LEYENDAS
(36). LEYENDA DE LA VIRGEN DE LA CALLE (PALENCIA)
Padul Cofrade
Investigación. Leyendas
Padul, 25 de mayo de 2020
Continuamos con la nueva recopilación
hecha por Padul Cofrade de algunos de los muchísimos
relatos y leyendas relacionados con la Virgen María.
Intentamos con esto dar a conocer distintos aspectos
relacionados con la religiosidad en distintas zonas
del mundo.
En esta ocasión seguimos
con la leyenda de la Virgen de la Calle (Palencia).
La
devoción por la patrona de Palencia,
se remonta al antiguo santuario de la actual
calle San Bernardo.
El calendario litúrgico
de la Iglesia católica dedica el 2 de
febrero a la presentación de Jesús
en el templo y a la purificación de la
Virgen. Históricamente, uno de los ritos
de esta jornada es la bendición de las
antorchas, de las candelas. En estos orígenes
se encuentra el actual culto a la Virgen como
madre que presentó a su hijo en el templo,
que en cada ciudad tiene diferente advocación.
En Palencia, es la Virgen de
la Calle, en recuerdo de una imagen mariana
propiedad de la cofradía que se encontraba
en el exterior del templo dedicado a Nuestra
Señora de las Candelas, situado en la
actual calle San Bernardo, que poseía
otra imagen que se veneraba en el altar mayor
y que pertenecía al cabildo catedralicio.
Los palentinos rezaban ante la talla exterior
cuando las puertas estaban cerradas o cuando
tenían prisa y no entraban al interior.
Con el apelativo de la calle
ya era invocada a partir de 1494, por lo que
se deduce que la cofradía fue bastante
anterior a ese año, según dejó
escrito el hermano Timoteo García Cuesta,
religioso de La Salle que fue subdirector del
colegio de Palencia, que investigó el
origen del culto a la Virgen de la Calle. Los
datos de este artículo se recogen de
su libro El santuario de Nuestra Señora
de la Calle. Patrona de Palencia, publicado
en 1951.
La antigua capilla de las Candelas
se construyó en la primera mitad del
siglo XV. Era un templo pequeño y de
construcción pobre. Entre 1581 y 1590
fue ocupado por las religiosas carmelitas del
convento que fundó Santa Teresa, y entre
1598 y 1613 fue cedido a las Bernardas de Santa
María del Escobar.
La pobreza constructiva del
templo se palió con la decoración
plateresca que se añadió a la
fachada hacia 1598, que es la que se conserva
en la actualidad. El 16 de mayo de 1613 comienza
a construirse la actual iglesia de San Bernardo
la capilla del colegio de La Salle, que se concluyó
el 23 de septiembre de 1618, según planos
diseñados por Francisco de Praves. El
templo conserva un camarín que diseñó
el maestro arquitecto Felipe Berrojo, quien
lo terminó en 1681.
Virgen
de la Calle (Palencia).
La Virgen de la Calle, ya con esta denominación
popularizada en detrimento de las Candelas, siguió
recibiendo culto en esta iglesia hasta que se trasladó
a la actual, hecho que ocurrió el 5 de noviembre
de 1769. El nuevo templo había pertenecido a los
jesuitas, pero su expulsión de España en
1764 lo dejó abandonado. ¿Qué pasó
con el santuario antiguo? El cabildo lo cedió,
por orden de Carlos III, a las religiosas trapistinas,
que lo conservaron hasta 1938 con el nombre de iglesia
de San Bernardo.
Virgen de la Calle (Palencia).
La devoción de los palentinos
hacia la Virgen de la Calle, su patrona, ha sido intensa,
ya que ha servido en rogativas para alejar epidemias,
suplicar el cese de plagas o pedir agua ante pertinaces
sequías. El hermano Timoteo tuvo constancia de
la primera vez que salió la imagen fuera del antiguo
santuario. Según sus datos, fue el 7 de mayo de
1589, cuando una larga sequía motivó a la
cofradía penitencial de San Francisco a solicitar
la imagen para que desfilara en procesión para
implorar agua.
