Proceso de restauración y conservación del Santísimo Cristo Crucificado, de Padul
María Del Pilar Casares Arias
Libro de Semana Santa 2025
Padul, Cuaresma 2025
Quiero agradecer a la Federación de Cofradías de Padul, a Dña. Lorena Gutiérrez y D. Sergio Palomares, por hacerme partícipe este año de colaborar en este libro de Semana Santa de Padul 2025.
Quisiera presentarme en un primer momento, antes de explicar cómo fue el proceso de restauración y conservación. Soy María del Pilar Casares Arias, vecina de Padul y Licenciada en Historia del Arte y Diplomada en Restauración y Conservación de Obras de Arte.
En el mes de diciembre de 2022, el Hermano mayor de la Hermandad del Crucificado, D. Manuel González, se puso en contacto conmigo para reanudar el estudio de daños y poder restaurar la imagen del crucificado, ya que quedó paralizado por la pandemia en 2020.
Dos años después de ese estudio inicial, pudimos comprobar que los daños y alteraciones de la policromía seguían avanzando y había que evitar que siguiese ese deterioro.
Antes de comenzar la restauración, elaboré un estudio previo de alteraciones y daños que presentaba la imagen junto a una propuesta de intervención que llevaría a cabo. Sería nuestro Párroco, Don Carlos Fernández Peñafiel quien haría las primeras gestiones con el Departamento de Restauración de la Archidiócesis de Granada y que, tras presentar el Informe de daños, me dieron el visto bueno para comenzar con la restauración.
Aún recuerdo que fue el día de San Sebastián del 2023, cuando me llamaron de la Archidiócesis para decirme que podía empezar con el proyecto y que por fin, tras varios años de estudio, podíamos comenzar a tratarlo y parar su deterioro.
Es una obra que podemos datar de finales del S.XVI y principios del XVII y atribuida a Pablo de Rojas. El primer daño que presentaba era la fragilidad de su policromía (la cual ya se estaba desprendiendo) y de una grieta que recorría todo el pecho, desde el cuello al paño de pureza. Estas alteraciones son muy comunes en este estilo de obras en madera policromada, puesto que la madera, es un material en continuo movimiento. A parte de esta cualidad del material hay que añadir los cambios de temperatura y humedad que tenemos desde años atrás, por lo que la madera, se hincha o merma según las estaciones del año.
En el tratamiento de la policromía, las ampollas y grietas se trataron con calor puntual sobre la zona con una lámpara de luz infrarroja. Este calor puntual favorece que las colas que aglutina la policromía se reblandezcan y tras presión con espátula e inyección de colas, esa ampolla se vuelve a adherir a la madera.
Otro de los daños que presentaba la imagen, era la presencia de una grieta (que pudimos comprobar que en algunas zonas tenía una profundidad de 5 cm). Dicha grieta, hay que decir que es un daño intrínseco de la obra. ¿Y qué quiere decir eso? Que es un daño que viene ocasionado por la composición propia de la madera. En 1996, la imagen ya fue restaurada para la eliminación de 2 capas de repinte que tenía de diferentes épocas y gracias al estudio que realizaron y radiografías, pude observar que esa grieta ya era visible y que el Cristo está compuesto de 3 piezas diferentes de madera (cada brazo es una pieza individual unida por dos grandes clavos y otra pieza sería el tronco).
Ante los daños que presentan las obras, tenemos que saber diferenciar cuándo son intrínsecos (propios del material) o extrínsecos (manera de ejecutar la creación de la obra), pues serán daños que podamos solucionar dentro de nuestras posibilidades, o serán daños que únicamente podamos conservar deteniendo su avance.
La grieta que presentaba el pecho, es fruto de una veta propia de la madera que de manera natural se va abriendo según la temperatura y humedad del ambiente. En este caso, se solucionó el daño insertando pequeñas láminas de madera con adhesivo PVA y posteriormente estucando y reintegrando cromáticamente. Esta grieta es un daño diferente al que presenta los brazos, pues éstos son dos piezas individuales unidas por un clavo. El clavo al ser de hierro forjado, ejerce una presión en la madera cuando hay cambios de temperatura, lo que ocasiona la típica grieta en todos los hombros de los crucificados. Estos daños, son los llamados extrínsecos, que quiere decir que no son propios del material, sino por la ejecución del propio escultor de la obra.
Una vez que el daño principal de la obra se ha solucionado, asentando su policromía y sellando la grieta, se lleva a cabo la limpieza de la policromía.
A parte de la suciedad superficial, presentaba oxidación del barniz que daba al Cristo una tonalidad amarillenta que no dejaba percibir el color original de su policromía.
Se llevaron a cabo dos tipos de limpieza, una física con cepillos y pinceles suaves eliminando restos de suciedad como el polvo y otra limpieza química. En esta limpieza, se realizan varias pruebas de solubilidad del material. Se tiene que conseguir la proporción adecuada de varios componentes hasta dar con la solución que solo elimine el barniz y no se altere la policromía. La composición y pruebas de solubilidad se hicieron con productos como el etanol, ligroína y acetona.
Lo más sorprendente ha sido cuando se procedió a la limpieza de la obra, donde el paño de pureza del cristo presentaba un barniz muy oxidado y amarillento ocultándose unos esgrafiados maravillosos bajo ese viejo barniz. Un paño donde cabe destacar la profesionalidad que tuvieron tanto el escultor Pablo de Rojas al realizar la talla como al policromador Pedro de Raxis.
En esa limpieza además de recuperar el esplendor del paño con sus dorados, se han podido ver como la policromía del Cristo ha ganado en color, donde los golpes, sangre y moratones han vuelto a resaltar dando el realismo que tuvo la obra al principio.
Por último, una vez tratada la policromía y eliminado el barniz, se procede al estucado de lagunas pictóricas (donde falta la policromía) y reintegración cromática. En esta última parte de la restauración, se emplean materiales compatibles con la misma composición del original y totalmente reversibles, donde se puede percibir lo que es original de lo que no.
Se finaliza la restauración con la aplicación de un barniz protector que salvaguarda la restauración ejecutada y protegiéndola.
Para finalizar, recalcar que Restauración y Conservación son dos conceptos diferentes, pero van cogidos de la mano. El objetivo principal de la Restauración es que la obra perdure en el tiempo, por lo que se debe conservar con unos parámetros adecuados para dicho fin. Si no hay una buena Conservación, difícilmente encontraremos una obra que no tengamos que restaurar. Por lo que es complicado separar una de otra. A veces, podremos restaurar y a veces solo podremos conservar. Tan iguales y tan diferentes cada una de la otra, pero siempre unidas. No se podrá restaurar sin tener el objetivo claro de que estamos conservando en el tiempo y no se puede conservar la obra si no la restauramos.