CUANDO EL SENTIMIENTO COFRADE SE HACE VERSO Y PROSA
José Alarcón Zaragoza: Dos Palomas Heridas Corría el mes de Mayo bajo el cielo azul de Padul, siempre alegre, bullanguero, que no quería marcharse, dejando el azul del cielo. La noche dormía tranquila; era clara y serena, en el hogar la alegría, que la salud era buena, todo estaba en armonía. Pero se asomó la luna al quicio de su ventana, vestida de color lirio y dejó en su almohada para sus sienes, martirio. Negra se quedó la noche, cayó la paloma herida, morado se puso el nido, sus tristes alas movía, entre el dolor y el delirio. Amargo sabía el aire, corría sin rumbo fijo, y no lo entendía nadie. Al Santo Cristo bendito quizás fuera a preguntarle: "¿Hay un rayo de esperanza?" Espera, siempre, paciente, por si se obra un milagro, mil oraciones se ofrecen a las puertas del sagrario. En una noche tranquila, ya una paloma dormía refugiada entre su nido, oyó una voz que decía: "Hijo, vente conmigo", porque hoy remontas el vuelo en busca del nuevo nido, aquí dejas el desconsuelo, los corazones partidos, pero... jQue alegría, voló al cielo! Dichosa eres, paloma, escogida del Señor; yo le ofrezco noche y día, desde mi nido, el dolor y mis alas heridas. Así, un año transcurrido; viviendo con mi dolor, sin pronunciar un quejido, sosegado el corazón, al Señor se lo he ofrecido. Dedicada a Diego Santiago Alarcón Costalero del Crucificado Fallecido den accidente de tráfico el 22-05-99 Padul, 2000
José Alarcón Zaragoza:
Dos Palomas Heridas
Corría el mes de Mayo bajo el cielo azul de Padul, siempre alegre, bullanguero, que no quería marcharse, dejando el azul del cielo.
La noche dormía tranquila; era clara y serena, en el hogar la alegría, que la salud era buena, todo estaba en armonía.
Pero se asomó la luna al quicio de su ventana, vestida de color lirio y dejó en su almohada para sus sienes, martirio.
Negra se quedó la noche, cayó la paloma herida, morado se puso el nido, sus tristes alas movía, entre el dolor y el delirio.
Amargo sabía el aire, corría sin rumbo fijo, y no lo entendía nadie. Al Santo Cristo bendito quizás fuera a preguntarle:
"¿Hay un rayo de esperanza?" Espera, siempre, paciente, por si se obra un milagro, mil oraciones se ofrecen a las puertas del sagrario.
En una noche tranquila, ya una paloma dormía refugiada entre su nido, oyó una voz que decía:
"Hijo, vente conmigo", porque hoy remontas el vuelo en busca del nuevo nido, aquí dejas el desconsuelo, los corazones partidos, pero...
jQue alegría, voló al cielo! Dichosa eres, paloma, escogida del Señor; yo le ofrezco noche y día, desde mi nido, el dolor y mis alas heridas.
Así, un año transcurrido; viviendo con mi dolor, sin pronunciar un quejido, sosegado el corazón, al Señor se lo he ofrecido.
Dedicada a Diego Santiago Alarcón Costalero del Crucificado Fallecido den accidente de tráfico el 22-05-99
Padul, 2000