La cofradía, denominada también
de los Caballeros, vivió diferentes vicisitudes
hasta el que el obispo Andrés de Bustamante la
disuelve en 1752. Casi dos siglos después, otro
obispo, Francisco Javier Lauzurica y Torralba, la recuperó
en una triple acción:la proclamación oficial
de Nuestra Señora de la Calle como patrona de Palencia
el 2 de febrero de 1948 el Breve Pontificio del papa Pío
XII se firmó el 2 de abril de año anterior,
la erección canónica de la cofradía
y la coronación de la imagen, que la materializó
el obispo siguiente, José Souto Vizoso, en 1952.
La proclamación oficial como patrona
se basó en que «ya desde muy antiguo, todos
los ciudadanos (de Palencia) profesaron una devoción
filial a la Bienaventurada Virgen María, bajo el
título de Nuestra Señora de la Calle».
Efectivamente, García Cuesta recoge que en el siglo
XVIII aparece en los documentos del cabildo de la catedral
y del Ayuntamiento una referencia a la Virgen de la Calle
como patrona, aunque la devoción es incluso anterior,
y está tan arraigada en la ciudad que se la atribuyen
diferentes milagros, por lo que se la conoce desde el
siglo XV con el sobrenombre de milagrosa o Virgen los
Milagros.
Uno de estos milagros benefició
al mismísimo obispo de Segovia, Tomás Moratinos,
quien remitió en 1680 una carta al deán
de Palencia en la que le relata los favores y beneficios
que recibió al curarle de una gravísima
enfermedad cuando estudiaba en Palencia.
La ubicación exterior de la Virgen
se retomó en el nuevo santuario de la Compañía
al colocarse en 1993 una réplica en un espacio
vacío que había en la espadaña, obra
que realizó la empresa Justiniano Alonso, con la
supervisión del escultor palentino Luis Alonso.
Años más tarde, en 2013, se instaló
otra réplica en una hornacina vacía que
había en la fachada del Seminario que se ve desde
el atrio de la iglesia. Esta talla mide noventa centímetros
de alta incluida la corona y por la noche permanece iluminada,
lo que refuerza la iglesia de la Compañía
como santuario mariano.
La iglesia de la Compañía,
llamada también de Nuestra Señora de la
Calle, es un templo parroquial católico sito en
la plaza
de Isabel la Católica de la ciudad de Palencia
(Castilla y León, España). Construido por
los jesuitas a finales del siglo XVI,
alberga a la patrona de la capital palentina, la Virgen
de la Calle, cuya festividad se celebra el 2 de febrero.
La Morenilla
“Calle de San Bernardo
vieja hornacina,
que ostenta de la Virgen
pobre estatuilla.
Calle de nuestras calles
Mayor Antigua.
En los oscuros cielos
el rayo brilla.
Sólo un trozo le muestra
su rebeldía porque no quiere hacerse
pronto ceniza
que de la curva boca
ya se salía.
El, en que arda ese trozo
terco se obstina
pero lograr su intento
no conseguía.
Cógelo de un extremo,
tanto le irrita
que a la calle lo saca
donde lo tira.
Más de pronto un chasquido
le pavoriza,
mientras la voz dulce
así decía:
Pues a la calle me echas,
me echas con ira,
De la Calle la Virgen
seré algún día.
El incrédulo tiembla,
tiembla y medita;
a nadie en torno suyo
ve más que mira;
Y el resplandor le ciega
de aquella astilla
cuyo nimbo brillante
le confundía.
Ciérnese la tormenta
cae la llovizna
nada al rudo blasfemo
le aterroriza.
Echa leña al horno
que pan cocía
y arde chisporroteando
que es maravilla.
Llama a su fiel esposa,
llama a su hija
que la noche mediada
duermen tranquilas.
Cuéntales lo ocurrido
salen deprisa
y en la calle recogen
lo que él decía;
Un trocito de leña
de roja encina,
cuya punta abrasada
se percibía:
una imagen de ella
tosca y divina,
de la Virgen del Cielo
Virgen Santísima.
Desde entonces repiten
cuantos la miran:
La Virgen de la Calle
La Morenilla,
que a la boca de un horno
fue aparecida."