Leyendas
(69). Leyenda de San Nicolás (Santa Claus)
Padul Cofrade
Investigación. Leyendas
Padul, 20 de julio de 2020
Leyenda
de San Nicolás (Santa Claus)
La
leyenda de Santa Claus deriva directamente de
las que desde muy antiguo han adornado la figura
de San Nicolás de Bari (ca. 280-ca. 350),
obispo de Myra y santo que, según la
tradición, entregó todos sus bienes
a los pobres para hacerse monje y obispo, distinguiéndose
siempre por su generosidad hacia los niños.
En la Edad Media, la leyenda
de San Nicolás arraigó de forma
extraordinaria en Europa, particularmente en
Italia (a la ciudad italiana de Bari fueron
trasladados sus restos en el 1087), y también
en países germánicos como los
estados alemanes y holandeses. Particularmente
en Holanda adquirió notable relieve su
figura, al extremo de que se convirtió
en patrón de los marineros holandeses
y de la ciudad de Ámsterdam. Cuando los
holandeses colonizaron Nueva Ámsterdam
(la actual isla de Manhattan), erigieron una
imagen de San Nicolás, e hicieron todo
lo posible para mantener su culto y sus tradiciones
en el Nuevo Mundo.
La devoción de los inmigrantes
holandeses por San Nicolás era tan profunda
y al mismo tiempo tan pintoresca y llamativa
que, en 1809, el escritor norteamericano Washington
Irving (1783-1859) trazó un cuadro muy
vivo y satírico de ellas (y de otras
costumbres holandesas) en un libro titulado
Knickerbocker's History of New York (La historia
de Nueva York según Knickerbocker). En
el libro de Irving, San Nicolás era despojado
de sus atributos obispales y convertido en un
hombre mayor, grueso, generoso y sonriente,
vestido con sombrero de alas, calzón
y pipa holandesa. Tras llegar a Nueva York a
bordo de un barco holandés, se dedicaba
a arrojar regalos por las chimeneas, que sobrevolaba
gracias a un caballo volador que arrastraba
un trineo prodigioso. El hecho de que Washington
Irving denominase a este personaje "guardián
de Nueva York" hizo que su popularidad
se desbordase y contagiase a los norteamericanos
de origen inglés, que comenzaron también
a celebrar su fiesta cada 6 de diciembre, y
que convirtieron el "Sinterklaas"
o "Sinter Klaas" holandés en
el "Santa Claus" norteamericano.
San Nicolás.
Pocos años
después de la publicación del libro de Irving,
la figura de Santa Claus había adquirido tal popularidad
en la costa este de los Estados Unidos que, en 1823, un
poema anónimo titulado A Visit of St. Nicholas
('Una visita de San Nicolás'), publicado en el
periódico Sentinel ('El Centinela') de Nueva York,
encontró una acogida sensacional y contribuyó
enormemente a la evolución de los rasgos típicos
del personaje. Aunque publicado sin nombre de autor, el
poema había sido escrito por un oscuro profesor
de teología, Clement Moore, que lo dedicó
a sus numerosos hijos y nunca previó que un familiar
suyo lo enviaría a un periódico Hasta el
año 1862, ya octogenario, no reconocería
Moore su autoría. En el poema, San Nicolás
aparecía sobre un trineo tirado por renos y adornado
de sonoras campanillas. Su estatura se hizo más
baja y gruesa, y adquirió algunos rasgos próximos
a la representación tradicional de los gnomos (que
precisamente también algunas viejas leyendas germánicas
consideraban recompensadores o castigadores tradicionales
de los niños). Los zuecos holandeses en que los
niños esperaban que depositase sus dones se convirtieron
en anchos calcetines. Finalmente, Moore desplazó
la llegada del simpático personaje del 6 de diciembre
típico de la tradición holandesa, al 25
de ese mes, lo que influyó grandemente en el progresivo
traslado de la fiesta de los regalos al día de
la Navidad.
El proceso de popularización del
personaje siguió en aumento. El 6 de diciembre
de 1835, Washington Irving y otros amigos suyos crearon
una sociedad literaria dedicada a San Nicolás,
que tuvo su sede en la propia casa de Irving. En las reuniones,
era obligado fumar en pipa y observar numerosas costumbres
holandesas. Ello indica hasta qué extremo habían
aceptado esta tradición holandesa los norteamericanos
descendientes de otros grupos inmigrantes.
Fra Angelico . San Nicolás
liberando a los tres soldados inocentes y Muerte del Santo,
predela del retablo de Perugia, ca. 1437. Perugia, Galleria
Nazionale dell’Umbria.
