ASÍ SE CELEBRA LA FESTIVIDAD
DE SAN
SEBASTIÁN EN: CASTELSERÁS (TERUEL)
Padul Cofrade
Desde 2003 hasta ahora
Fiestas
de San Sebastián
Pudo
ocurrir que, siendo San Sebastián abogado contra
la peste, en alguna de las múltiples epidemias
que se sufrieron duran la Edad Media, el pueblo de Castelserás
se pusiera bajo su protección y se salvara, pasando,
por ese motivo a formar parte del santoral castelserano
antes del Decreto del Cabildo de la Seo, celebrando la
víspera de su fiesta con una hoguera, en recuerdo
de las que consumían las pertenencias de uso personal
que, al morir los apestados, eran quemadas como medida
profiláctica.
Los
pueblos adoradores del sol como el ibero, le rendían
culto a través del fuego, hijo de él, con
la hoguera como estímulo para que despierte la
primavera y termine el invierno.
La hoguera, antes del cristianismo, suponía un elemento indispensable
en las fiestas por el significado sagrado del fuego productor de calor, creador
de vida, destrucción y fecundador de la tierra.
Se realizaban hogueras durante la fiesta de la vendimia en
honor a Baco; en la sementera para Ceres, etc. Con la llegada
del cristianismo continuaron estas
costumbres aunque se cambió su significado pagano.
El
origen de la Hoguera de San Sebastián en Castelserás
puede ser anterior al cristianismo y a la propia romanización.
La
Hoguera
Varias
fechas antes del día 19 de enero, se elige un álamo
de entre los más derechos, recios, altos y con
buena copa, ésta es fundamental, ya que si se
rompe al caer o durante el transporte se desecha y corta
otro.
De
la ribera se saca a mano hasta el camino y de allí se
lleva al pueblo con tractor. Antiguamente el transporte
lo realizaban todas las caballerías ricamente
enjaezadas, dando con él una vuelta por las calles
y terminando en la Plaza Mayor con el tronco encarado
al "Rollé".
El álamo
tiene que tener un mínimo de 18 m. de altura y
un máximo de 23 - 24 m., ya que si tiene más
la copa rozaría, al levantarlo, las casas colindantes.
El
procedimiento para levantar el álamo es una labor
delicada y requiere mucha atención y sincronización
por parte de todos los que se encargan de realizarlo.
El primer paso consiste en colocar verticalmente una
tabla fuerte en el "Rollé" y sujeta
por varios hombres, el objeto es que haga de tope para
la punta durante el proceso de la izada con cuerdas del álamo.
Se
tiene preparadas dos trancas recias de latonero terminadas
en forcacha, una corta y otra doble de larga que sirven
para ayudar a levantar el árbol.
Por
las embrazaduras de la copa se pasan cuatro maromas,
dos con las que se tira y se hace la fuerza para levantarlo
desde la Casa de la Villa y las otras dos para dirigirlo
y evitar que golpee en las fachadas de las casas
Los
que están en el tronco y ramas lo levantan del
suelo hasta que se puede meter la tranca pequeña,
se va levantando hasta que cabe la tranca grande, que
van corriendo hacia la base; desde los balcones de la
Casa de la Villa tiran poco a poco mientras que con las
otras dos cuerdas se va dirigiendo la izada hasta que
se introduce la base del tronco en el "Rollé" y
se ataca con tierra y falcas para que no se revire.
La
leña para la hoguera se coloca el día 19
por la mañana, los vecinos dejan la leña
que quieren dar en la puerta de sus casas para que la
recojan los encargados de ello.
Para
formar la hoguera se coloca alrededor del álamo,
bien prietas, las zuecas de olivera, dejando una pasarela
con zuecas verdes que tengan tierra, falcándolas
bien para que no se muevan cuando se pase por encima
al ir a cortarlo.
Sobre
las zuecas se ponen los troncos, cimales y leña
recia, sobre estos, y alrededor, el tranquerío
que, al menos en los dos últimos metros, termine
en forma de cono algo hueco para que actúe como
tiro y suban las llamas centradas alrededor del tronco.
Se reviste todo el armazón con docenas y docenas
de fajos de ramas de presquero, olivera y pino. Los fajos
de la punta tiene que quedar casi verticales para que
arda bien.
Si
termina en replaza o cono achatado al colocar los fajos
quedarán horizontales, formando una tapadera que
impide el tiro y las llamas saldrán por las orillas,
lanzando todo el calor hacia las casas.
La base de la hoguera puede tener 13 metros y entre 5 y 7 de altura.
El
acto previo al encendido de la hoguera es la "Cercavilla";
el alcalde y el secretario salen de la Casa de la Villa,
precedidos de los Caramballeros, música, gaita
y tambor; en medio del estruendo de los güetes van
recogiendo a los concejales y a las reinas en sus casas,
invitados del Ayuntamiento y, por último al Sr.
Juez y Sr. Cura, invitándoles a ver la hoguera
desde la Casa de la Villa.
El
encendido se hace con los Caramballeros. Cuando las llamas
están en su apogeo comienza el "Rodat";
se trata de un baile de origen incierto, aunque muy antiguo,
no se trata de una jota; pero algunos lo hacen de forma
similar a ella. Cuando salen a bailar "piden gaita" al
segundo alcalde. El baile consiste en dar una vuelta
completa a la hoguera, bailando al compás de una
tonadilla antigua que solo tocan gaita y tambor, cuando
termina de dar la vuelta uno pide gaita otro y así sucesivamente
mientras hay bailadores, que sólo pueden ser casados
y vecinos del pueblo. Existe un escalafón, el
más antiguo sale el primero y después los
demás por orden de antigüedad. El puesto
se pierde por no salir un año, o por no lograr
dar la vuelta completa, en estos casos se pasa a la última
posición.
