Leyendas
(60). Leyenda de San Francisco de Asís (Asís,
Italia)
Padul Cofrade
Investigación. Leyendas
Padul, 9 de julio de 2020
Leyenda
de San Francisco de Asís (Asís,
Italia)
La
bendición de San Francisco al hermano
León es uno de los tres autófrafos
que se conservan del Santo de Asís. Ésta
y las alabanzas al Dios altísimo se conservan
en el Sacro Convento de Asís y la carta
que San Francisco escribió al hermano
León se guarda en la catedral de Espoleto.
La Bendición de San
Francisco es un pergamino de diez centímetros
de ancho por catorce de largo en el que se lee:
El Señor te bendiga y te guarde;
te muestre su faz y tenga misericordia de ti.
Vuelva a ti su rostro y te conceda la paz.
El Señor te bendiga, hermano León.
En un inventario de las reliquias
del Sacro Convento de Asís, terminado
y firmado el 15 de febrero de 1338, se recuerda
un marco de madera con cristal “con la
bendición que San Francisco dio a su
compañero el hermano León”.
En otro inventario de 1473, la bendición
se halla ya en un relicario de plata: “en
el que se halla el escrito de mano de San Francisco”.
Actualmente se conserva en un relicario de plata
del siglo XVII en la Capilla de las Reliquias
de la Basílica de San Francisco en Asís.
San Francisco de Asís.
Según cuenta Tomás de Celano
en su segunda Leyenda de San Francisco: “Uno
de los compañeros del Santo deseaba con mucho afán
tener por escrito, para que le confortase, alguna de las
palabras del Señor, acompañada de una breve
anotación manuscrita de San Francisco. Creía,
en efecto, que con eso desaparecería una tentación
molesta que lo atormentaba. Aunque se consumía
en este deseo, le daba pavor descubrirlo al Santo; pero
a quien no se lo manifestó el hombre, se lo reveló
el Espíritu."
Un día llama el bienaventurado
Francisco al hermano y le dice: “tráeme
papel y tinta, porque quiero escribir unas palabras del
Señor y sus alabanzas que he meditado en mi corazón”.
En cuanto los tuvo a mano, escribió de su puño
y letra las alabanzas de Dios y las palabras que quiso,
y, por último, la bendición para el hermano,
a quien dijo: “Toma para ti este pliego y consérvalo
cuidadosamente hasta el día de tu muerte”.
Al instante desaparece del todo la tentación”
(2C. 49).
San Francisco de Asís. Imagen:
Pintura de Jusepe de Ribera.
Este compañero de Francisco era
el hermano León, natural de Asís, que fue
secretario y confesor del Poverello. Después de
la muerte de San Francisco estuvo en diversos conventos,
como en el de San Simón de Espoleto, donde deja
la carta que le escribió San Francisco. Reside
también en La Porciúncula, donde muere el
15 de noviembre de 1271. Fue enterrado en el Sacro Convento.
La bendición que escribe Francisco,
poco después de la impresión de las llagas,
es la bendición solemne sacerdotal del libro de
los Números (cfr. Núm. 6, 24-27). La firma
con la TAU, cuyo trazo vertical divide el nombre del hermano
León.
El hermano León anotó posteriormente
en el pergamino con tinta roja: “El bienaventurado
Francisco escribió de su puño esta bendición
para mí, hermano León”. Y debajo del
cráneo, signo del primer Adán salvado con
la muerte en cruz del segundo Adán, Jesús,
el hermano León apunta: “También de
su puño hizo el signo TAU y la cabeza”.
Autor: Valentín Redondo
La ciencia
confirma parte de popular leyenda atribuida a San Francisco
de Asís
Un equipo de científicos europeos
ha confirmado parte de la leyenda del saco de pan que
San Francisco de Asís habría enviado, con
ayuda de un ángel, a frailes franciscanos agobiados
por el hambre y el aislamiento en un monasterio italiano,
en el invierno de 1224.
