Imagen
venerada por el colectivo cristiano en Valdepeñas
(Ciudad Real) como patrona de la ciudad.
Llamada Nuestra Señora Virgen de Consolación
de "Aberturas", por la leyenda que narra el milagro
por el que devolvió la vista a un ciego.
Títulos: Patrona de Valdepeñas, Alcaldesa Mayor,
Honoraria y Perpetua, Medalla de oro de la ciudad.
Se celebra su festividad el día 8 de septiembre, tras
una semana dedicada a las Fiestas del vino en que se pisa
la uva ante la imagen para ofrecerle el primer mosto del
año.
La Virgen de Consolación hace referencia al
Apocalipsis por el "consuelo" que otorgará el
advenimiento de este momento a los cristianos. Es
por esto que la imagen de Valdepeñas está representada
vestida de oro, con una media luna en los pies y
doce estrellas en su corona; en referencia al capítulo
12 del Apocalipsis en que se describe a la Virgen
María de este modo:
“
Una gran señal apareció en el cielo:
una Mujer, vestida de sol,
con la luna bajo sus pies y una corona de doce
estrellas
sobre su cabeza”
Leyenda
de su aparición
Según narran los historiadores Eusebio Vasco y Camacho, la imagen fue
escondida en una cueva de La Mancha en el siglo VIII durante la invasión árabe
de la Península Ibérica. El lugar es hoy conocido como Consolación
en la Autovía del Sur.
En el año de 1212 Se reconquista la provincia de La Mancha tras la victoria
cristiana en la batalla de las Navas de Tolosa y será entonces cuando
la imagen sea descubierta y en su honor será levantada allí una
capilla por los cuatro pueblos que rodeaban la zona de su escondite: Manzanares,
Valdepeñas, Moral de Calatrava y Membrilla. Desde ese momento la Imagen
de la Virgen de Consolación pasará a ser patrona de estos cuatro
pueblos.
Según otra leyenda, la imagen tuvo una segunda aparición
en 1940,
cuando una familia la ocultó durante la Guerra Civil española emparedada
en su casa (posiblemente en la calle Gijón, adyacente al Paseo de la Estación).
Leyendas milagrosas
El primer milagro
de que se tiene constancia que hiciera la imagen
fue antes de ser escondida en la cueva en el siglo
VIII. Según la leyenda, los portadores eran
miembros de una familia que pidieron ayuda a unos pastores
que habitaban
en las inmediaciones de la cueva, estos descubrieron
con asombro al día siguiente de ocultar a la
susodicha imagen que, uno de sus hijos ciegos había
recuperado inexplicablemente la vista. Llamando de
este modo a la imagen,
Virgen de las "Aberturas" (a pesar de tener
la advocación de "Consolación",
llamándose
desde entonces también al lugar Aberturas.
El
segundo milagro tiene dos versiones con las que
se explica la resolución para que la Virgen de
Consolación
residiera definitivamente en la ciudad de Valdepeñas
. Según estas versiones, en el año de
1808, en plena Guerra de la Independencia española,
por el peligro que la imagen corría ante el
saqueo francés
en su santuario en mitad del campo, la propia imagen
se aparecía
sola en plena noche en la Iglesia de la Asunción
de Valdepeñas, reclamándola los otros
tres pueblos, y sucediendo esto cada vez que la devolvían
a su santuario de Aberturas. La otra versión
difiere en que, no se aparecía en Valdepeñas;
sino que cada amanecer, la imagen aparecía girada
en su peana, mirando hacia el camino de Valdepeñas;
lo que sin duda sería
interpretado por aquellas gentes como que la Virgen
ansiaba ser trasladada allí. Finalmente fue
trasladada el día 31 de mayo de 1808; justo
unos días antes
de que Valdepeñas se levantara en armas contra
las tropas de Napoleón y fuera la villa incendiada.
(ver artículo: Contienda de Valdepeñas),
ante la obcecación del pueblo por salvar la
imagen; cosa que se logró.
Datos históricos
El santuario de Aberturas llegó a
ser una de las ermitas más hermosas de la provincia,
con tres puertas que apuntaban a los caminos que llevaban
a los cuatro pueblos
que la construyeron. Durante el siglo XVII y XVIII,
Manzanares y Valdepeñas emprendieron duros pleitos
por adjudicarse legalmente la posesión del término
de Aberturas, consiguiéndolo finalmente Valdepeñas
mediante fallo del Consejo Real. (Hoy día, Aberturas
es una pedanía, con carácter de barrio,
de Valdepeñas,
llamado: Consolación, en honor a la Virgen de
Consolación.
El majestuoso santuario renacentista
fue derruido en el año
de 1811 durante la Guerra de la Independencia española,
por una sola mujer apodada La Fraila, que era la santera,
cuando ésta se inmoló prendiendo un cargamento
de pólvora que había dentro para vengar
la muerte de su hijo a manos francesas. Mató con
esto a más de cincuenta soldados napoleónicos
(ver artículo: Contienda de Valdepeñas).
Se construyó una
nueva años más tarde.
El 28 de julio de
1768 está fechado en Toledo el sumario
de las indulgencias concedidas por el Papa Clemente
XIII a las personas que se alistan en la Cofradía
de Ntra. Sra. de Consolación de Aberturas.
En
1891 en la imprenta de Castro Pérez, se imprime
la novena a Mª Stma. de Consolación,
realizada por un devoto de la Virgen, y que se
estuvo rezando
hasta los 80.
En 1936, durante
la Guerra Civil española, la imagen
fue destronada y saboteada por la milicia republicana.
Sufrió daños
considerables, restaurada más tarde en Valencia
por intercesión del historiador Eusebio
Vasco.
Himno a la Virgen de Consolación
Éste himno fue considerado también el Himno
de la ciudad de Valdepeñas hasta el año 2000
aprox.
Letra: D. Pedro Muñoz, Pbro. Música D. Luis
Ibáñez.
CORO:
Bella Reina de este pueblo.
Luz y Guía,
Madre mía,
Virgen de Consolación;
Valdepeñas, siempre tuyo,
se confía
noche y día
en tu santa protección.
ESTROFA:
Eres luz, que en la noche ilumina;
eres paz, que el espíritu encalma;
eres sombra para el que camina;
eres nombre, que llega hasta el alma.
Cuando sombras de noche nos cerquen
y nos haga Luzbel zozobrar,
que a tus plantas tus hijos se acerquen
y te digan al pie de tu altar:
(al coro)