La Tamborrada El día 20 de enero de madrugada la capital donostiarra se viste de fiesta para celebrar la festividad de su patrón, San Sebastián. El acto principal de la celebración es la tradicional Tamborrada, con la que el esta localidad guipuzcoana rememora los hechos acaecidos en la guerra de la Independencia, durante la cual la ciudad fue incendiada y destruida. No puede precisarse su origen en el tiempo, aunque a partir de 1836 y en plena Guerra Carlista la Tamborrada se institucionaliza y poco a poco toma cuerpo de tradición. En sus primeras ediciones ésta era ejecutada sólo con barriles y los participantes marchaban disfrazados, para más tarde desfilar uniformados y añadir los sonoros tambores que han dotado de nombre a esta fiesta tan particular.

Salían alrededor de las tres de la madrugada, del local de la Sociedad "La Fraternal" redoblando el "Sheshenarena", pues hasta 1860 Sarregui no escribió la marcha de San Sebastián, y hasta las ocho en punto no cesaban. Con la Tamborrada se iniciaba un ciclo de fiestas que culminaba el martes de carnaval, con el entierro de la sardina. En la actualidad la Tamborrada comienza el día 20 de enero a las 00:00 horas con la izada de bandera a cargo de la tamborrada de Gaztelubide, en el antiguo Ayuntamiento, hoy biblioteca Municipal ubicada en la Plaza de la Constitución.

Más de sesenta tamborradas, compañías uniformadas constituidas por un centenar de personas cada una y pertenecientes a distintas sociedades populares, desfilan al son de tambores y barriles en el día grande de la capital donostiarra. Durante todo el día San Sebastián es una fiesta de tal sonoridad, que desde cualquier punto de la ciudad se pueden escuchar las marchas del maestro Sarriegui. A las 24 horas la tamborrada Unión Artesana es la encargada de arriar la bandera y dar por finalizada la fiesta. Por otra parte, a las 12 h del mediodía tiene lugar la tamborrada infantil, en la que participan más de cinco mil niños y niñas, agrupados en medio centenar de compañías y vestidos con uniformes militares del siglo XIX. Además a partir de 1998 hubo una tamborrada exclusivamente femenina, formada por la peña Anastasio e integrada por unas 60 mujeres.