El otro gran contribuyente a la representación
típica de San Nicolás en el siglo XIX fue
un inmigrante alemán llamado Thomas Nast. Nacido
en Landau (Alemania) en 1840, se estableció con
su familia en Nueva York desde que era un niño,
y alcanzó gran prestigio como dibujante y periodista.
En 1863, Nast publicó en el periódico Harper's
Weekly su primer dibujo de Santa Claus, cuya iconografía
había variado hasta entonces, fluctuando desde
las representaciones de hombrecillo bajito y rechoncho
hasta las de anciano alto y corpulento. El dibujo de Nast
lo presentaba con figura próxima a la de un gnomo,
en el momento de entrar por una chimenea. Sus dibujos
de los años siguientes (siguió realizándolos
para el mismo periódico hasta el año 1886)
fueron transformando sustancialmente la imagen de Santa
Claus, que ganó en estatura, adquirió una
barriga muy prominente, mandíbula muy ancha, y
se rodeó de elementos como el ancho cinturón,
el abeto, el muérdago y el acebo. Aunque fue representado
varias veces como viajero desde el Polo Norte, su voluntariosa
aceptación de las tareas del hogar y sus simpáticos
diálogos con padres y niños le convirtieron
en una figura todavía más próxima
y entrañable. Cuando las técnicas de reproducción
industrial hicieron posible la incorporación de
colores a los dibujos publicados en la prensa, Nast pintó
su abrigo de un color rojo muy intenso. No se sabe si
fue él el primero en hacerlo, o si fue el impresor
de Boston Louis Prang, quien ya en 1886 publicaba postales
navideñas en que aparecía Santa Claus con
su característico vestido rojo. La posibilidad
de hacer grandes tiradas de tarjetas de felicitación
popularizó aún más la figura de este
personaje, que numerosas tiendas y negocios comenzaron
por entonces a usar para fines publicitarios. Llegó
incluso a ser habitual que, durante las celebraciones
navideñas, los adultos se vistieran como él
y saliesen a las calles y tiendas a obsequiar a los niños
y hacer propaganda de todo tipo de productos. Entre 1873
y 1940 se publicó la revista infantil St. Nicholas,
que alcanzó una enorme difusión.
La segunda mitad del siglo XIX fue trascendental
en el proceso de consolidación y difusión
de la figura de Santa Claus. Por un lado, quedaron fijados
(aunque todavía no definitivamente) sus rasgos
y atributos más típicos. Por otra, se profundizó
en el proceso de progresiva laicización del personaje.
Efectivamente, Santa Claus dejó de ser una figura
típicamente religiosa, asociada a creencias específicas
de determinados grupos credenciales, y se convirtió
más bien en un emblema cultural, celebrado por
personas de credos y costumbres diferentes, que aceptaban
como suyos sus abiertos y generales mensajes de paz, solidaridad
y prosperidad. Además, dejó de ser un personaje
asociado específicamente a la sociedad norteamericana
de origen holandés, y se convirtió en patrón
de todos los niños norteamericanos, sin distinción
de orígenes geográficos y culturales. Prueba
de ello fue que, por aquella época, hizo también
su viaje de vuelta a Europa, donde influyó extraordinariamente
en la revitalización de las figuras del "Father
Christmas" o "Padre Navidad" británico,
o del "Père Noël" o "Papá
Noel" francés, que adoptaron muchos de sus
rasgos y atributos típicos.
El último momento de inflexión
importante en la evolución iconográfica
de Santa Claus tuvo lugar con la campaña publicitaria
de la empresa de bebidas Coca-Cola, en la Navidad de 1930.
Como cartel anunciador de su campaña navideña,
la empresa publicó una imagen de Santa Claus escuchando
peticiones de niños en un centro comercial. Aunque
la campaña tuvo éxito, los dirigentes de
la empresa pidieron al pintor de Chicago (pero de origen
sueco) Habdon Sundblom que remodelara el Santa Claus de
Nast. El artista, que tomó como primer modelo a
un vendedor jubilado llamado Lou Prentice, hizo que perdiera
su aspecto de gnomo y ganase en realismo. Santa Claus
se hizo más alto, grueso, de rostro alegre y bondadoso,
ojos pícaros y amables, y vestido de color rojo
con ribetes blancos, que eran los colores oficiales de
Coca-Cola. El personaje estrenó su nueva imagen,
con gran éxito, en la campaña de Coca-Cola
de 1931, y el pintor siguió haciendo retoques en
los años siguientes. Muy pronto se incorporó
a sí mismo como modelo del personaje, y a sus hijos
y nietos como modelos de los niños que aparecían
en los cuadros y postales. Los dibujos y cuadros que Sundblom
pintó entre 1931 y 1966 fueron reproducidos en
todas las campañas navideñas que Coca-Cola
realizó en el mundo, y tras la muerte del pintor
en 1976, su obra ha seguido difundiéndose constantemente.
