"Habiendo
mirado, pues, Jesús a su madre y al discípulo
que él amaba, el cual estaba allí, dice
a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo".
"Después dice al discípulo: Ahí
tienes a tu madre. Y desde aquel punto encargóse
de ella el discípulo y la tuvo consigo en su casa".