya sea rezado o cantado, no en vano la Virgen se
manifestó a los tres pastorcillos de Fátima, diciendo: