LEYENDAS
(25). LEYENDA DE LA CRUZ DEL SUR. CHOIOLS (VOZ TEHUELCHE(1):
CRUZ DEL SUR)
Padul Cofrade
Investigación. Leyendas
Padul, 14 de mayo de 2020
Continuamos con la recopilación
hecha por Padul Cofrade de algunos de los muchísimos
relatos y leyendas relacionados con las imágenes
de la Cruz. Intentamos con esto ayudar a pasar las horas
de confinamiento a las que nos vemos obligados y de paso
conocer distintos aspectos relacionados con la religiosidad
en distintas zonas del mundo.
En esta ocasión
seguimos con la leyenda de la Cruz del Sur. Choiols (Voz
Tehuelche(1): Cruz del Sur).
Leyenda
de la Cruz del Sur. Choiols
(Voz Tehuelche(1): Cruz del Sur)
Para los
tehuelches(2) todas las cosas tienen explicación.
Todo ha nacido de alguna manera, ya sea queriendo
o sin querer y la mayoría "hace tantos
años que no se pueden contar" y en esa
época de "no sé cuándo"
habían salido a cazar en cerco, sistema al
que llaman "a orke" (corral). Esta forma
de cacería era común antes de la llegada
de la ocupación española, que trajo
los caballos, cuando se cazaba a pie, formando para
ello dos hileras de personas que avanzaban abriéndose
al principio hasta tomar una determinada distancia,
luego seguían en forma paralela para irse
cerrando los de ambas puntas, de manera que entre
todos completaran un gran círculo, avisándose
mutuamente con humos. Ante una señal convenida
se avanzaba hacia el centro cerrando el círculo
para contener a los animales, mientras los boleadores,
provistos de varios pares de boleadoras se apresuraban
a iniciar su tarea tratando de asegurarse los tiros,
de manera que en una entrada rápida, cazaban
todo lo que necesitaban para varios días,
además de acopiar pieles de chulengos para
hacer las famosas capas o quillangos y las restantes
para correajes y toldos.
Generalmente, en esas cacerías,
también caían otros animales, tales
como pumas, gatos, ñandúes, etc.,
los que eran igualmente aprovechados.
- Este sistema de cacería
en cerco, aparece en algunas pinturas rupestres
de vieja data; en uno de los once paneles de "La
Cueva de las Manos Pintadas" en el Río
Pinturas (provincia de Santa Cruz) hay tres escenas
de cacería en cerco, superpuestas pero en
distintos colores cada una de ellas. También
hay una pintura de hombres cazando guanacos dentro
del corral formado por las barrancas del río
al que Ie han tapado las posibles salidas laterales
con grandes piedras.
Representación esquemática de la constelación
de la Cruz del Sur Choiols
para el pueblo Tehuelche
- Estaban cazando los paisanos, cuenta la abuela Atele
(ojos de agua) y mientras cerraban el cerco, los ojeadores
les gritaban a los bolea-dores, avisándoles por
si alguna buena presa intentaba escaparse, mientras los
demás colaboraban, ya sea boleando, recuperando
alguna bola perdida o cuereando.
- Desde hacía un tiempo se les
venía escapando un gran avestruz macho (Kakn) muy
arisco y ligero que en cuanto presentía la presencia
humana, huía velozmente hasta quedar fuera del
alcance de sus perseguidores.
- Esa tarde el campo estaba lindo, recién
acababa de llover y había salido radiante el sol
entre las nubes. Atardecía.
-Al cerrar el cerco los paisanos, Kakn
cruzó raudamente las líneas de los boleadores
y gambeteando matas enfiló hacia el sur. Varios
paisanos corrieron tras él con la intención
de alcanzarlo.
- ¡Allá va! ¡Allá
va! ¡Entró en el bajo del matorral! |No le
aflojen! ¡Esta vez es nuestro! ¡Shotel! ¡Shotel!
Gritaban algunos, indicando que le tiren flechas, ya que
entre las matas se enredaban las boleadoras y con un chistido
las flechas cruzaban el aire, desviándose al fin
entre las ramas de los calafates o de las matas negras,
sin que ninguno lograra clavarse en el escurridizo cuerpo
de Kakn.
- ¡Allá va faldeando la
loma! Avisó uno de ellos y tres muchachones altos
y ligeros corrieron hacia la parte más empinada
del faldeo para que no se les volviera a perder en los
matorrales del bajo.
-Los hombres más pesados y lerdos
se iban quedando atrás agotados por el esfuerzo,
otros, jadeando mantenían el ritmo de la marcha
cada vez más lenta, distanciándose de la
posible presa.
-En la alocada carrera, los cazadores
no advertían la presencia de otras importantes
piezas tales como guanacos, pumas o huemules, que miraban
atónitos sin entender, quizá, la causa de
ser despreciados en esa oportunidad.