En un artículo publicado en la
revista Radiocarbon, de la Universidad de Cambridge, los
científicos, encabezados por Kaare Lund Rasmussen,
profesor asociado de la University of Southern Denmark,
destacaron que esta es la primera vez que el “saco
de San Francisco” fue estudiado por la ciencia.
Según la leyenda, San Francisco
se encontraba en Francia y envió el saco lleno
de panes a sus hambrientos hermanos en el monasterio de
Folloni, cercano a Montella, en Italia.
El saco ha sido conservado en el monasterio
hasta la actualidad.
Muestra del saco analizada por los
científicos. Foto: University of Southern Denmark.
Los científicos explicaron que
“analizamos muestras del saco para obtener una
fecha de radiocarbono (14C) y buscar rastros de pan”.
El estudio reveló que el saco
en verdad databa del periodo entre 1220 y 1295, “lo
que coloca el textil en el marco de tiempo adecuado según
la leyenda”, explicaron.
Además, el análisis químico
reveló la presencia de ergosterol, “un
biomarcador conocido de la elaboración de la cerveza,
de horneado o de agricultura”.
“En este artículo hemos
demostrado la validez del ergosterol como un biomarcador
para la presencia de pan en el pasado”, señalaron.
Como conclusión, los científicos
señalaron que “parece que hay una buena
correspondencia entre la leyenda franciscana y los dos
métodos científicos más decisivos
que son relevantes para analizar el saco”.
“Aunque no es una prueba, nuestro
análisis muestra que el saco en verdad podría
ser auténtico”.
Monasterio de San Francisco, en Folloni.
Foto: University of Southern Denmark.
En declaraciones recogidas por la University
of Southern Denmark, Kaare Lund Rasmussen advierte que
si bien el saco corresponde con la época de la
leyenda, que haya sido enviado por San Francisco y llevado
por un ángel es más una interrogante de
fe que de ciencia.
12 hechos fascinantes de la
vida de San Francisco de Asís
Cada 4 de octubre se celebra la fiesta
de San Francisco de Asís, uno de los santos más
conocidos y queridos de la Iglesia, y cuyo nombre fue
tomado en su honor por el Papa Francisco. En la siguiente
lista, podrás concoer 12 hechos fascinantes sobre
su vida.
1. Los retratos más
antiguos de San Francisco se encuentran en Italia
El primero (izquierda) se encuentra en
el monasterio benedictino de Subiaco. Lo hicieron durante
una visita al monasterio; en éste San Francisco
no tiene aureola ni estigmas.
El segundo fresco (derecha) se halla
en la Basílica inferior de Asís y fue pintado
por Cimabue. El fresco completo representa a la Virgen
con el Niño entronizados, cuatro ángeles
y San Francisco.
2. Se le llamó
Francisco por el pueblo de Francia
Su padre, Pedro Bernardone, fue un comerciante
que trabajaba en Francia. Como se encontraba en dicho
país cuando nació su hijo, la gente le apodó
"Francesco" (el francés), por
más que en el bautismo recibió el nombre
de Juan.
3. Fue prisionero
de guerra durante un año
Cuando tenía cerca de 19 años,
antes de su conversión, se unió al ejército
y luchó en una guerra que se libró entre
las ciudades de Perugia y Asís. Fue hecho prisionero
durante un año, pero finalmente fue liberado ileso.
4. Su vida
se inspiró en Mateo 10,9
En Mateo 10,9, Jesús dice a sus
discípulos: "no lleven oro, plata o monedas
en el cinturón" cuando viajen para predicar
el Evangelio. Se sintió inspirado a hacer lo mismo
y comenzó a viajar para predicar el arrepentimiento
en pobreza.
