LEYENDAS
(20). LEYENDA DEL CRISTO DE LA VEGA (TOLEDO)
Padul Cofrade
Investigación. Leyendas
Padul, 9 de mayo de 2020
Con esta nueva aportación
iniciamos una nueva recopilación hecha por Padul
Cofrade de algunos de los muchísimos relatos y
leyendas relacionados con las imágenes de la Cruz.
Intentamos con esto ayudar a pasar las horas de confinamiento
a las que nos vemos obligados y de paso conocer distintos
aspectos relacionados con la religiosidad en distintas
zonas del mundo.
En esta ocasión
seguimos con la leyenda de la Cruz de Aranda (Nobsa, Boyacá,
Colombia).
Leyenda
de la Cruz de Aranda
(Nobsa, Boyacá, Colombia)
Dicen
los antiguos pobladores, que cuando aún no
había desecación, todo el pintoresco
Valle del rincón Nobsano era una inmensa
laguna, y sin embargo las fértiles estribaciones
de las circundantes lomas la presentaban como un
pesebre de agricultores y de hombres con fortuna.
Narran, aun con honor, como Satán
guindaba su hamaca en las noches entre los cerros
de Dungua y de Chacón, y meciendo su jartera
se echaba a roncar y en esta apacible población
no había tranquilidad.
Tantos desmanes cometió
esa criatura infernal y entre ellas la que hizo
arder la iglesia parroquial, los creyentes entonces
en comunidad, decidieron para siempre desterrar
de este hermoso valle, esa horrible criatura llamada
Satanás.
El padre José Agustín
Aranda, en el año de 1885, el tres de mayo
reflexiono con algunos de sus feligreses y optaron
por la más práctica y real, en el
cerro el Tungón, se erigió y entronizo
para siempre la sagrada y venerada cruz, como guardia
celoso no deja acercar a esa criatura infernal.
Y en esta comarca reinaría por siempre la
paz.
Por ser el sitio más alto
y distante del pueblo se llevó con veneración
la sagrada cruz en penitente peregrinación
el sitio, que andando el tiempo los hombres de Nobsa,
Cruz de Aranda la llamaron.
Esta primera cruz era hecha de
madera y en forma cuadrada y totalmente forrada
en lata, espectacular revestimiento desde la distancia
en noche o en día era bien definido su destello.
Cruz de Aranda realizada en hormigón
(Nobsa, Boyacá, Colombia)
Pero... no duró lo suficiente
la intemperie y la inclemencia fueron implacables y la
destruyó totalmente...
Para entonces el sitio ya era conocido
como Cruz de Aranda.
El Padre Francisco Becerra en mayo 13
de 1931, volvió con sus católicos creyentes,
a construir una cruz en cemento y en sitio denominado;
de la Porquera; y desde allí llevada en memorable
procesión de vía crucis, el domingo 14 de
junio de 1931 al lugar que decían los creyentes
que allí estuvo la cruz del padre Aranda. Erigida
y entronizada. Duró en pie y erguida hasta el año
de 1957, en los que algunos afirmaban que un rayo la quebró
de su base y le partió su parte superior, doblándola
sobre la inmensa roca. Ligada a su paso Cruz dejó
un recuerdo de leyenda porque a partir de entonces, sin
existir la Cruz, los paisanos de Nobsa continuaron llamando
así ese paraje agreste de nuestro campo vernáculo,
por todos fue conocido así ese lugar.
Cruz
de Aranda realizada en hormigón
(Nobsa, Boyacá, Colombia)
Comentaban muchas personas que siempre
como motivo para recordar los paisanos en sus guayabos
los paseos a la Cruz solían organizar.
También crecía, muchos
pobladores no conocían el lugar, en todos se preguntaban
porque llamaban así ese lugar de nuestras lomas.
Entonces muchos hijos dilectos y queridos
quisieron de buena fe, reconstruir el cuerpo de la Cruz
que existía allí caída.
Hubo muchos varones que se propusieron
volver a levantar la Cruz que estaba allí caída,
hicieron un viaje de inspección de análisis
y de planos de cálculos, estrategias y de presupuesto.
Pero ¡ah! Decepción, no
pasaron de allí.
Hubo algunos más osados, pues
llevaron un bulto de cemento para pegar la Cruz que estaba
quebrada... y así duraron días, meses, años,
y no paso de ser meros planes, conversaciones desengaño.
Hasta el año 1989, cuando por
iniciativa de un grupo de amigos organizados; con la colaboración
del Padre Aquileo Correa, se emprendió de nuevo
la fe de la peregrinación a Cruz de Aranda.
El 4 de marzo de 1989 en la casa del
señor Adolfo Zarate, se reúnen por invitación
de señor Hernando León unos amigos nobsanos
y decidieron de común acuerdo erigir y construir
una Cruz en hormigón armado, en el cerro Dunguá
y en el sitio que tradicionalmente es conocido como Cruz
de Aranda.