San
Antón se retiró al desierto para
hacer vida eremítica y solitaria, tras
haber vencido las más espantosas tentaciones
imaginables. Estaba convencido de que era el
primer cristiano que adoptaba esta vida de meditación
y mortificación. Pero hete aquí
que, pasado cierto tiempo de soledad, una visión
celestial le reveló que por aquellas
tierras se encontraba otro anacoreta, Pablo
Ermitaño, que lo aventajaba en antigüedad
y en vocación eremítica. San Antón,
decidió ir en su búsqueda para
aprender de él lo que la propia experiencia
aún no le había enseñado.
Pero ignoraba dónde podría encontrarlo.
Echó a andar fiado en
la brújula de los cielos y en su suerte.
Y, sucesivamente, tres seres extraños
le fueron dando razón de hacia dónde
tenía que dirigirse. El primero era un
auténtico centauro como los que en los
mitos griegos se dedicaron a iniciar a héroes
del Panteón Olímpico como Hércules.
El segundo, tan extraño
como el anterior, tenía rasgos de un
sátiro, pues de cintura para abajo parecía
una cabra, más de cintura para arriba
era un hombre. El tercero era un lobo que se
le ofreció como guía y lo llevó
hasta donde se encontraba Pablo. Antonio tardó
algún tiempo en ganarse la confianza
del maestro, que no lo dejaba acercarse a su
refugio, manifestándole su deseo de estar
solo. Pero al fin lo acogió a su lado
y, durante algunos años, convivieron
en su ansia común de soledad y de aprendizaje.
Durante todo aquel periodo de tiempo, un cuervo,
que antes traía diariamente medio pan
a Pablo, siguió viniendo puntualmente,
pero llevando un pan entero en su pico, para
que ambos lo compartieran como comida adicional
a las raíces y plantas del desierto.
San Antonio Abad (San Antón).
Parroquia San Juan Bautista de Arganda del Rey
(Madrid).
San
Antonio del desierto (San Antonio Abad)
Historia
y Leyenda de San Antonio Abad
Antonio Abad nació en el pueblo de Comas,
cerca de Heracleópolis Magna, en el Bajo Egipto.
Se cuenta que alrededor de los veinte años
de edad vendió todas sus posesiones, entregó
el dinero a los pobres y se retiró a vivir
a una comunidad local haciendo vida ascética.
Luego pasó muchos años ayudando a otros
ermitaños a encaminar su vida espiritual. Más
tarde se fue internando mucho más en su interior
naciendo el deseo de vivir absoluta soledad.
De acuerdo con los relatos de San Atanasio y de san
Jerónimo, Antonio fue reiteradamente tentado
por el en el desierto por el maligno.
Su fama de hombre santo y austero, atrajo a numerosos
discípulos. Es considerado el fundador de la
tradición monacal cristiana. Sin embargo, y
pese a su carisma, nunca optó por la vida en
comunidad y se retiró al monte Colzim, cerca
del Mar Rojo, en absoluta soledad. Abandonó
su retiro en el año 311 para visitar Alejandría
y predicar contra el arrianismo.
¿Qué es el arrianismo? Una herejía
que tuvo su origen en las ideas de Arrio (silo III)
que se caracteriza por negar que Jesús tuviera
la misma condición divina que Dios Padre.
El arrianismo
fue condenado en el Concilio de Nicea, año
325
San Jerónimo, cuenta que Antonio fue a visitarlo
en edad madura y lo encaminó a la vida monástica;
“el cuervo que, según la tradición,
alimentaba diariamente a Pablo entregándole
una hogaza de pan, dio la bienvenida a Antonio suministrando
dos hogazas”. A la muerte de Pablo, Antonio
lo enterró con la ayuda de dos leones y otros
animales; de ahí que sea patrono de sepultureros
y animales.
Se cuenta también que en una ocasión
se le acercó una jabalina con sus jabatos (que
estaban ciegos), en actitud de súplica. Antonio
curó la ceguera de los animales y desde entonces
la madre no se separó de él y le defendió
de cualquier alimaña que pusiera su vida en
peligro.
Se afirma que Antonio vivió hasta los 105
años, y que dio orden de que sus restos reposasen
a su muerte en una tumba anónima. Sin embargo,
alrededor de año 561 sus reliquias fueron llevadas
a Alejandría, donde fueron veneradas hasta
Siglo XII. La Orden de los Caballeros del Hospital
de San Antonio, conocidos como Hospitalarios, fundada
por esas fechas, se puso bajo su advocación.
Plano histórico del emplazamiento de la ermita
en el vértice de tres términos municipales.
