ASÍ SE CELEBRA LA FESTIVIDAD
DE SAN
SEBASTIÁN EN: CERCEDILLA (MADRID)
Padul Cofrade
Desde 2003 hasta ahora
Fiestas
en honor de San Sebastián
Con
la llegada del invierno, Cercedilla se dispone a celebrar
las fiestas en honor de su patrono. Como cada año,
las calles se llenaran de fervor y alegría. Es
poco, sin embargo, lo que realmente conocemos de esta
celebración, de la figura de San Sebastián,
o de los ritos religiosos y profanos que han tenido lugar,
a lo largo del tiempo, en torno a su figura.
Seria
de gran dificultad enumerar la cantidad ermitas y capillas
en honor a San Sebastián a través de nuestra
geografía. En la Sierra de Guadarrama, infinidad
de ritos surgieron en torno a él desde tiempo
inmemorial. La raíz religiosa y sociocultural
que hoy poseen, habrá que buscarla en la época
medieval, cuando florecieron las asociaciones gremiales,
sobre todo ganaderas, y la explosión de fervor
religioso popular producido por el "descubrimiento" de
vidas y hechos de santos y mártires.
A
su vez, es particularmente en nuestra zona serrana, donde
se han desarrollado una serie de aspectos lúdicos,
que profundizan en antiguos ritos y cultos totémicos
relacionados con el toro, los cuales se dieron en la
antigüedad en la cuenca del Mediterráneo,
unidos por el paso de los siglos a celebraciones relacionados
con el carnaval.
San
Sebastián, soldado martir
La
vida de San Sebastián se enmarca durante el siglo
III en un tiempo en que, establecida ya cierta libertad
de culto cristiano, renacieron las persecuciones a cargo
del emperador Maximiano. Era hijo de militar, nacido
en Milán. Siguió la carrera militar y pronto
llego a capitán de la primera cohorte pretoriana.
Era respetado por todos y apreciado por el emperador.
Lo que ignoraba este es que era cristiano por corazón.
El
noble capitán cumplía con disciplina, pero
no tomaba parte en celebraciones religiosas. No exteriorizaba
su fe, pero ejercía seglarmente entre sus compañeros
milicianos y en ayudar ocultamente a los cristianos.
Con
el tiempo llega la inevitable denuncia ante Maximiano,
el cual hizo optar a Sebastián entre abandonar
su religión o su cargo militar. Como podemos suponer
eligió lo segundo, provocando la ira del emperador,
que lo condeno inmediatamente a morir asaeteado. Una
lluvia de flechas penetro en su cuerpo, dándole
por muerto sus verdugos a continuación. Sin embargo
no fue así, y ya restablecido de sus heridas,
en vez de ser escondido, tomo la decisión de interceder
ante el emperador en defensa de los cristianos. Maximiano,
enfurecido, lo mando azotar hasta su definitiva muerte.
Pasado
y presente de la Hermandad
Como
hemos indicado, parece que el culto en nuestra comarca
a la figura de San Sebastián esta enraizado en
la Edad Media. Solo en la provincia de Madrid, esta presente
como patrono – además de Cercedilla – en
pueblos como El Boalo, Meco, Torrejón de la calzada
o Casarrubuelos. Son numerosos incluso, los lugares en
que se celebra de formas características, como
Boadilla del Monte, C. Villalba, Lozoya o Los Molinos.
En
Cercedilla, la iglesia de San Sebastián de estilo
románico bizantino de siglo XIV, da fe de la antigüedad
del culto por su patrono. En la actualidad, es la Hermandad
que lleva su nombre, junto con la parroquia, la que mantiene
viva esta festividad. Se fundo en el año 1944
y en realidad vino a sustituir a la desaparecida Hermandad
de las Animas, cuya antigüedad se desconoce.
Eran
tiempos muy difíciles, en que la Hermandad cumplió desde
un principio con una labor social digna de elogio, asistiendo
a enfermos, asegurando entierro a los difuntos e incluso
promoviendo actividades culturales y festivas. Continuando
con su fundación, circula por Cercedilla el rumor – no
sabemos si cierto – que fue el párroco de
aquellos años, Don Pedro Junquera, el que reorganizo
la Hermandad ante el problema constante a la hora de
cobrar los servicios por funerales y enterramientos.