Por el cauce de las postales, cuentos,
cómics, películas, etc. norteamericanas,
la oronda figura de Santa Claus sigue ganando popularidad
en todo el mundo, y hoy puede decirse que constituye la
advocación más universal y conocida, y también
la más laica y comercial, de todas las derivadas
del San Nicolás de Bari que desde el siglo IV se
ha considerado tradicional protector de los niños.
Autor: J. M. Pedrosa.
Bibliografía:
Thomas Nast's Christmas Drawings for
the Human Race (Nueva York, 1890).
WEISER, Francis X. Handbook of Christian Feasts and Customs
(Nueva York, 1958).
RODRÍGUEZ, Pepe, Mitos y ritos de la Navidad: origen
y significado de las celebraciones navideñas. (Barcelona,
1997).
La bofetada
de San Nicolás a Arrio en Nicea
Cuenta la tradición que en el
concilio de Nicea San Nicolás, nada más
encontrarse con Arrio, le abofeteó en el rostro
por haber adulterado la doctrina católica.
En el año 320 d.C, el obispo de
Alejandría convocó una reunión de
los obispos de Egipto y alrededores en la que la mayoría
de los asistentes coincidió en excomulgar a Arrio
por su doctrina errónea que negaba la verdadera
divinidad de Jesucristo. Arrio decidió entonces
huir a Egipto, donde encontró asilo y comenzó
a buscar apoyos entre los obispos de varias ciudades y
siguió transmitiendo sus ideas a las masas.
En el año 325, la situación
con que se encontró Constantino hizo que encargara
al obispo hispano Osio examinar la controversia y convocar
una asamblea de obispos en Nicea.
Aunque no se sabe con certeza cuántos
obispos asistieron a este primer concilio ecuménico,
el número acabó fijándose simbólicamente
en 318, tantos como los criados de Abraham que acudieron
armados al rescate de su familia, según señala
el doctor en teología y especialista en información
religiosa Marcellino D’Ambrosio en su libro Cuando
la Iglesia era joven: Las voces de los Primeros Padres,
de la editorial Palabra.
En aquel encuentro se encontraban Arrio
y algunos de sus partidarios, así como el obispo
de Alejandría que había excomulgado a Arrio
por atentar contra la regla de la fe cristiana. Entre
los obispos que asistieron al Concilio de Nicea, la tradición
señala que también estaba presente Nicolás
de Mira, confesor de la fe durante la persecución.
Según se relata en el libro Cuando
la Iglesia era joven, la tradición cuenta que el
jovial anciano san Nicolás, nada más encontrarse
con Arrio en el concilio, le abofeteó en el rostro.
D’ Ambrosio señala que aunque esta anécdota
bien puede tratarse de una leyenda, ilustra lo que comentó
un cardenal de la curia cuando Roma preparaba el Vaticano
II: “Un concilio no es una reunión de boy
scouts“.
En Nicea, los obispos plasmaron su enseñanza
redactando un Credo que todos estaban obligados a aceptar
y promover como principios universales de la verdadera
fe cristiana. D’ Ambrosio subraya en su libro que,
hasta el Concilio de Nicea, los credos se empleaban casi
exclusivamente para la instrucción y el bautismo
de nuevos cristianos y su expresión literal variaba
ligeramente de unas ciudades a otras.
Los obispos del Concilio de Nicea tomaron
un credo bautismal local y lo corrigieron para que las
palabras definieran con nitidez la divinidad de Cristo,
excluyendo la doctrina de Arrio. En este concilio se condenaron
las enseñanzas de Arrio, incompatibles con la auténtica
fe cristiana y quienes mantuvieran esas opiniones con
contumacia quedarían excomulgados o anatematizados.
Todos los obispos, a excepción de Arrio y dos de
sus partidarios, suscribieron el Credo.
La bofetada de San Nicolás
a Arrio en Nicea
La verdadera historia
del origen del "Santa Claus"
"Viejito Pacuero", Santa Claus,
Papa Noel o San Nicolás. Esos son algunos de los
nombres que recibe el personaje encargado de condimentar
la Navidad.
La historia del origen es mítica
y tiene relación con la figura inspirada en el
obispo cristiano Nicolás de Myra, quien vivió
en el siglo IV en Anatolia, Turquía, y que a la
fecha posee más de dos mil templos en tributo a
él por mundo.
