Leyendas
(57). Leyenda de San Cristóbal (El Xigante portador
de Cristo)
Padul Cofrade
Investigación. Leyendas
Padul, 6 de julio de 2020
Leyenda
de San Cristóbal (El Xigante portador de
Cristo) 1
Según
cuenta la leyenda, Cristóbal en su afán
por encontrar a Jesús se aposta junto
al vado de un río por donde pasan incontables
viajeros a los que cruza de una orilla a la
otra a cambio de unas monedas. Un día,
cruza la corriente cargado de un niño
cuyo peso se le hace insoportable y después
de numerosos esfuerzos consigue llegar hasta
la orilla. ¿Quién eres niño,
que me pesas tanto que parecía que transportaba
el mundo entero? Tienes razón, dijo el
niño. Peso más que el mundo entero,
soy el creador del mundo. Me buscabas y me has
encontrado. Lejos de leyendas, San Cristóbal
además de ser el patrón de los
conductores, da nombre a uno de los conjuntos
históricos más emblemáticos
de Estepa, el cerro.
Por ello, en la celebración
del IV Centenario de la Fundación de
San Francisco, la Asociación Amigos del
Cerro de San Cristóbal de Estepa en colaboración
con el Ayuntamiento, la Asociación de
Industriales y Comerciantes de Estepa (AICE),
los distribuidores de coches de la localidad,
la Comunidad de Padres Franciscanos y la Asociación
de Jóvenes de Anawin rinde un homenaje
a la figura de San Cristóbal y a la ermita
que hubo en el conjunto histórico del
cerro con un monumento en honor del santo.
"La asociación
rinde homenaje al santo con una estatua de San
Cristóbal, de un metro y cuarenta centímetros,
aproximadamente, de piedra caliza de la Sierra
de Gilena. El monumento se ubicará en
uno de los laterales del convento, al pie de
la torre de San Francisco", según
ha comentado a Nuestropueblo.net, Rafael Romero,
Presidente de la Asociación de Amigos
del Cerro de San Cristóbal.
San Cristóbal (El Xigante portador de Cristo).
La asociación ha
encargado la elaboración de la obra al escultor
local Eusebio Rico quien ha gozado de libertad plena
para la creación aunque ha respetado los rasgos
identificativos del santo. La estatua llevará
un rótulo con la leyenda "Estepa con
San Cristóbal". Según ha comentado
el artista, "la ropa que se ha creado es intemporal
y se trata de una escultura con calidad y muy cercana
al pueblo, con el fin de que se integre perfectamente
en la sociedad estepeña".
San Cristóbal (El
Xigante portador de Cristo).
Leyenda de San Cristóbal (El Xigante portador
de Cristo) 1
Nos informa su leyenda que
antes de hacerse cristiano llamábase Réprobo,
o según otras tradiciones Relicto.
Cuenta Vorágine que
salió este xigante de su tierra cananea en
busca de señor a quien servir, y que este señor
había de ser el más poderoso. Halló
un rey que tenía fama de serlo y lo sirvió.
Aquel rey cada vez que el diablo era mencionado, se
asustaba; por lo cual abandonó aquel servicio
y fuese a buscar al diablo. Halló, pues, en
el camino frente a sus tropas al diablo y se enroló
en su bandera.
Yendo de marcha, vio cómo
su señor el diablo sentía miedo incontenible
ante la presencia de un crucero. Y de nuevo el xigante
decidió ir en busca de aquel crucificado para
servirle. En su búsqueda se topó con
un ermitaño quien le indicó la manera
de servir al crucificado, y que no era otro que Cristo.
Y por tener "estatura colosal"
podía servirlo, según el eremita, trasportando
sobre sus hombros, de orilla a orilla, en cierto río,
en el que perecían muchos que intentaban vadearlo.
Así que todos los días a varias personas
transportaba. Estando en éstas, oyó
una voz que requería sus servicios. Miró
y a nadie vio. A la tercera vez conoció que
era un pequeño niño. Tomó al
niño, lo colocó sobre sus hombros y
comenzó a vadear el río. Estando en
medio del vado, el río aumentó de caudal
y su carga se hizo insoportablemente pesada. Entonces
el niño descubrió quién era:
Cristo. Desde entonces el xigante Réprobo se
llamó Cristóbal.
San Cristóbal (El
Xigante portador de Cristo).
Poco después se mudó
a Samos, ciudad de Lycia. Tras múltiples aventuras,
es conducido ante la presencia del rey, quien al verlo,
recibió tamaño susto que se cayó
del trono. Cristóbal, después de padecer
las pruebas por negarse a sacrificar a los ídolos,
fue sentenciado a morir saeteado. Cuatrocientos soldados
arrojárosle flechas. Su cuerpo aparecía
cubierto de saetas, pero no penetraron en su piel.
Una de ellas se separó del cuerpo de Cristóbal,
e impulsada se clavó entre los ojos del rey,
quien ciego se quedó, Cristóbal por
fin muere decapitado. El rey recobra la vista.
Leyenda de San Cristóbal
(El Xigante portador de Cristo) 1
La ermita fue puesta bajo
la advocación de San Cristóbal, nombre
que significa "portador de Cristo",
según la Leyenda Dorada.
Cristóbal fue un
gigantesco personaje que infundía terror a
quienes le veían. Decidió recorrer mundo
en busca del señor más poderoso para
consagrarse a su servicio y lo encontró en
la persona de un rey cristiano. Descubriendo que este
rey temía al diablo, no paró hasta localizarlo
y ponerse a su lado al frente de un ejército
destructor.
Pero en cruce de caminos,
al cruzarse una cruz de piedra, el diablo se puso
a temblar por el temor que le infundía el símbolo
crucificado. Se alejó del diablo preguntando
a las gentes cómo servir al hombre llamado
Cristo. Nadie contestaba hasta que un ermitaño
le indicó la mejor manera de hacerlo:
-Aquí al lado
hay un río donde suelen morir muchos de los
que intentan atravesarlo. Tienes una estatura y fuerza
descomunal, perfectamente podrás pasarlos de
orilla a orilla sobre tus hombros. Y efectivamente,
comenzó a pasar viajeros apoyado en una vara
gruesa y resistente.
Un día estaba descansando
en su cabaña, al lado del vado, cuando oyó
una voz de niño:
- ¡Cristóbal,
sal y ayúdame a cruzar el río!
Salió y no vio a
nadie. Lo mismo aconteció por segunda vez;
a la tercera ocasión divisó un chiquillo.
Cargándolo sobre sus hombros como si fuera
una pluma tomó el bastón y comenzó
el viaje a través del río, pero a cada
paso el niño pesaba más y aumentaba
el nivel de las aguas. A mitad del cauce creyó
no poder soportar ni el peso ni el ímpetu de
la corriente; no obstante, en sobrehumano esfuerzo,
logró poner al niño en la otra orilla.
- ¡Ay, pequeño!-
le dijo, creía llevar el mundo entero sobre
mis espaldas.
- Y lo has llevado porque
yo soy Cristo, el creador de ese mundo. Cuando vuelvas
a tu cabaña, planta la vara y mañana
por la mañana estará verde y con frutos-.
Dicho esto, el niño desapareció.
San Cristóbal (El
Xigante portador de Cristo).
Cristóbal murió
martirizado por predicar el cristianismo hacia el
año 250 de nuestra era. Puesto sobre una parrilla,
ésta se derritió; cuatrocientos arqueros
le disparaban flechas que flotaban en el aire al contacto
con su piel. Finalmente fue decapitado.