5. En el plazo
de un año ganó 11 seguidores
Para el año 1210 había
12 de ellos en total, es decir, igual número que
los apóstoles. Entonces, Francisco redactó
una regla breve e informal que consistía principalmente
en los consejos evangélicos para alcanzar la perfección.
Con ella se fueron a Roma a presentarla para la aprobación
del Papa. Viajaron a pie, cantando y rezando, llenos de
felicidad y viviendo de las limosnas que la gente les
daba.
6. El Papa
Inocencio III decidió apoyar a los franciscanos
después de un sueño sobrenatural
El Papa Inocencio III se mostró
adverso al darle apoyo a Francisco y su nuevo grupo de
seguidores. Entonces, tuvo un sueño en el que vio
a Francisco sosteniendo con su cuerpo la Basílica
de San Juan de Letrán, la catedral de la diócesis
de Roma, que estaba a punto de derrumbarse.
El Santo Padre interpretó el sueño
como una indicación de que Francisco y su grupo
podrían servir de apoyo a la Iglesia y así
les dio el reconocimiento oficial como una orden.
7. Asistió
al IV Concilio de Letrán, donde conoció
a Santo Domingo de Guzmán
El IV Concilio de Letrán fue el
concilio ecuménico 12 de la Iglesia Católica
en el que se ratificó la transubstanciación
y la primacía papal, entre otras cosas. Santo Domingo,
fundador de la Orden de Predicadores o Dominicos, también
estuvo presente.
8. Visitó
a un sultán musulmán, le predicó
el Evangelio y lo desafió
Durante la quinta cruzada, Francisco
y un acompañante viajaron a territorio musulmán
para visitar al sultán de Egipto y Siria, Al-Kamil.
El santo predicó ante el sultán, y para
demostrar su gran fe en la religión cristiana,
desafió a los presentes a un "juicio de
fuego", que consistía en que él
y un musulmán caminen por un sendero en llamas,
con la idea de que el seguidor de la religión verdadera
debía ser protegido por Dios.
Francisco se ofreció a ir en primer
lugar, pero Al-Kamil rechazó el desafío.
No obstante, el sultán quedó tan impresionado
por su fe que le dio permiso a Francisco para predicar
en su tierra.
9. Detuvo
los milagros de un franciscano fallecido
En 1220, Francisco se retiró del
gobierno de la Orden y nombró como su Vicario a
Pedro Cattani. Sin embargo, Pedro murió sólo
cinco meses después. Los visitantes a su tumba
reportaron muchos milagros, lo que llevó a grandes
multitudes al lugar. Las muchedumbres causaban problemas
en la zona por lo que Francisco le rezó a Cattani
para se detuvieran los milagros, y estos cesaron.
10. Recibió
estigmas mientras realizaba ayuno de 40 días
Los estigmas son una condición
en la que las heridas de Cristo aparecen sobrenaturalmente
en el cuerpo de una persona. Un franciscano que lo acompañó
dijo: "de repente vio una visión de un
serafín, un ángel de seis alas en una cruz.
Este ángel le dio el don de las cinco llagas de
Cristo".
Esto sucedió en 1224 durante un
ayuno de 40 días en el Monte Alvernia, cuando se
preparaba para la Fiesta de San Miguel Arcángel,
el 29 de septiembre.
11. La primera
piedra de la Basílica de San Francisco de Asís
se colocó al día siguiente de su canonización
Francisco murió el 3 de octubre
de 1226. Fue declarado santo por el Papa Gregorio IX el
16 de julio de 1228, y al día siguiente el Santo
Padre puso personalmente la primera piedra de la nueva
basílica de San Francisco de Asís.
12. Su tumba
se perdió durante siglos hasta que fue redescubierta
en 1818
Su
cuerpo fue trasladado a su basílica en 1230, pero
pronto fue ocultado por los franciscanos para protegerlo
de los invasores sarracenos. La ubicación de su
cuerpo quedó en el olvido, y no fue redescubierto
hasta casi seis siglos después, en 1818.