CUANDO EL SENTIMIENTO COFRADE
SE HACE VERSO Y PROSA
José Alarcón Zaragoza:
El
Sentir de los Costaleros
El costalero de Padul
es un costalero privilegiado,
ya que más cerca no puede estar
de su Cristo Crucificado,
llevándolo sobre sus hombros
la noche del Viernes Santo.
El costalero sufre,
sufre con sus ensayos,
con esas noches de frío y agua,
para que la noche de su salida procesional,
salga como tiene que salir,
con corazón, con paso corto y racheado.
Al toque de campana
te dice el capataz:
¡Ponerse que voy a llamar!
¡Buena gente, estáis puestos!
¡Vámonos con él al cielo!
Y sientes que tu corazón se te eleva con Jesús en el madero.
Vamos caminando
a paso corto,
por las calles de nuestro pueblo,
por esas calles estrechas,
con el paso "que da", "que no da",
y ese sufrimiento se siente
entre costaleros y capataz.
Al llegar a Las Murallas,
ese gozo que te da,
y al toque de campana vuelve a bajar;
te quitas la faja, te secas el sudor,
miras a Jesús y le dices con gran amor:
Padre
mío,
cuida de mi,
"pa" que no me pase "na",
que el año que viene,
este costalero aquí estará.