- Sobre el filo de la meseta, el sol
había pintado un hermoso arco iris (Gijer para
los tehuelches), anunciando el fin de la lluvia y en esa
dirección corría el grupo encabezado por
el avestruz, en procura él de salvar su vida y
los restantes en quitársela. Un duelo terrible
y milenario por la supervivencia, repetido una vez más
en el árido desierto Patagónico.
- El zumbido de los latchicoi y los gritos
de la gente, cada vez más lejanos para el ave,
parecían indicarle que por ahora, seguiría
gozando de la vida.
- Korkoronke, el más ligero y
resistente del grupo, cortó campo trepando por
una barranca basáltica que coronaba la empinada
cuesta acortando distancia para bolearlo al cruce, pero
el astuto animal ayudado por su instinto de conservación,
alcanzo a verlo asomar y girando bruscamente, sin titubear
se dirigió al borde del abismo, justamente donde
se apoyaba una de las puntas del arco iris y ante el asombro
de los perseguidores, continuó corriendo hacia
arriba. ¡Estaba trepando por el arco iris!
- Azorados los paisanos, quedaron largo
rato mirando como Kakn, con largas y elásticas
zancadas seguía subiendo sobre los colores, como
si fuera etéreo.
- Korkoronke, saliendo de su estupor,
hizo girar sus avestruceras, primero lentamente, luego
aumentando la velocidad hasta lograr el máximo
impulso y se las arrojó en un último y desesperado
esfuerzo por bolearlo.
- El viejo avestruz hizo una gambeta
dando un paso al costado, haciendo pasar las boleadoras
de largo, pero dejando impreso su rastro en el cielo para
siempre, al que los tehuelches llamaron "Choiols"
que en su legua significa precisamente "Rastro de
avestruz en el cielo", el que fue y sigue siendo
el inevitable punto de referenda de marinos y caminantes
en el hemisferio Sur, ya que esta Constelación
es la que nosotros conocemos como "Cruz del sur".
- Korkoronke tampoco halló jamás
su latchicoi, aunque cuentan los viejos paisanos que desde
esa noche comenzó a brillar en el cielo un nuevo
grupo de estrellas a las que dieron el nombre de "cheljelen",
conocidas por "Las tres Marías".
- Al llegar esa noche a los Kau, los
paisanos contaron lo que les había sucedido con
Kakn, pero evidentemente nadie les creyó, burlándose
de los fallidos cazadores. Sin embargo, vieron por primera
vez, no sin gran asombro, brillar en el cielo a las nuevas
estrellas.
- Abuela -preguntó un niño-.
¿Qué pasó con Kakn? ¿Lo agarraron
otro día?
- No -respondió la anciana- nadie
más pudo agarrarlo.
- ¿Dónde está ahora?
- No sé, tal vez todavía anda corriendo
-respondió la abuela.
Autor: Mario Echeverría Baleta
Vocabulario:
Aorke
= Corral o cerco humano para cazar. Atele
= Nombre propio femenino que significa "Ojos de
Agua" (Ojos claros). Choiols
= Rastro de avestruz en el cielo. Cheljelen
= Las Tres Marías. Gijer= Arco iris. latchicoi =
Boleadora de tres bolas para cazar avestruces (avestruceras). Korkoronke= Nombre propio masculino. Significa pasto blanco
(Coirón). Kakn
= Avestruz macho (Oóiu es genérico). Shotel =
Flecha.
Notas:
El
nombre tehuelche: Según el
cronista Antonio Pigafetta de la expedición
de Fernando de Magallanes en 1520, este llamó
“patagoni” a los indígenas que
encontró en la bahía San Julián.
En su Historia general y natural de las Indias el
cronista Gonzalo Fernández de Oviedo en 1535
explicó que ...nuestros españoles les
llaman patagones por sus grandes pies, con lo que
está de acuerdo el historiador Francisco López
de Gómara en 1552. De esta forma, el primer
nombre que usaron los españoles para referirse
a los tehuelches fue el de patagones. Sin embargo,
algunos investigadores sin bases verificables especularon
que Magallanes podría haberse inspirado en
el monstruo con cabeza de perro de la novela Primaleón
de 1512, llamado “Pathagon”.
De acuerdo a la opinión más difundida,
la palabra tehuelche proviene del mapudungún
chewel che, cuyo significado sería «gente
bravía», «gente arisca» o
«gente de tierra estéril». Otra
versión sugiere que podría derivar del
nombre de una de sus parcialidades, los teushen, más
la palabra mapuche «che», que significa
‘gente’ o ‘pueblo’.
Los tehuelches, aonikenk o
patagones son un pueblo indígena de la Patagonia
en América del Sur, cuyos exponentes actuales
viven en Argentina y se han extinguido en Chile.