Actualmente sus reliquias se conservan
en Bari, Italia, porque cuando los musulmanes conquistaron
territorio turco, un grupo de católicos romanos
sacó de allí en secreto las reliquias del
santo y se las llevó a la ciudad italiana.
¿Sabes cómo y cuándo
decirle la verdad a tus hijos sobre Santa Claus?
Nicolás era hijo de una familia
acomodada, pero él destacó por su sencillez
y servicio hacia los demás. Su padre deseaba que
siguiera sus pasos comerciales en el Mar Adriático,
mientras su madre pretendía que fuera sacerdote
como su tío, el obispo de Myra.
El deseo de sus padres quedó en
el tintero luego de que la peste se los llevara y en ese
momento su obra cobró sentido. El muchacho, conmovido
con la desgracia repartió sus bienes entre los
necesitados y se encomendó a la religión
para ordenarse como sacerdote.
En torno a su figura destacan historias
de milagros y sus bondades para con la gente pobre. Tal
fue la admiración que sintieron por él que
se convirtió en santo patrón de Grecia,
Turquía, Rusia y la Lorena (Francia).
Su fama como
repartidor de obsequios
La historia cuenta que Nicolás
regaló en secreto una bolsa llena de monedas de
oro a tres mujeres cuyo padre no tenía los recursos
cuando cumplieron la edad de casarse. Se cuenta que el
sacerdote entraba por una ventana y ponía la bolsa
de oro dentro de los calcetines de las niñas, que
colgaban sobre la chimenea para secarlos.
San Nicolás acompañado
del demonio Krampus
El cambio
de San Nicolás a Santa Claus y Papá Noel
Los registros indican que la transformación
ocurrió en el año 1624. Según consigna
la BBC, "fue en el siglo XVII cuando la imagen de
Santa Claus llegó a Estados Unidos procedente Holanda,-país
en el que se venera a Sinterklaas o San Nicolás,
un personaje que trae regalos a los niños el 5
de diciembre".
Sin embargo, en 1809 el escritor Washington
Irving deformó el nombre del santo holandés
Sinterklaas en la vulgar pronunciación Santa Claus.
Este podría considerarse el nacimiento del nombre.
Luego el poeta Clement Clarke Moore hizo su aporte en
un poema donde habla de Santa Claus como enano y delgado,
pero que regala juguetes en vísperas navideñas
a los niños y viaja en un trineo tirado por nueve
renos incluyendo al líder, Rodolfo.
En 1863 Santa Claus adopta su nueva fisionomía
gracias Thomas Nast, un dibujante que diseñó
al personaje para sus tiras navideñas en Harpers
Weekly. Sus vestimentas nuevas tendrían influencia
de los obispos de antaño y sin relación
con San Nicolás de Bari.
La historia y celebración se comenzó
a propagar de la mano de Santa Claus, con el personaje
gordo, barbón y de rojo tras una ilustración
realizada en 1870 por el dibujante alemán-estadounidense
Thomas Nast sobre la base de un poema de Clement Moore.
Se cree que su creador se basó
en las vestimentas de los obispos de viejas épocas
para crear este San Nicolás, que en ese momento
ya nada tenía que ver con San Nicolás de
Mira.
Santa Claus ha sido utilizado ampliamente
como herramienta comercial. A fines del siglo XIX, a partir
de un anuncio estadounidense de la Lomen Company, empresa
estadounidense del sector frigorífico, quien incorporó
la tradición de que Papá Noel procedería
del Polo Norte; y se popularizarían completamente
los renos navideños como medio de trasporte de
Santa Claus.
Eso sí, en 1930 Coca Cola adquirió
los derechos de este objeto viviente y en sus anuncios
publicitarios lo comenzó a utilizar. Hasta esa
fecha no hubo una asignación concreta al color
de la vestimenta de Santa Claus, siendo el verde uno de
los más usados, eso sí, ya existían
algunos acercamientos con el rojo. Aprovechando este elemento,
los encargados de marketing de la gaseosa aprovecharon
la oportunidad para vestir al "Viejito Pascuero"
de color rojo y blanco, tal como lo conocemos hoy.
El cambio
de San Nicolás a Santa Claus y Papá Noel
La Navidad es una palabra derivada del
latín nativitas o nacimiento, es una de las principales
fiestas cristianas que marca el nacimiento de Jesús
de Nazareth. En Chile y en gran parte del mundo cada 24
de diciembre a las 00.00 horas se vive un momento especial,
en que los mayores se vuelven niños y los más
jóvenes se transforman en adultos.