El prudente párroco, estableció así un
sistema más fiable de cobro, a la vez que cómodo
para sus habitantes.
Son
mucha las anécdotas que podríamos referir
en torno a estas celebraciones de Cercedilla en estos
cincuenta años que cumple ya la hermandad. Charlando
con los actuales cofrades hemos sabido, pro ejemplo,
de una antigua costumbre ya desaparecida en el pueblo.
Esta consistía en la rifa popular de un cerdo.
Los cofrades recuerdan con simpatía como el popular
animal era engalanado y paseado por las calles de Cercedilla
mientras, entre jocosos comentarios, la gente compraba
las papeletas.
Otro
aspecto de la fiesta ya desaparecido, comentan, era la
costumbre de acompañar la procesión de
San Sebastián por un grupo de personas disfrazados
de romanos. Esto añadía cierto colorido
y simbolismo a la comitiva.
En
cuanto a las cuotas que pagan los socios prácticamente
la totalidad de los habitantes – siempre resulta
curioso comparar las cantidades que se debían
pagar con el paso de los años. Cantidades que
por otro lado, siempre fueron insuficientes. En los comienzos
de la hermandad, para hacernos una idea, la cuota anual
que debía pagar una familia era igual al precio
de un kilo de filetes. Algunos mayores recuerdan como
el que fue secretario de la Hermandad, Emilio Alvarez
Carballo, siempre estaba pendiente en las bodas y tomaba
nota en algún papelillo de los posibles futuros
socios.
Parece
imposible que en estas condiciones la Hermandad pudiera
sufragar los gastos de enterramiento de sus socios, teniendo
en cuenta que solo una caja, oscilaban entre las ciento
cincuenta pesetas la más barata, y quinientas
la mas cara. En la actualidad, la cota de socios cuesta
mil pesetas y, como dice Tomas Montalvo en el programa
de fiestas de 1981, cada año los directivos siguen
realizando el milagro de la multiplicación de
los dineros para afrontar los gastos de enterramiento
y de la fiesta en honor del Santo.
Y
así han transcurrido estos sacrificados años
para la Hermandad. Algunos cofrades se quejan de la falta
de participación, recordando con nostalgia aquel
año de 1951, en que tres meses de continuas nevadas
hacían casi imposible la circulación por
las calles, pero no impidió la masiva participación
en la procesión.
Lo
importante, según dicen, es continuar su labor.
Que la gente de Cercedilla también continuara
honrando a su patrono, participando en rifas y por supuesto
disfrutando del calurosos y entrañable baile de
cada año.
Las
vaquillas de San Sebastián
No
podíamos dar por terminado este tema sin hacer
mención de una de las costumbres mas arraigadas
a nuestra tierra y a la figura de San Sebastián.
En la actualidad, la costumbre de celebrar la fiesta
de La Vaquilla se ha perdido en pueblos como Miraflores
o Rascafría, pero tenemos noticias de haberse
celebrado en mas de cuarenta pueblos de nuestra región.
La
fiesta de La Vaquilla es un antiguo rito pagano con claras
reminiscencias en las mascaradas invernales, ritos y
juegos del ciclo amplio del carnaval rural. Se conserva
viva en lugares como Los Molinos, Fresnedillas, Colmenar
Viejo o Pedrezuela y, si bien en todos ellos mantiene
constantes comunes, en algunos pueblos se han incorporado
a la fiesta particularidades propias.
La
Vaquilla es en realidad un cofrade encajado en un artilugio
de palos con una cornamenta, asemejando a una vaca. Va
precedida de algunos cofrades jóvenes, con cencerros
colgados a la cintura a modo de cabestros. La vaca, aunque
seguida por el resto de los cofrades para que no se desmande,
arremeterá contra todo el que se ponga por delante
hasta que, el día final de la fiesta, será reducida.