Leyenda de la Virgen de Moclón (Júzcar, Málaga)

En torno a la imagen de la Virgen de Moclón, patrona de Júzcar, existe una leyenda que afirma que la imagen fue hallada por un pastorcillo en el lugar de Moclón, de ahí su nombre. Al verla tan pequeñita creyó que era una muñeca y la guardó en su zurrón. Al llegar a su casa comprobó que la figura había desaparecido. Lo intentó en dos ocasiones más, pero con el mismo resultado, al día siguiente la imagen seguía en su lugar en el monte. Indignado, le arrojó una piedra que le produjo una huella en el rostro que aún se le aprecia pese a haber sido restaurada varias veces.

Historia

La leyenda cuenta que la Virgen fue encontrada por un pastor entre ramas de lentisco en la aldea de Moclón, guardándola en su zurrón para entregársela a su hija, al creer que era una muñeca. Al llegar al pueblo se sorprendió al ver que el zurrón estaba vacío. Al día siguiente la encontró en el mismo lugar y repitió la operación, ocurriendo de nuevo lo mismo. Se cuenta que una vez, ya desesperado, le tiró una piedra haciéndole una fisura en la frente, la cual no desaparecía en posteriores restauraciones. Tras darse cuenta de que en realidad era una imagen de la Virgen, decidió construirle allí una pequeña ermita, denominándola Nuestra Señora del Rosario de Moclón.

Con motivo de la proclamación del patronazgo en la segunda mitad del siglo XVIII, fue trasladada a la Parroquia de Júzcar, y se dice que se encontró a la imagen en más de una ocasión girada en su hornacina en dirección a Moclón. Con anterioridad, se celebraba una romería en honor a la Virgen en el poblado a la que acudían vecinos de las localidades cercanas, la cual se perdió, y no volvió a celebrarse hasta finales del siglo XX.

Junto a esta imagen existía otra imagen de tamaño mayor, en torno a la cual se celebraba hacia el 15 de septiembre, su antigua festividad, trasladada al mes de agosto hace unas décadas para que coincidiera con la estancia veraniega de los vecinos que trabajaban fuera de la localidad.