Tras la caída de Constantinopla, las reliquias
de Antonio fueron llevadas a la provincia francesa
del Delfinado, a una abadía que años
después se hizo célebre bajo el nombre
de Saint-Antoine-en-Viennois. La devoción por
este santo llegó también a tierras valencianas,
difundida por el obispo de Tortosa a principios del
siglo XIV. Actualmente se celebran grandes fiestas
en su honor
La orden de los antonianos se ha especializado desde
la fundación en la atención y cuidado
de enfermos con dolencias contagiosas: peste, lepra,
sarna, enfermedades venéreas y sobre todo el
ergotismo, llamado también fuego de san Antón
o culebrilla
El día 17 de enero, celebra la iglesia la
festividad de San Antonio Abad; San Antón como
popularmente se le conoce en todos los pueblos de
España en los que ha arraigado una gran devoción
a este santo, protector de los animales. Y como es
costumbre en los ambientes rurales se llevan a cabo
en este día varios ritos para conservar la
salud de los animales.
Es sabido que San Antón es muy frecuentemente
acompañado de un cerdito; en esta fiesta las
Cofradías que llevan el nombre de este santo
rifan un cerdo y el dinero recabado es utilizado para
fines benéficos.
Consultados varios estudios sobre éste santo,
todos coinciden en qué resulta difícil
su personalidad. San Antonio Abad, constituye casi
un paradigma de una santidad particular, se llega
a hablar de una vertiente ocultista y de videncia.
Así nos surge unas veces como el acosado por
excelencia de los demonios, el tentado por todos los
horrores infernales; otras como el patrono popular
de los animales domésticos; otras como el solitario
fundador de una orden monástica, otras como
el anacoreta longevo que se alimentaba de frutos silvestres.
Curiosidad
"Hubo un tiempo en Madrid en que no era
extraño ver piaras de cerdos caminando por
la villa. Estos animales tenían un día
señalado en el calendario que ha dado origen
a la fiesta de San Antón (San Antonio Abad),
patrón de los animales y las mascotas. Su origen
se remonta a la Edad Media, esta es la primera fiesta
tras el Año Nuevo, divertía a los campesinos
bajo el nombre del Cerdo del Concejo o Rey de los
Cochinos.
Una tradición popular que consistía
en cuidar colectivamente un cerdo que se ponía
a disposición del concejo de la villa y que,
según algunos historiadores, coincidía
en el tiempo con otras citas populares como la de
los asnos y los locos”.
La transformación en fiesta religiosa
se produjo durante el Siglo de Oro. Los porqueros
llevaban sus cerdos engalanados, muy bien lo relata
Cervantes y se premiaba al más irugunal (original).
También se organizaba una carrera entre los
cerdos seleccionados y el primero en llegar a un abrevadero
era nombrado “Rey de los Cochinos o cerdos o
guarros”.
Además del galardonado cerdo se elegía
a un porquero mediante sorteo, según cuenta
la tradición, se le disfrazaba de san Antonio
Abad y se le subía a un burro.
Adornado con productos propios del campo, el
marranero se dirigía a la ermita de San Antonio.
Le seguían los cerdos, con su rey a la cabeza.
Allí les esperaban los monjes antonianos para
bendecir la paja y la cebada con la que se alimentarían
los animales y el pan de sus dueños. De ahí
el comprar los “panecillos de San Antonio”
Cuando los judíos conversos al cristianismo
decidieron criar un cerdo en la sierra de Francia
(Salamanca) hace cinco siglos con la finalidad de
demostrar su fe ante el Tribunal de la Santa Inquisición
desconocían que sería uno de los animales
más mediáticos, filmado por cámaras
de los cinco continentes.
Marrano de San Antón en La Alberca (Salamanca)
Es el conocido en toda la Sierra salmantina como
Marrano de San Antón, cerdo de raza ibérica
que, con un peso de 30 kilos, desde el mes de junio
vaga por las callejas de La Alberca (Salamanca), Mogarraz,
etc.
Por la fiestas San Antón, el cerdo se rifa
en público y al que le toque (tendrá
la suerte de poder sacrificarlo para elaborar los
tradicionales embutidos, ya que el animal ha alcanzado
en estos meses de buena vida los 170 kilos) Eso era
antes, ahora su peso es dado en productos curados
y preparados por las fabricas dedicadas a la curación
y matanza del cerdo.
Los conversos entregaban el cerdo a la Iglesia, como
buenos cristianos deseando engañar a la Inquisición,
desde hace varias décadas la rifa del guarro
de San Antón sirve para apoyar a alguna causa
solidaria.
Nota: Como no podía ser de otro modo, el
marrano de San Antón tiene su propia escultura
ubicada en la Plaza del Solano Cimero (Alberca). Se
trata de un monumento realizado en granito dedicado
a este peculiar protagonista.