Los
bailadores no llevan ningún traje especial, la
dificultad del baile estriba en que no se pueden separar
de la hoguera ya que lo impiden las casas circundantes;
pocas veces se da la cara a las llamas pues se quema
la piel. Al poco tiempo las paredes proyectan tanto calor
como la hoguera y en alguna ocasión se ha dado
el caso de que empazaran a arder las ropas de los bailadores.
Una
vez pasada la fuerza del fuego se baila la "Jota" en
el rincón de la Plaza Mayor, junto a la Casa de
la Villa, al son de la gaita y del tambor, únicos
instrumentos utilizados en la hoguera. Poco a poco los
casados vecinos del pueblo más decididos van entrando
con hachas a cortar el álamo; lo hacen a través
de la pasarela hecha con las zuecas verdes de olivera
que evitan un poco el remolino de cenizas y purnas; pero
no el calor. Suelen dar un estralazo, dificilmente dos,
ya que las llamas aún están muy fuertes.
la operación se va repitiendo hasta que se consigue
cortar totalmente el álamo.
Cuando
ha pasado la fuerza del fuego, las cuadrillas de amigos
asan chorizos, longanizas y carne en las brasas. Sus
rescoldos, muchos años, han durado más
de una semana.
Entre
las 5 y las 6 de la madrugada salen los Rosarieros o
Despertadores cantando las coplas del Santo.
A
las 8 sale la diana tocando por la calle y los concejales
y reinas invitan a copas y pastas. La Misa Mayor es presidida
por el Ayuntamiento en Corporación. Sale de la
Casa de la Villa precedido por la música y las "Panbenditeras",
mozas vestidas a la antigua con trajes de gran gala,
mantones de Manila, algunos muy antiguos, transmitidos
de madres a hijas durante generaciones.
Después
de la Misa, la Procesión con las banderas y los
santos de todos los barrios; la imagen de San Sebastián
en lugar preferente, panbenditeras, música, sacerdotes,
Ayuntamiento y pueblo en general.
Finalmente
el Ayuntamiento invita a todos los que han contribuido
al mayor esplendor de la Fiesta a unas copas y pastas.
San
Sebastián
San
Sebastián ingresa en el Santoral de la Iglesia
castelserana a partir del 20 de enero de 1530, año
en que cesa la peste en Zaragoza.
En
agradecimiento, el Cabildo de la Seo zaragozana celebra
su culto ese día en todas las iglesias dependientes,
no como patrono de ellas, si no como un Santo más.
El
22 de noviembre de 1643 se reúnen el clero y pueblo
de Castelserás y en virtud del Breve dado y despachado
en Roma por el Papa Urbano VIII, dando poder y facultad
de elegir un Patrón, y sólo uno de los
principales que cualquier ciudad, villa o pueblo acostumbraran
venerar; lo eligen como Patrón del pueblo de Castelserás.
En
la Iglesia que hubo anteriormente, 21 de enero de 1651
se comienza a hacer el retablo de San Sebastián.
Según
una tradición muy antigua que cuenta Mosén
Leandro Lop, San Sebastián, en forma de mendigo,
pidió cobijo en una casa de Castelserás,
se lo dieron y al día siguiente encontraron una
imagen del santo en el lugar en que había pasado
la noche. No se sabe el crédito que se puede dar
a esta narración, pero refleja el carácter
hospitalario de los castelseranos.
Copla
a San Sebastián (Castelserás,
Teruel)
Ya
viene San Sebastián,
Lisonjero como siempre.
Los buenos castelseranos
lo esperamos impacientes.
Llegó la eclesiástica hoguera
con todo su movimiento,
ya se han terminado las fiestas,
ya tranquilo queda todo,
con razón diremos todos...
de Castelserás al cielo
A
los Patronos de Castelserás,
San Sebastián y Santa Bárbara
R. Insa
A
San Sebastián Glorioso
en invierno veneramos,
a Santa Bárbara Bendita
en verano festejamos.
Al santo hacemos hoguera,
A la santa romería,
el pueblo de Cstelserás
por los dos siente alegría.
San
Sebastián fue un gran
soldado
muy valiente y generoso,
y Bárbara fue una mártir
de un padre muy tenebroso.
En la Plaza del pueblo ponen
un chopo monumental
que los hombres, fechas antes,
al río van a cortar.
Después van a acarrearlo
todos tirando de él
y aunque el esfuerzo es muy grande
todos disfrutan con él.
Luego
el día diecinueve,
víspera de San Sebastián,
cuando está la hoguera en llamas
siempre se baila el “rodat”.
Y
después de dar las doce,
si el chopo no se ha caído,
entran a cortar el árbol
pues siempre hay algún atrevido.
Santa
Bárbara Bendita,
Patrona de la tempestad,
líbranos de piedra y rayos
y protege a Castelserás.
De ti somos muy devotos,
ya lo fueron nuestros padres,
por eso cuando nacemos
hacen a todos cofrades.
Todos los castelseranos
en Pascua Florida
a la ermita suben
en romería
a festejar en la fiesta
a Santa Bárbara
a cantarle sus Gozos
con alabanzas.